30-10-2024, 07:05 PM
Cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han porque han disminuidos, y se oscurecerán los que miran por las ventanas. Eclesiastés 12: 3
En este pasaje, el sabio rey Salomón describe en sentido figurado eel envejecimiento del hombre. Las manos empiezan a temblar, nos encorvamos, los dientes y la vista se debilitan. No es un tema popular el que Salomón aborda aquí. Los jóvenes no esperan con ansias la vejez, y muchos mayores luchan cada vez más con sus limitaciones. Ni siquiera los avances en medicina y las ayudas ortopédicas cambian esta situación. A nadie le gusta envejecer, y sin embargo, sucede...
_¡Qué bueno es saber que la vida aquí en la tierra no lo es todo!_ Si conocemos al Dios eterno como Padre, tenemos la esperanza de la vida eterna. El hijo de Dios confía firmemente en Él, especialmente cuando las fuerzas disminuyen y cuando tiene que aprender a vivir con las limitaciones de la vejez.
firmemente
Dios no es un Dios de fuertes.Se preocupa especialmente por los enfermos, los ancianos y los débiles: Isaías 40: 29.
Quienes depositan su confianza en Dios pueden experimentar la realidad de que aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior se renueva de día a día (2 Corintios 4: 16).
La mirada del creyente se dirige hacia el hogar eternal, hacia el "puerto deseado" (Salmo 107: 30), donde ya mora su Señor y Salvador. Y esta esperanza da fuerzas para la vida diaria, hasta que alcancemos la meta gloriosa.
_Adaptación TGS 2024_
En este pasaje, el sabio rey Salomón describe en sentido figurado eel envejecimiento del hombre. Las manos empiezan a temblar, nos encorvamos, los dientes y la vista se debilitan. No es un tema popular el que Salomón aborda aquí. Los jóvenes no esperan con ansias la vejez, y muchos mayores luchan cada vez más con sus limitaciones. Ni siquiera los avances en medicina y las ayudas ortopédicas cambian esta situación. A nadie le gusta envejecer, y sin embargo, sucede...
_¡Qué bueno es saber que la vida aquí en la tierra no lo es todo!_ Si conocemos al Dios eterno como Padre, tenemos la esperanza de la vida eterna. El hijo de Dios confía firmemente en Él, especialmente cuando las fuerzas disminuyen y cuando tiene que aprender a vivir con las limitaciones de la vejez.
firmemente
Dios no es un Dios de fuertes.Se preocupa especialmente por los enfermos, los ancianos y los débiles: Isaías 40: 29.
Quienes depositan su confianza en Dios pueden experimentar la realidad de que aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior se renueva de día a día (2 Corintios 4: 16).
La mirada del creyente se dirige hacia el hogar eternal, hacia el "puerto deseado" (Salmo 107: 30), donde ya mora su Señor y Salvador. Y esta esperanza da fuerzas para la vida diaria, hasta que alcancemos la meta gloriosa.
_Adaptación TGS 2024_