26-07-2010, 05:07 PM
¡Qué tema Edison!
Y tienes razón. La alusión al "juicio final" es muy errática. Quiero decir, si para introducir el concepto del "juicio final" se hace alusión a 1Co 4:5 "Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios" entonces no se puede hablar del juicio del Gran Trono Blanco pues "difícilmente" (apelo a una ironía) alguien que comparezca allí recibirá su alabanza de Dios.
Ahora, en el escrito que transcribes, también se hace énfasis en la consideración particular de los pecados de los "candidatos" a ser "ordenados" al ministerio.
¿Quién hace ese examen en nuestros días? ¿Acaso hay algún dignatario con poderes especiales, o quizás con algún don, que le permita determinar la condición interior de un "candidato"? ¿Y es que hay alguien con autoridad apostólica para "ordenar" ministros?
¡Cuántos asuntos deben llevarnos a escudriñar más las Escrituras querido Edison, en estos momentos en que los "estatutos" de las instituciones han reemplazado a las claras y sencillas instrucciones bíblicas!
Sigamos considerando el tema original que propusiste, y también tomemos nota de las derivaciones que van surgiendo en el camino.
Y tienes razón. La alusión al "juicio final" es muy errática. Quiero decir, si para introducir el concepto del "juicio final" se hace alusión a 1Co 4:5 "Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios" entonces no se puede hablar del juicio del Gran Trono Blanco pues "difícilmente" (apelo a una ironía) alguien que comparezca allí recibirá su alabanza de Dios.
Ahora, en el escrito que transcribes, también se hace énfasis en la consideración particular de los pecados de los "candidatos" a ser "ordenados" al ministerio.
¿Quién hace ese examen en nuestros días? ¿Acaso hay algún dignatario con poderes especiales, o quizás con algún don, que le permita determinar la condición interior de un "candidato"? ¿Y es que hay alguien con autoridad apostólica para "ordenar" ministros?
¡Cuántos asuntos deben llevarnos a escudriñar más las Escrituras querido Edison, en estos momentos en que los "estatutos" de las instituciones han reemplazado a las claras y sencillas instrucciones bíblicas!
Sigamos considerando el tema original que propusiste, y también tomemos nota de las derivaciones que van surgiendo en el camino.