30-08-2008, 11:51 AM
El siguiente es un artículo definitivamente no cristiano, que habla sobre algo que le ocurrió a una persona. Lo aclaro por las dudas que al leerlo piensen que estamos de acuerdo con lo que dice. De todas formas, me encanta leerlo!
Cita:Sobre la cristianización de GayChile.com
LA RELIGIÓN ES PEOR QUE LA PASTA BASE
“Ser gay es la más horrible de las aberraciones”, “la homosexualidad es pecado”, “De Gay a hijo de Dios” o “La maldición de ser gay”, no son frases de algún libro de fundamentalismo cristiano o de un sitio web pro-vida. Corresponden a mensajes y artículos que –desde un tiempo a esta parte- han inundado el sitio web más visitado en Chile por los gays: “Gaychile.com”.
La popularidad del sitio –creado en 1998 por el empresario gay Víctor Jorquera-, se ha debido no a la calidad de sus contenidos, sino a que cuenta con una de las salas de chat gay más conocidas, donde cientos de hombres de todo el país buscan tener encuentros sexuales con otros hombres, intercambian números de teléfono, fotografías eróticas, se dan datos de lugares de “webeo” o se masturban vía webcam para el deleite de sus compañeros virtuales.
Hoy, la bacanal online de gaychile.com se ve oscurecida por una mano tenebrosa, una mano santa. Su dueño, declara haberse convertido al cristianismo. Al igual que los asesinos en serie que ingresan a la cárcel y se transforman en evangélicos, hoy, Víctor Jorquera lee la biblia todos los días y reza, reza mucho. Reza para expiar sus pecados –que no deben ser pocos- y declara con alegría en el corazón haber pasado de “Gay a Hijo de Dios”.
Según reporteó la revista opusgay.cl –vinculada al MOVILH-, Jorquera tendría una relación con la Iglesia Bíblica Misionera de Paraguay (IBM de P), desde hace 26 años. Pero, según expresaron en OpusGay, algo “pasó el 2007 en la vida de Jorquera que decidió dar el giro totalmente, utilizando a GayChile.com como plataforma. En una carta dirigida el 12 de julio al pastor Holowaty –de la IBM de P- Jorquera por primera vez ‘confesó’ a la Iglesia que era dueño de GayChile.Com y expresó su clara opción de dar término a ese ‘pecado’”.
"Trabajo en una web gay pero dejé ese rótulo el día que fui salvo, porque de algo tan mísero y vergonzoso para mí como ser "gay" pasé a ser Hijo de Dios. Y mi lucha no es por una recompensa, es porque Dios puso instrumentos en mis manos, y sean estos sucios o limpios son herramientas. ¿Acaso las herramientas no se ensucian cuando están arreglando un motor? Sí se ensucian, pero no por eso dejan de ser herramientas", escribe el propio Jonquera sobre el medio gay que reporta más beneficios económicos en Chile.
Conocidos son los casos de activistas emblemáticos de los derechos gays-lésbicos, de editores de sitios LGBT o de feministas lesbianas radicales en EEUU, convertidos hoy en fervientes seguidores de Cristo (Michael Glatze, Charlene Cortan u otros). Aunque Jorquera nunca ha sido precisamente un activista por los derechos gays, ni el objetivo de crear gaychile.com fue el de ampliar la visibilidad y los reclamos de las minorías sexuales chilenas, su caso y el de otros, sí es ejemplificador del enorme peso de la cultura cristiana hoy. Y en particular, de un peso cultural que atormenta la vida de millones de lesbianas, gays, trans y bisexuales en el mundo. Contraviniendo la afirmación de Nietzsche, pareciera que para los maricones y las tortilleras, “dios” está más vivo que nunca.
Pero probablemente sea otra la enseñanza más importante de la cristianización de gaychile.com. Tal vez, fenómenos como estos, nos puedan hacer pensar hasta qué punto es el mercado el que tiene la capacidad efectiva de ampliar las libertades de los LGBT. Es cierto que en Chile y en el mundo, los avances de visibilidad y espacios para las diversidades sexuales fueron vinculados o apoyados con la libertad comercial. Es cierto que el mercado posee una capacidad integradora relativa a la conformación de identidades de consumo. Es cierto que eso ha hecho a los gays más populares y que las empresas comienzan a mirar con interés las características de consumo de lesbianas y gays. Todo eso es cierto. Pero es a través de casos como estos cuando el mercado nos muestra sus propias limitaciones a la hora de promover cambios culturales y de asegurar derechos sociales. Y es que nuestras sociedades han sido eficientes en configurar a los gays y a las lesbianas como sujetos de consumo, pero no han logrado que seamos también sujetos de derechos plenos.
Mientras el mercado gay avanza a pasos agigantados, nuestros derechos son puestos en duda en el Congreso, se negocian entre los partidos de gobierno y se invisibilizan en los medios de comunicación. Y desde hoy, Jorquera lee la biblia, reza, reza mucho y se arrepiente.