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Después de esta vida
#1
Después de esta vida ¿Qué?

¿A donde te vas cuando mueras?

Hay dos lugares a donde una persona va a ir, al cielo o al infierno y la mayoría de nosotros fuimos educados pensando que si somos buenos, iremos al cielo, pero si somos malos, iremos al infierno.

Pareciera que todos tenemos muy claro quienes son buenos y quienes son malos o quienes nos son tan buenos y quienes no son tan malos.

Pero ¿Quién establece los parámetros objetivos de la bondad o la maldad? Porque es muy probable que lo que para uno sea bueno, para otro no lo sea y ¿Cuales son los requisitos a llenar para salvarse?

Los parámetros del bien y el mal, no son dados por el hombre en si o lo que emocionalmente considere sea mejor. Sino el Creador, Dios.

Y Dios dice:

Romanos 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

¿Quiénes son “todos”? Si tu piensas que por tus propios medios alcanzarás la salvación, déjame decirte que Dios dice qué no hay ninguno que no haya pecado, es decir que todos somos pecadores.

Dios estableció mandamientos en su ley, para que por medio de ellos el hombre supiese el estándar de perfección, pero lo interesante es que son parámetros tan altos que son inalcanzables para el hombre, pues Dios los ha tomado de su mismo carácter perfecto e inamovible.

Santiago 2:10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.

Es muy probable que pensemos que hay personas menos malas que otras, pero para Dios, el que falla en un mandamiento, se hace culpable de todos y esto implica que no hay “buenas” personas o que hay pecados chicos, medianos o grandes, pues Dios ve al pecado como una falta grave en cualquier manifestación, pues fallar en uno significa que pertenece a la naturaleza caída heredada por Adán y Eva, la naturaleza del pecado.

Bueno, todos somos pecadores de acuerdo a lo que Dios dice y ¿Qué sucede entonces?

Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Todos tenemos una idea bastante clara de lo que significa la muerte, sin embargo, es un concepto incompleto, la palabra muerte que se traduce en la escritura, en su idioma original es lo mismo que decir “separación” y afecta en tres sentidos:

1ª. Separación del alma y el cuerpo (Muerte física)
2º. Separación de Dios y el hombre (Destitución)
3º. Separación eterna (Infierno).

Hebreos 9:27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,

Cuando sucede la separación del cuerpo y el alma, deberemos someternos a un juicio y como ya hemos visto que todos somos pecadores, el veredicto es de culpable.

¿Estás de acuerdo con ello? ¿Reconoces que eres pecador? Si es así, tienes una magnífica oportunidad.

El Señor Jesucristo dijo:

Juan 5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.

Al reconocer que eres pecador, implícitamente haz creído que lo que Dios dice en su palabra es verdad y al haber leído hasta aquí, haz leído la palabra de Dios en los versículos expuestos con anterioridad y haz creído en Dios que envío a su Hijo Jesucristo.

Comparemos este versículo contra los anteriores:

Romanos 3:23 “Separados de Dios” Vs. Juan 5:24 “tiene vida eterna”
Romanos 6:23 “Separados eternamente” Vs. Juan 5:24 “no vendrá a condenación”

Se cancela la separación con Dios y la condenación del infierno. Pero ¿Quién paga lo que la ley demanda?

1Corintios 15:3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;

Este es el evangelio de Dios, el evangelio de Cristo, las buenas nuevas dadas por Dios a los hombres que estábamos perdidos en nuestros pecados.

Pues no había nada que pudiésemos hacer por nosotros, porque nuestras buenas obras sin Cristo, son:

Isaías 64:6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.

Pero Dios, que nos ama, dio a su Hijo para que tomase nuestro lugar convirtiéndolo en el único mediador entre Dios y los hombres, para religar en una relación personal y verdadera a los dos:

1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,

Nadie más, ni nada nos puede ligar con Dios nuevamente, más que el Señor Jesucristo.

Hechos de los apóstoles 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

El Señor quiere de tal manera tener una relación personal que te dice…

Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Quiere morar en ti, como ya lo hizo en mí, pues por medio de él recibimos una nueva naturaleza…

Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

De criaturas, podemos pasar a ser hijos de Dios, recibiendo a Cristo en nuestro corazón. ¿Quieres recibirlo? ¿Quieres hacer efectivo el pago que ya hizo en la cruz?

Haz esta sencilla oración:

Señor Jesús, reconozco que soy pecador y te pido perdón por todos mis pecados; te ruego que entres a mi corazón y me des el regalo de la vida eterna. Te lo pido en tu Santo nombre Señor Jesucristo. Amén.
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