10-12-2019, 09:07 AM
A los amigos del grupo cristianos: Para reflexionar. (10-11/12/19)
Hacer El Bien
"y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado" (Santiago 4:17).
"Lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada".
Muchas veces, mientras transito por los caminos del Evangelio de Cristo, escucho a la gente decir: "Cristo ya está en mi corazón"; "No necesito religión porque nunca hice mal a nadie"; "Nunca robé, nunca maté, nunca insulté a nadie" .
Pero la pregunta principal es: "¿Para quién haces el bien?" No solo los que hacen el mal son pecadores. El que no hace el bien es pecador también. Cuando una persona mala decide actuar, el mal celebra la victoria. Cuando una persona buena no hace nada, el mal también celebra la victoria. El mal solo es derrotado cuando actuamos por Cristo, bendiciendo a nuestro prójimo en su necesidad.
Qué gratificante es poder ver la sonrisa de alguien a quien ayudamos. Qué bueno escuchar un "gracias" y transmitir el honor al Señor. Qué maravilloso es no avergonzarse de decirle a Dios: "Soy Su hijo y me alegro de hacer Su voluntad".
¿Puedes garantizar que siempre estás tratando de ser una bendición para los demás?
Paulo Barbosa Un ciego en el Internet
Hacer El Bien
"y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado" (Santiago 4:17).
"Lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada".
Muchas veces, mientras transito por los caminos del Evangelio de Cristo, escucho a la gente decir: "Cristo ya está en mi corazón"; "No necesito religión porque nunca hice mal a nadie"; "Nunca robé, nunca maté, nunca insulté a nadie" .
Pero la pregunta principal es: "¿Para quién haces el bien?" No solo los que hacen el mal son pecadores. El que no hace el bien es pecador también. Cuando una persona mala decide actuar, el mal celebra la victoria. Cuando una persona buena no hace nada, el mal también celebra la victoria. El mal solo es derrotado cuando actuamos por Cristo, bendiciendo a nuestro prójimo en su necesidad.
Qué gratificante es poder ver la sonrisa de alguien a quien ayudamos. Qué bueno escuchar un "gracias" y transmitir el honor al Señor. Qué maravilloso es no avergonzarse de decirle a Dios: "Soy Su hijo y me alegro de hacer Su voluntad".
¿Puedes garantizar que siempre estás tratando de ser una bendición para los demás?
Paulo Barbosa Un ciego en el Internet