07-12-2016, 05:10 PM
Hola Ramón:
Ten la tranquilidad de que no te estaba cuestionando cuando escribí mi respuesta, y entendí tu inquietud.
Pero es que, como afirmé antes, este tema es muy complejo y tiene connotaciones que, al menos yo, no manejo.
He leído que tres de los sobrevivientes del accidente, incluida la azafata Ximena, que ya fue dada de alta, son cristianos. Es evidente que Dios no estuvo ausente, pese a las conjeturas de innumerables personajes que han escrito en los periódicos todo tipo de versiones, Un diario hasta dio cuenta de que el avión fue víctima de un rito masónico, que no vale la pena pormenorizar, y que por eso se estrelló. Seríamos ingenuos si nos dejáramos llevar por todo lo que se habla por ahí, pero no lo somos tanto cuando se quiere cargar toda la culpa sobre el piloto, cuando sin duda hubo responsabilidades compartidas por todo tipo de funcionarios que faltaron a su deber.
Ahora, con el hecho consumado y el piloto muerto, cada uno tratará se salvar su propio pellejo.
No obstante, me remito a citar lo que está escrito (por vía de aplicación práctica pero sin pretender ignorar el contexto inmediato de esta Escritura):
Lam 3:37 ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?
Lam 3:39 ¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado.
Lam 3:40 Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová;
Lam 3:41 Levantemos nuestros corazones y manos a Dios en los cielos;
Esto significa que toda criatura humana debe estar preparada para enfrentar la muerte en cualquier instante, sea en un avión o cómodamente sentada en un sillón de su casa. El tiempo de vida para las víctimas de la catástrofe aérea llegó a su fin. Las personas que estaban preparadas, es decir, quienes antes habían recibido por fe al Señor Jesucristo como Salvador y Señor, ya están con Él. Algunas fueron maravillosamente preservadas con vida, en el propósito de Dios para que siguieran sirviéndole por un tiempo más en este mundo, como las que hemos citado, pero otras, lamentablemente, ignoraron a Dios, y ya no tienen oportunidad de ser salvos en ningún sentido.
La sangre del Señor Jesucristo nos limpia de todo pecado, pero ya no será eficaz para los que en su vida terrenal rechazaron la Gracia de Dios.
El cielo es una realidad, y el infierno también. Qué bueno sería tener la certeza de que los pasajeros del avión siniestrado hayan estado preparados, y hoy estén con Cristo, que es muchísimo mejor.
Un abrazo, mi hermano!
Heriberto
Ten la tranquilidad de que no te estaba cuestionando cuando escribí mi respuesta, y entendí tu inquietud.
Pero es que, como afirmé antes, este tema es muy complejo y tiene connotaciones que, al menos yo, no manejo.
He leído que tres de los sobrevivientes del accidente, incluida la azafata Ximena, que ya fue dada de alta, son cristianos. Es evidente que Dios no estuvo ausente, pese a las conjeturas de innumerables personajes que han escrito en los periódicos todo tipo de versiones, Un diario hasta dio cuenta de que el avión fue víctima de un rito masónico, que no vale la pena pormenorizar, y que por eso se estrelló. Seríamos ingenuos si nos dejáramos llevar por todo lo que se habla por ahí, pero no lo somos tanto cuando se quiere cargar toda la culpa sobre el piloto, cuando sin duda hubo responsabilidades compartidas por todo tipo de funcionarios que faltaron a su deber.
Ahora, con el hecho consumado y el piloto muerto, cada uno tratará se salvar su propio pellejo.
No obstante, me remito a citar lo que está escrito (por vía de aplicación práctica pero sin pretender ignorar el contexto inmediato de esta Escritura):
Lam 3:37 ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?
Lam 3:39 ¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado.
Lam 3:40 Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová;
Lam 3:41 Levantemos nuestros corazones y manos a Dios en los cielos;
Esto significa que toda criatura humana debe estar preparada para enfrentar la muerte en cualquier instante, sea en un avión o cómodamente sentada en un sillón de su casa. El tiempo de vida para las víctimas de la catástrofe aérea llegó a su fin. Las personas que estaban preparadas, es decir, quienes antes habían recibido por fe al Señor Jesucristo como Salvador y Señor, ya están con Él. Algunas fueron maravillosamente preservadas con vida, en el propósito de Dios para que siguieran sirviéndole por un tiempo más en este mundo, como las que hemos citado, pero otras, lamentablemente, ignoraron a Dios, y ya no tienen oportunidad de ser salvos en ningún sentido.
La sangre del Señor Jesucristo nos limpia de todo pecado, pero ya no será eficaz para los que en su vida terrenal rechazaron la Gracia de Dios.
El cielo es una realidad, y el infierno también. Qué bueno sería tener la certeza de que los pasajeros del avión siniestrado hayan estado preparados, y hoy estén con Cristo, que es muchísimo mejor.
Un abrazo, mi hermano!
Heriberto