12-02-2018, 10:47 AM
Por Paulo Barbosa
A los amigos del grupo cristianos: Para reflexionar...(12/02/18)
Lo Que Más Quiero
"Mas yo en ti confío, oh Señor; Digo: Tú eres mi Dios" (Salmos 31:14).
Una enfermera inglesa cuenta su experiencia de cuando cuidaba a Rudyard Kipling, el poeta británico. Él estaba terriblemente enfermo. Una mañana, estaba inquieto en la cama, agitándose en demasía. Llegó cerca de él y le preguntó: "¿Desea algo, señor?" Con voz muy débil él contestó: "¡Quiero a Dios! ¡Quiero a Dios!" Es exactamente eso lo que debemos querer -- a Dios.
En cualquier momento, ante cualquier circunstancia, sea cual sea nuestra necesidad, la solución es Dios. Si nuestra vida está confusa y no sabemos qué hacer, queremos Dios. Si estamos cansados de luchar y no vemos señal de victoria, queremos a Dios. Si las enfermedades nos cercan y no vemos espacio para una vida saludable, queremos a Dios. Si no tenemos problema alguno, y si la paz nos envuelve completamente, queremos a Dios.
Dios nos devuelve la tranquilidad, sean cuales sean los motivos de inquietud. Él nos trae confianza, aun cuando un huracán de frustraciones intente desalentarnos. Es nuestro Dios fuerte, nuestro Alentador y Amigo en las noches de insomnio. Él ¡es Dios!
Queremos estar con Él y queremos que Él esté con nosotros. El poeta quería a Dios. La enfermera, si no lo quería, pasó a quererlo. Yo Lo quiero de todo corazón. ¿Y tú?
Visite nuestra página en Español: www.ministeriopararefletir.com.br y click en Ministerio Para Reflexionar
Paulo Barbosa Un ciego en el Internet
paulobarbosa@ministeriopararefletir.com.br Ministerio Para Reflexionar - 21 años de bendiciones
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Enviado por: "Paulo Barbosa" <paulobarbosa.pararefletir02@gmail.com>
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Lo Que Más Quiero
"Mas yo en ti confío, oh Señor; Digo: Tú eres mi Dios" (Salmos 31:14).
Una enfermera inglesa cuenta su experiencia de cuando cuidaba a Rudyard Kipling, el poeta británico. Él estaba terriblemente enfermo. Una mañana, estaba inquieto en la cama, agitándose en demasía. Llegó cerca de él y le preguntó: "¿Desea algo, señor?" Con voz muy débil él contestó: "¡Quiero a Dios! ¡Quiero a Dios!" Es exactamente eso lo que debemos querer -- a Dios.
En cualquier momento, ante cualquier circunstancia, sea cual sea nuestra necesidad, la solución es Dios. Si nuestra vida está confusa y no sabemos qué hacer, queremos Dios. Si estamos cansados de luchar y no vemos señal de victoria, queremos a Dios. Si las enfermedades nos cercan y no vemos espacio para una vida saludable, queremos a Dios. Si no tenemos problema alguno, y si la paz nos envuelve completamente, queremos a Dios.
Dios nos devuelve la tranquilidad, sean cuales sean los motivos de inquietud. Él nos trae confianza, aun cuando un huracán de frustraciones intente desalentarnos. Es nuestro Dios fuerte, nuestro Alentador y Amigo en las noches de insomnio. Él ¡es Dios!
Queremos estar con Él y queremos que Él esté con nosotros. El poeta quería a Dios. La enfermera, si no lo quería, pasó a quererlo. Yo Lo quiero de todo corazón. ¿Y tú?
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