26-07-2010, 06:51 AM
Pecados ocultos
Algunos hermanos les he escuchado, cuando suben al púlpito, alusiones a “pecados ocultos”, no de ellos, sino de los demás. Y, la consecuente invitación a confesarlos a los Ancianos de la asamblea…porque no basta confesarlos a Dios…
¿Qué sustento bíblico encontramos para tales afirmaciones?
He buscado en mi Biblia algún pasaje relacionado con esta confesión de pecados ocultos a los pastores…y lo que he hallado son estos pasajes:
1Ti 5:24 Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, mas a otros se les descubren después.
1Ti 5:25 Asimismo se hacen manifiestas las buenas obras; y las que son de otra manera, no pueden permanecer ocultas.
Por otro lado…CONSIDERO ESTE PASAJE COMO DOCTRINAL:
1Jn 1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1Jn 1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
El comentario que aparece en E-Sword respecto al primer pasaje es este:
24. Se especifican dos clases de pecados: aquellos palpablemente manifiestos (así el griego por “abiertos de antemano” debe traducirse; así Heb_7:14 se traduce “notorio”; lit., “ante” los ojos), explicado además como “yendo a juicio anticipadamente”; y los pecados que siguen tras los hombres; nuestra versión “a otros les vienen después”; es decir, no yendo delante, acusándolos fuertemente, sino escondidos hasta que lleguen al juicio; así en el v. 25 “las buenas obras” son de dos clases: las palpablemente manifiestas (tradúzcase así, en vez de “antes son manifiestas”) y “aquellas que son de otra manera”, es decir, no manifiestas palpablemente. Pero de ambas clases igualmente “no pueden esconderse”. La primera clase de las malas y de las buenas ya son manifiestas; la segunda clase en ambos casos no son manifiestas ahora, pero lo serán en el juicio final. antes que vengan ellos a juicio—como heraldos; pecados atroces que acusan a su perpetrador. La conexión parece ésta: En el v. 20 Pablo había mandado a Timoteo: “A los que pecan, repréndelos delante de todos”; y en el v. 22: “Ni participes en los pecados de otros”, ordenando a hombres impíos; entonces en la cláusula, “consérvate en limpieza”, por una digresión, habiendo hecho una salvaguardia contra un error ascético de Timoteo en suponer que la pureza consistiera en el ascetismo, y habiéndole exhortado a que usase vino para fortalecerse para la obra, vuelve al tema de que Timoteo fuese enérgico como superintendente en reprender el pecado, sea en los presbíteros, sea en el pueblo y evitar participación en los pecados de otros por la ordenación de candidatos impíos. Dice, pues, que hay dos clases de pecados, como hay también dos clases de buenas obras; los palpablemente manifiestos, y los que no lo son. Los primeros son aquéllos en los cuales deberás obrar decididamente de una vez, sea para reprender en general, sea para ordenar ministros en particular. En cuanto a los pecados de la segunda clase, sólo el juicio final puede decidir; por más escondidos que estén ahora, “no pueden esconderse” entonces. Esto sólo podría decirse del juicio final (1Co_4:5;
1Co 4:5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
El Señor también mencionó sobre la fornicación espiritual, aquella que tiene lugar en el interior de la mente de la persona, leemos:
Mat 5:28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
¿Será que tendremos que mandar a construir confesionarios en las Asambleas para satisfacer la confesión de pecados ocultos?
Porque lo que hemos aprendido sobre el creyente genuino, es que no practica el pecado; la oveja cuando cae en el lodo inmediatamente busca apartarse porque ese no es su medio natural…en cambio el cerdo se revuelca en él…porque ese es su medio natural.
2Ti 2:19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.
Otro argumento que he escuchado respecto a la necesidad de confesar “pecados ocultos” a los hombres, porque no basta la confesión al Señor y el apartarse de ellos, es la idea que... mientras no se confiese a los ancianos…la asamblea se debilita…
Esperando vuestros aportes…
Edison
Algunos hermanos les he escuchado, cuando suben al púlpito, alusiones a “pecados ocultos”, no de ellos, sino de los demás. Y, la consecuente invitación a confesarlos a los Ancianos de la asamblea…porque no basta confesarlos a Dios…
¿Qué sustento bíblico encontramos para tales afirmaciones?
He buscado en mi Biblia algún pasaje relacionado con esta confesión de pecados ocultos a los pastores…y lo que he hallado son estos pasajes:
1Ti 5:24 Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, mas a otros se les descubren después.
1Ti 5:25 Asimismo se hacen manifiestas las buenas obras; y las que son de otra manera, no pueden permanecer ocultas.
Por otro lado…CONSIDERO ESTE PASAJE COMO DOCTRINAL:
1Jn 1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1Jn 1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
El comentario que aparece en E-Sword respecto al primer pasaje es este:
24. Se especifican dos clases de pecados: aquellos palpablemente manifiestos (así el griego por “abiertos de antemano” debe traducirse; así Heb_7:14 se traduce “notorio”; lit., “ante” los ojos), explicado además como “yendo a juicio anticipadamente”; y los pecados que siguen tras los hombres; nuestra versión “a otros les vienen después”; es decir, no yendo delante, acusándolos fuertemente, sino escondidos hasta que lleguen al juicio; así en el v. 25 “las buenas obras” son de dos clases: las palpablemente manifiestas (tradúzcase así, en vez de “antes son manifiestas”) y “aquellas que son de otra manera”, es decir, no manifiestas palpablemente. Pero de ambas clases igualmente “no pueden esconderse”. La primera clase de las malas y de las buenas ya son manifiestas; la segunda clase en ambos casos no son manifiestas ahora, pero lo serán en el juicio final. antes que vengan ellos a juicio—como heraldos; pecados atroces que acusan a su perpetrador. La conexión parece ésta: En el v. 20 Pablo había mandado a Timoteo: “A los que pecan, repréndelos delante de todos”; y en el v. 22: “Ni participes en los pecados de otros”, ordenando a hombres impíos; entonces en la cláusula, “consérvate en limpieza”, por una digresión, habiendo hecho una salvaguardia contra un error ascético de Timoteo en suponer que la pureza consistiera en el ascetismo, y habiéndole exhortado a que usase vino para fortalecerse para la obra, vuelve al tema de que Timoteo fuese enérgico como superintendente en reprender el pecado, sea en los presbíteros, sea en el pueblo y evitar participación en los pecados de otros por la ordenación de candidatos impíos. Dice, pues, que hay dos clases de pecados, como hay también dos clases de buenas obras; los palpablemente manifiestos, y los que no lo son. Los primeros son aquéllos en los cuales deberás obrar decididamente de una vez, sea para reprender en general, sea para ordenar ministros en particular. En cuanto a los pecados de la segunda clase, sólo el juicio final puede decidir; por más escondidos que estén ahora, “no pueden esconderse” entonces. Esto sólo podría decirse del juicio final (1Co_4:5;
1Co 4:5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
El Señor también mencionó sobre la fornicación espiritual, aquella que tiene lugar en el interior de la mente de la persona, leemos:
Mat 5:28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
¿Será que tendremos que mandar a construir confesionarios en las Asambleas para satisfacer la confesión de pecados ocultos?
Porque lo que hemos aprendido sobre el creyente genuino, es que no practica el pecado; la oveja cuando cae en el lodo inmediatamente busca apartarse porque ese no es su medio natural…en cambio el cerdo se revuelca en él…porque ese es su medio natural.
2Ti 2:19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.
Otro argumento que he escuchado respecto a la necesidad de confesar “pecados ocultos” a los hombres, porque no basta la confesión al Señor y el apartarse de ellos, es la idea que... mientras no se confiese a los ancianos…la asamblea se debilita…
Esperando vuestros aportes…
Edison