13-09-2017, 01:02 PM
Por: GMF
Tomado de: http://siguiendosuspisadas.com.ar/
¿Existirá alguna persona en el mundo que no tenga problemas?, Los problemas no respetan sexo, ni edad, así como tampoco estado civil, nivel económico, nacionalidad o raza, todo el mundo los tiene, algunos más graves que otros, los problemas son causantes de fuertes depresiones, muertes prematuras, desordenes emocionales y enfermedades. Hay ocasiones que por la "falta de solución a los problemas" algunas personas toman decisiones trágicas que afectan además de ellos mismos a terceras personas.
¿Por qué hay problemas?. ¿Cómo evitarlos?, ¿Qué se puede hacer al respecto?. Como Cristianos tenemos problemas, y también a muchos nos afecta, ¿por qué es esto?. Hace tiempo un niño enfermo de asma de 5 años me pregunto: ¿porqué si yo le he pedido a Dios en oración que me cure del asma, Dios no me ha curado?, que difícil pregunta ¿no crees?. ¿Cómo responderle a este niño, a quien se le está enseñando que Dios escucha, que lo ama, y que quiere lo mejor para él?, Así que le pedí a Dios que me diera una respuesta y lo único que se me ocurrió en ese momento fue decirle que seguramente en el momento que el no necesitara del asma en su vida para verse obligado a recurrir a Dios, entonces el Señor le quitaría el asma. Y le dije que muchas veces los Cristianos necesitamos (tristemente) los problemas, porque es la única forma en que nos acordamos de Dios.
Pensando en esto, recuerdo que en cierta ocasión que viajé en avión, antes del despegue las condiciones del clima no parecían ser las mejores, estaba nublado, había viento y una ligera llovizna, algunos relámpagos y truenos a lo lejos, así que pensamos que el vuelo se suspendería pero no fue así, el piloto nos advirtió que sufriríamos de cierta turbulencia, lo cual ocurrió poco antes de sobrevolar las nubes, una vez arriba de las nubes, el mal tiempo desapareció, de forma tal que era posible ver el sol irradiando su luz y una completa calma. Por la ventanilla hacia abajo se veían claramente los nubarrones y el mal tiempo, ¡justo debajo de nosotros!. Si hacemos un paralelismo, podemos pensar que los nubarrones y el mal tiempo son precisamente los problemas, y aunque estos no desaparecerán, los Cristianos debiéramos siempre sobrevolarlos, es decir, que aunque estos existan en nuestra vida, no deben afectarnos al grado de deprimirnos, desesperarnos o enfermarnos.
Los Cristianos tenemos la oferta de Jesús quien nos invita "Venid a mí, todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar"(Mat 11:28), "Pedid y se os dará" (Mat 7:7), "Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre Yo lo haré" (Juan 15:16), la Biblia está llena de promesas y de ofrecimientos de Dios para nuestra vida, solo debemos de apropiarlos, pero ¿por qué no lo hacemos así? ¿Por qué es tan difícil a veces?. Perdemos nuestra fortaleza espiritual cuando rompemos nuestra comunión con Dios, somos infieles, pero fiel es el Señor quien pese a nuestra infidelidad Él permanece fiel pues Él no se niega a sí mismo (2 Tim 2:13). Así que los Cristianos debemos caminar por encima de los problemas, y no permitir que estos nos derrumben. Cuando el Apóstol Pablo aconseja "orar sin cesar" (1 Tes 5:17), tiene que ver con la comunión que debemos guardar con Dios, ya que a toda hora y en todo lugar, Dios debe estar en nuestro pensamiento, debemos hablar con Él y depositar en Dios nuestras cargas, dice su palabra que si hacemos esto, la Paz que sobrepasa todo entendimiento (Fil 4:6-7), es la que sentiremos, esa paz especial que hace que nos sintamos bien y veamos desde un ángulo muy diferente a los problemas que vivimos sin que nos afecten mas. Quienes hemos experimentado esto, podemos decir que ante la sorpresa de propios y extraños a nuestro alrededor, los problemas no nos quitan el sueño, estamos por encima de ellos confiando en las palabras que el Espíritu Santo inspiró a escribir a David en el Salmo 37:5 "Encomienda al Señor tu camino y confía en Él; y Él hará".
Personalmente doy gracias a Dios por los problemas que me obligan a tener una dependencia permanente del Señor.
Dios te bendiga
Tomado de: http://siguiendosuspisadas.com.ar/
Problemas
¿Existirá alguna persona en el mundo que no tenga problemas?, Los problemas no respetan sexo, ni edad, así como tampoco estado civil, nivel económico, nacionalidad o raza, todo el mundo los tiene, algunos más graves que otros, los problemas son causantes de fuertes depresiones, muertes prematuras, desordenes emocionales y enfermedades. Hay ocasiones que por la "falta de solución a los problemas" algunas personas toman decisiones trágicas que afectan además de ellos mismos a terceras personas.
¿Por qué hay problemas?. ¿Cómo evitarlos?, ¿Qué se puede hacer al respecto?. Como Cristianos tenemos problemas, y también a muchos nos afecta, ¿por qué es esto?. Hace tiempo un niño enfermo de asma de 5 años me pregunto: ¿porqué si yo le he pedido a Dios en oración que me cure del asma, Dios no me ha curado?, que difícil pregunta ¿no crees?. ¿Cómo responderle a este niño, a quien se le está enseñando que Dios escucha, que lo ama, y que quiere lo mejor para él?, Así que le pedí a Dios que me diera una respuesta y lo único que se me ocurrió en ese momento fue decirle que seguramente en el momento que el no necesitara del asma en su vida para verse obligado a recurrir a Dios, entonces el Señor le quitaría el asma. Y le dije que muchas veces los Cristianos necesitamos (tristemente) los problemas, porque es la única forma en que nos acordamos de Dios.
Pensando en esto, recuerdo que en cierta ocasión que viajé en avión, antes del despegue las condiciones del clima no parecían ser las mejores, estaba nublado, había viento y una ligera llovizna, algunos relámpagos y truenos a lo lejos, así que pensamos que el vuelo se suspendería pero no fue así, el piloto nos advirtió que sufriríamos de cierta turbulencia, lo cual ocurrió poco antes de sobrevolar las nubes, una vez arriba de las nubes, el mal tiempo desapareció, de forma tal que era posible ver el sol irradiando su luz y una completa calma. Por la ventanilla hacia abajo se veían claramente los nubarrones y el mal tiempo, ¡justo debajo de nosotros!. Si hacemos un paralelismo, podemos pensar que los nubarrones y el mal tiempo son precisamente los problemas, y aunque estos no desaparecerán, los Cristianos debiéramos siempre sobrevolarlos, es decir, que aunque estos existan en nuestra vida, no deben afectarnos al grado de deprimirnos, desesperarnos o enfermarnos.
Los Cristianos tenemos la oferta de Jesús quien nos invita "Venid a mí, todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar"(Mat 11:28), "Pedid y se os dará" (Mat 7:7), "Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre Yo lo haré" (Juan 15:16), la Biblia está llena de promesas y de ofrecimientos de Dios para nuestra vida, solo debemos de apropiarlos, pero ¿por qué no lo hacemos así? ¿Por qué es tan difícil a veces?. Perdemos nuestra fortaleza espiritual cuando rompemos nuestra comunión con Dios, somos infieles, pero fiel es el Señor quien pese a nuestra infidelidad Él permanece fiel pues Él no se niega a sí mismo (2 Tim 2:13). Así que los Cristianos debemos caminar por encima de los problemas, y no permitir que estos nos derrumben. Cuando el Apóstol Pablo aconseja "orar sin cesar" (1 Tes 5:17), tiene que ver con la comunión que debemos guardar con Dios, ya que a toda hora y en todo lugar, Dios debe estar en nuestro pensamiento, debemos hablar con Él y depositar en Dios nuestras cargas, dice su palabra que si hacemos esto, la Paz que sobrepasa todo entendimiento (Fil 4:6-7), es la que sentiremos, esa paz especial que hace que nos sintamos bien y veamos desde un ángulo muy diferente a los problemas que vivimos sin que nos afecten mas. Quienes hemos experimentado esto, podemos decir que ante la sorpresa de propios y extraños a nuestro alrededor, los problemas no nos quitan el sueño, estamos por encima de ellos confiando en las palabras que el Espíritu Santo inspiró a escribir a David en el Salmo 37:5 "Encomienda al Señor tu camino y confía en Él; y Él hará".
Personalmente doy gracias a Dios por los problemas que me obligan a tener una dependencia permanente del Señor.
Dios te bendiga