11-08-2016, 11:51 PM
Viernes
Leer con oración:
Ez 34:1-12; Mt 9:36-38; Jn 15:16; 1 P 5:1-2
“Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”(Mt 9:35-36)
Dios Desea Que Cuidemos A Las Personas
Una oveja sin pastor se queda sin conducción, no sabe hacia dónde ir ni qué hacer. De igual manera, un recién convertido no sabe qué significa su nueva vida, incluso no entiende la Biblia, no sabe cómo depender del Señor para tomar decisiones. Necesita ser conducido, necesita de un pastor que lo ayude a andar según la voluntad de Dios.
Muchas personas han estado con nosotros, conocieron nuestro medio, fueron salvas, pero ¿Por qué no permanecieron? Hemos perdido a muchas personas porque no las hemos pastoreado (Ez 34:4a). Cuando termina la reunión, nos vamos a nuestras casas y ¿Quién cuida de aquella ovejita que acaba de entregar su vida, su futuro al Señor? Ella necesita de alguien que la ayude al día siguiente a invocar el nombre del Señor y a depender de Él. Necesita ser orientada sobre cómo leer la Biblia para entenderla y qué libros espirituales serían importantes leer. Por eso una oveja necesita de un pastor, necesita tener seguridad para saber adónde ir para no perderse. Nuestro grupo familiar debe tener pastores para cuidar a esas personas nuevas.
Las hermanas también pueden ser pastoras para conducir a su vecina o amiga al Señor. Muchas de ellas vienen con enfermedades, problemas del pasado, problemas espirituales, familiares o hasta problemas conyugales. No obstante, muchas veces no estamos dispuestos a salir de nuestra zona de confort, de nuestra comodidad, entonces somos indiferentes a los problemas de las personas (Ez 34:1-6). Cambiemos nuestra actitud. ¡Pastoreémoslas para no perder el fruto ganado! Vamos a ganar personas, a cuidarlas y hacer que permanezcan en la vida de la iglesia (Jn 15:16b).
Muchas personas nuevas necesitan ayuda en la oración para ser liberadas de algún problema espiritual, enfermedades, o algún otro tipo de problema que las oprimen; otras necesitan de alguien que las ayude a buscar al Señor, pues no logran hacerlo solas. Nosotros tenemos que ser sensibles a las necesidades de las ellas.
Hay muchas necesidades; las ovejas necesitan ser cuidadas, pero los obreros son pocos (Mt 9:37). ¿Usted es un voluntario para ser uno de esos obreros? Todos nosotros, las hermanas, los hermanos, podemos disponernos para asumir la responsabilidad de cuidar de las ovejas. Así, muchas ovejas recibirán cuidados y, ciertamente, este año será un año de multiplicación en la iglesia del Señor.
Al cuidar a las ovejas de Dios, debemos anhelar tener la función de pastor, y no la posición de liderazgo: “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada” (1 P 5:1). Es necesario que en las iglesias haya líderes con esa realidad, y no sólo con el título o posición.
Seamos realmente buenos pastores de los hermanos y cuidemos bien del rebaño de Dios. No sea una persona pasiva en la iglesia, sino una persona proactiva, una que asume responsabilidades con el pueblo de Dios. Ya sea un anciano o un diácono, el Señor lo necesita para ser un buen pastor que pastorea a Su rebaño, no por fuerza, sino voluntariamente, con ánimo pronto (1 P 5:2).
Punto Clave: Anhelar la función de pastor.
Pregunta: ¿Cómo se ha comportado ante la necesidad de las personas de ser cuidadas?
La Iglesia en Armenia
¡Jesus es el Señor!
Leer con oración:
Ez 34:1-12; Mt 9:36-38; Jn 15:16; 1 P 5:1-2
“Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”(Mt 9:35-36)
Dios Desea Que Cuidemos A Las Personas
Una oveja sin pastor se queda sin conducción, no sabe hacia dónde ir ni qué hacer. De igual manera, un recién convertido no sabe qué significa su nueva vida, incluso no entiende la Biblia, no sabe cómo depender del Señor para tomar decisiones. Necesita ser conducido, necesita de un pastor que lo ayude a andar según la voluntad de Dios.
Muchas personas han estado con nosotros, conocieron nuestro medio, fueron salvas, pero ¿Por qué no permanecieron? Hemos perdido a muchas personas porque no las hemos pastoreado (Ez 34:4a). Cuando termina la reunión, nos vamos a nuestras casas y ¿Quién cuida de aquella ovejita que acaba de entregar su vida, su futuro al Señor? Ella necesita de alguien que la ayude al día siguiente a invocar el nombre del Señor y a depender de Él. Necesita ser orientada sobre cómo leer la Biblia para entenderla y qué libros espirituales serían importantes leer. Por eso una oveja necesita de un pastor, necesita tener seguridad para saber adónde ir para no perderse. Nuestro grupo familiar debe tener pastores para cuidar a esas personas nuevas.
Las hermanas también pueden ser pastoras para conducir a su vecina o amiga al Señor. Muchas de ellas vienen con enfermedades, problemas del pasado, problemas espirituales, familiares o hasta problemas conyugales. No obstante, muchas veces no estamos dispuestos a salir de nuestra zona de confort, de nuestra comodidad, entonces somos indiferentes a los problemas de las personas (Ez 34:1-6). Cambiemos nuestra actitud. ¡Pastoreémoslas para no perder el fruto ganado! Vamos a ganar personas, a cuidarlas y hacer que permanezcan en la vida de la iglesia (Jn 15:16b).
Muchas personas nuevas necesitan ayuda en la oración para ser liberadas de algún problema espiritual, enfermedades, o algún otro tipo de problema que las oprimen; otras necesitan de alguien que las ayude a buscar al Señor, pues no logran hacerlo solas. Nosotros tenemos que ser sensibles a las necesidades de las ellas.
Hay muchas necesidades; las ovejas necesitan ser cuidadas, pero los obreros son pocos (Mt 9:37). ¿Usted es un voluntario para ser uno de esos obreros? Todos nosotros, las hermanas, los hermanos, podemos disponernos para asumir la responsabilidad de cuidar de las ovejas. Así, muchas ovejas recibirán cuidados y, ciertamente, este año será un año de multiplicación en la iglesia del Señor.
Al cuidar a las ovejas de Dios, debemos anhelar tener la función de pastor, y no la posición de liderazgo: “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada” (1 P 5:1). Es necesario que en las iglesias haya líderes con esa realidad, y no sólo con el título o posición.
Seamos realmente buenos pastores de los hermanos y cuidemos bien del rebaño de Dios. No sea una persona pasiva en la iglesia, sino una persona proactiva, una que asume responsabilidades con el pueblo de Dios. Ya sea un anciano o un diácono, el Señor lo necesita para ser un buen pastor que pastorea a Su rebaño, no por fuerza, sino voluntariamente, con ánimo pronto (1 P 5:2).
Punto Clave: Anhelar la función de pastor.
Pregunta: ¿Cómo se ha comportado ante la necesidad de las personas de ser cuidadas?
La Iglesia en Armenia
¡Jesus es el Señor!