Jorge Hernandez escribió:...lo que le entendi es que en sus repuestas usted escribe expresandose como cantinfla, que habla, habla y como resultado no dice nada
Yo tambien entiendo que usted entienda que no se me entienda nada por cuanto no hago entender lo que he entendido sobre este tema que debatimos.
Así que, de la misma manera que usted realiza sus aportes, le presento el siguiente pasaje bíblico ...
Sal_14:1 ... No hay Dios
Por lo tanto ... ¿tendrá sentido el seguir debatiendo? ¿tendrá sentido el seguir estudiando este tema del rapto, gran tribulación y el milenio?
Si aceptamos la Biblia como única base para lo que creemos y vivimos, entonces ¿que hacer ante las palabras de este salmo? ¿que importancia tendría el seguir gastando tiempo y recursos en comprender aquello que de poco o nada nos servirá si atendemos a lo que la propia Escritura nos presenta?
Creo que tanto usted como yo como cualquier lector que nos siga ENTIENDE que la manera de presentar nuestros argumentos hace imposible que se nos entienda lo que tratamos de expresar.
Es obvio que la única manera correcta para presentar nuestros argumentos y posturas es presentar nuestra base biblica y nuestra explicacion de la misma.
Por tanto, en base a sus tres citas biblicas aportadas, le hago notar el error de interpretación que hace desde la primera ...
Cita:1. mateo 28: 20 "enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." en este texto Cristo habla del fin del mundo, fin del mundo: quiere decir termino total de la vida en esta tierra
Su error es malinterpretar la palabra "mundo". Y con su base equivocada es razonable que su conclusión tambien lo resulte. Desechar el significado primario de las palabras y forzarles a que digan lo que no dicen es lo que lleva al entendimiento humano al error en sus afirmaciones.
Quizás usted se digne hacernos entender de cuales "mundos" habla el Señor Jesús en el siguiente pasaje:
Luc 20:34-35 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento