La Soberanía de Dios
A. W. Pink
Este es un resumen extractado del libro “La soberanía de Dios”de A.W.Pink.
Que el Señor lo use para que podamos comprender su grandeza y su poder.
Se ha observado a menudo que uno de los requisitos fundamentales en la exposición de la Palabra de Dios es la necesidad de preservar el equilibrio de la verdad. Estamos plenamente de acuerdo con ello.
Hay dos cosas que están por encima de toda discusión: Dios es soberano, el hombre es responsable. Reconocemos sin dudar que existe un verdadero peligro tanto en enfatizar demasiado lo primero fuera de contexto, como en ignorar lo segundo.
Cierto es que en los tiempos corrompidos en que nos ha tocado vivir, cuando por todas partes se exalta al hombre, y la expresión “superhombre” ha llegado a ser común existe una auténtica necesidad de resaltar el hecho glorioso de la supremacía de Dios. Tanto más cuanto que está siendo negada de modo explícito.
Es perfectamente lícito insistir en la responsabilidad del hombre pero, ¿y Dios? ¿Acaso no tiene derechos y privilegios?
LA SOBERANÍA DE DIOS Y NUESTRA ÉPOCA
Nos preguntamos ¿Quién ordena los asuntos en la tierra hoy día, Dios o el Diablo?
Se admite generalmente que Dios reina supremo en los cielos; pero se niega casi universalmente que lo haga en este mundo. Los hombres, en sus filosofías y teorías, tratan cada vez más de relegar a Dios a segundo plano.
Pero ¿quién está dirigiendo los asuntos de la tierra en la actualidad? ¿Dios o el Diablo?
Traten de observar el mundo de manera seria y total. El pecado se comete descaradamente, abunda la ilegalidad; los malos hombres y los engañadores van de mal en peor (2 Timoteo 3:13).Los corazones de los hombres están “secándose a causa del temor y expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra (Lucas 21:26). ¿Dan a entender estas cosas que Dios lo dirija todo?
Concentremos nuestra atención en la esfera religiosa. Después de veinte siglos de predicación del Evangelio, Cristo es aún “despreciado y desechado entre los hombres”; muy pocos son los que proclaman y engrandecen a Cristo. A la luz de la Escritura nos vemos obligados a creer que los “muchos” están en el camino espacioso que lleva a la perdición, y que “pocos” son los que están en el camino angosto que lleva a la vida. Muchos afirman que el cristianismo es un fracaso.
¿Y que decir de Dios? ¿Mira y oye? ¿Es impotente e indiferente?
¿Quién gobierna entonces las cosas de la tierra actualmente? ¿Dios o el Diablo?
¿No es cierto que todo parece indicar que el Diablo tiene mucho más que ver con los negocios de la tierra que Dios? ¡Ah! Todo depende si andamos por fe o por vista.
¿Están basados tus pensamientos sobre este mundo, y la relación de Dios con el mismo, en lo que ves?
Es triste que andemos tan poco por fe. Pero ¿qué significa andar por fe? Significa que nuestros pensamientos son formados, nuestras acciones reguladas, y nuestras vidas moldeadas por las Sagradas Escrituras, pues “la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17).
Es en la palabra de Dios, y solo en ella, que podemos aprender cuál es la relación de Dios con este mundo.
¿Quién está dirigiendo los asuntos de la tierra? ¿Dios o el Diablo? ¿Qué dice la palabra de Dios?.
Si creemos en sus declaraciones claras y positivas no hay lugar para la duda. Afirman una y otra vez que Dios se sienta en el trono del universo; que el cetro está en sus manos; que Él lo dirige todo “según el consejo de su voluntad”. Es preciso que desde todos los púlpitos se predique a gran voz que Dios vive y que ve y reina. Está escrito: “el pueblo que conoce a su Dios, se esforzará y hará” (Daniel 11:32). Aunque el mundo esté absorto por el terror, la palabra para el creyente es “NO TEMAS”. Todas las cosas están sujetas a su control directo, todas las cosas se desarrollan conforme a su eterno propósito, y por lo tanto, "todas las cosas ayudan a bien a los que a Dios aman, a los que conforme a Su propósito son llamados”. Es preciso que sea así, pues “de Él y por Él y en Él son todas las cosas” (Romanos 11:36).
Es cierto que el hombre tiene voluntad pero también la tiene Dios. Es cierto que el hombre está dotado de poderes pero Dios es Todopoderoso. Es cierto que el mundo material está regido por leyes, pero detrás de esas leyes está el Legislador y Ejecutor.
Debido a que Dios es santo, su ira se enciende contra el pecado; debido a que Dios es justo, sus juicios descienden sobre los que contra Él se rebelan; debido a que Dios es fiel, se cumplen las sentencias de su palabra; debido a que Dios es omnipotente, ninguno puede resistirse a Él con éxito, y debido a que Dios es omnisciente, no hay circunstancia o problema que escape a su conocimiento, ni dificultad que confunda su sabiduría.
La soberanía absoluta de Dios en tanto que se ejercite la fe.
La fe sostiene “como viendo al Invisible” (Hebreos 11:27); soporta los desengaños, las dificultades y todos los pesares de la vida, reconociendo que todo viene de la mano de Dios. Aun admitiendo que hay muchas cosas en este mundo de pecado y sufrimiento que nos desaniman y entristecen, no es razón suficiente para que nos unamos al incrédulo que dice: “Si yo fuera Dios no permitiría esto ni toleraría aquello”.
Es mucho mejor decir como el salmista: “enmudecí,no abrí mi boca; porque Tú lo hiciste” (Salmos 39:9). Esta es la diferencia fundamental entre el hombre de fe y el incrédulo. De esta forma acepta todo como proveniente de la mano de Dios, su corazón vive tranquilo en medio de la tormenta, y se goza en la esperanza de la gloria del Altísimo.
DEFINICIÓN DE LA SOBERANÍA DE DIOS
“Tuya es, oh Jehová, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza”
(1º Crónicas 29:11)
La soberanía de Dios: ¿Qué queremos decir con esta expresión?. Queremos decir la supremacía de Dios, que Dios es Rey, que Dios es Dios.
Cuan diferente es el Dios de la Biblia del Dios de la moderna cristiandad. El Dios del siglo veinte es un ser impotente, frágil, que no inspira respeto a nadie....
Que la gran mayoría de nuestros semejantes esté muriendo en pecado y pasando a una eternidad sin esperanza, equivale a decir que Dios Padre ha sido decepcionado, que Dios Hijo ha quedado insatisfecho y que Dios Espíritu Santo está derrotado.
Argumentar diciendo que el hombre es el que determina exclusivamente su propio destino, y que por tanto tiene poder para contrarrestar a su Hacedor, es despojar a Dios del atributo de la omnipotencia.
La soberanía del Dios de la Escritura es absoluta, irresistible e infinita. Afirmamos que su derecho es el derecho del alfarero sobre el barro; él puede moldear ese barro en la forma que quiera, haciendo de la misma masa un vaso para honra y otro para vergüenza.
Dios es soberano en todos sus atributos:
a) Es soberano en el ejercicio de su poder.
Lo ejerce según quiere, cuando quiere y donde quiere.
Faraón se atrevió a poner impedimentos a que Israel saliese a adorar a Jehová en el desierto y, ¿qué ocurrió?. Dios ejerció su poder, su pueblo fue liberado y el ejército de Faraón murió.
La ciudad de Jericó impedía el avance de los suyos y, ¿qué sucedió? Israel no tensó un solo arco ni asestó un solo golpe; Jehová alzó su mano y los muros cayeron.
Dios interpuso su poder y David fue librado del gigante Goliat; las bocas de los leones fueron tapadas y Daniel escapó ileso; los tres jóvenes hebreos fueron echados en el horno de fuego y salieron sin daño ni quemadura.
Pero este poder de Dios no siempre se interpuso para liberación de su pueblo, pues leemos: “Otros experimentaron vituperios y azotes, y además de esto prisiones y cárceles, fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos a cuchillo, anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados” (Hebreos 11:36). Pero ¿por qué estos hombres de fe no fueron librados como los demás?. Por ejemplo ¿por qué permitió que Esteban fuese apedreado hasta la muerte, y luego libró a Pedro de la cárcel?... PORQUE DIOS ES SOBERANO.
b) Dios es soberano en el ejercicio de su misericordia.
El ejercicio de la misericordia de Dios, la compasión demostrada hacia los desventurados, se mostró cuando Jehová se hizo carne y habitó entre los hombres.
c) Dios es soberano en el ejercicio de su gracia. Es necesario que sea así, pues gracia es el favor mostrado hacia el que nada merece, más aún, al que merece el infierno. La gracia ha sido definida como favor inmerecido de Dios; y si es inmerecido, nadie puede reclamarlo como derecho inalienable. Por lo tanto puesto que la salvación es por gracia, Él la concede a quien quiere.
LA SOBERANÍA DE DIOS EN LA CREACIÓN
“Señor,digno eres de recibir gloria y honra y virtud: porque Tú creaste todas las cosas y por tu voluntad tienen ser y fueron creadas" (Apocalipsis 4:11)
En el gran espacio de la eternidad que se extiende más allá de Génesis 1:1, el universo no había nacido aún y la creación existía tan solo en la mente del Gran Creador. En su majestad soberana Dios vivía solo. Pero aún en aquel tiempo Dios era soberano. Podía crear o no crear conforme a su buena voluntad.
Considerad entonces la acción de la soberanía divina mucho antes de que el hombre viera la luz. Levantad los ojos al cielo y observad los misterios de la soberanía divina; bajad ahora vuestros ojos a nuestro propio planeta; contemplad el reino animal y observad la maravillosa variedad del mismo; considerad también el reino vegetal; y considerad las huestes angelicales......y todo cuanto podemos decir es: “Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho” (Salmos 115:3).
Aprended esta verdad básica: el Creador es soberano absoluto. Puesto que Dios es Dios ¿quién se atreverá a disputar su prerrogativa?. Murmurar contra Él es pura rebelión. Discutir sus caminos es impugnar su sabiduría. Criticarle es pecado. ¿Hemos olvidado quién es Él?.
LA SOBERANÍA DE DIOS EN SU PROVIDENCIA
“Jehová afirmó en los cielos su trono; y su reino domina sobre todos” (Salmos 103:19)
Dios efectivamente gobierna; su dominio se extiende a todas las cosas y a todas las criaturas.
1. Dios gobierna la materia inanimada
Como declara el salmista: “Porque Él dijo y fue hecho, Él mandó y existió”.Observemos el control absoluto de Dios sobre la materia inanimada en las plagas de Egipto. Observemos que a su mandato las aguas del Mar Rojo se dividieron para que los israelitas pasaran en seco. Una palabra suya y la tierra abrió sus fauces para tragarse a Coré y sus rebeldes. Observemos como también el mar, ante la voluntad del Creador, lo sostuvo sobre las olas. A su palabra la higuera se secó; a su contacto las enfermedades huían al instante. A su mandato el sol retrocedió diez grados en el reloj de Acaz para ayudar a la débil fe de Ezequías.
Es Dios quien retiene la lluvia y es Dios quien la da cuando quiere. Los observatorios meteorológicos se atreven a predecir el tiempo, pero cuan frecuentemente Dios anula sus cálculos.
He aquí que Dios gobierna verdaderamente la materia inanimada. Por lo tanto cuando nos quejamos del tiempo estamos en realidad murmurando contra Dios.
2. Dios gobierna a las criaturas irracionales
En el hecho histórico del diluvio, Dios mostró evidentemente su gobierno sobre los animales.
Observemos como Dios hizo que fueran a Noé todo tipo de criaturas vivientes, dócilmente y de dos en dos. Dios hace también que un mudo asno reprenda la locura del profeta.
Envía dos osas de los bosques a devorar a cuarenta y dos de los atormentadores de Eliseo.
Sella la boca de los leones de Babilonia cuando Daniel es echado en el foso.
Prepara un gran pez para que tragase al desobediente Jonás.
Dios reina sobre las criaturas irracionales.
3. Dios dirige a los hijos de los hombres
“En Él vivimos y nos movemos y somos” (Hechos 17:28).
“El corazón del hombre piensa su camino, más Jehová endereza sus pasos” (Proverbios 16:9)
Pensar e insistir en que algunos hombres ponen impedimentos efectivos a la voluntad de Dios y trastornan sus consejos es negar las Escrituras. Observen bien lo que dicen: “Pero si Él se determina en una cosa,¿quién lo apartará? Su alma deseó e hizo” (Job 23:13).”Porque Jehová de los ejércitos ha determinado,¿y quién invalidará? Y su mano extendida ¿quién la hará tornar? (Isaías 14:27).
En vano leemos la Biblia si no descubrimos que los actos de los hombres, tanto de los malos como de los buenos, están gobernados por Dios.
Observen: Nimrod y sus compañeros determinaron erigir la torre de Babel, pero antes de que su obra fuese acabada Dios frustró sus planes. Esaú juró vengarse de Jacob, pero cuando se encontraron después de la separación, en vez de pelear llenos de odio, se abrazaron con lágrimas de gozo. Los hermanos de José planearon su destrucción, pero sus malos consejos fueron frustrados. Amán erigió una horca para Mardoqueo, pero fue él quien fue colgado en ella.
4. Dios gobierna a los ángeles y a los demonios
Los ángeles son siervos de Dios y escuchan siempre su voz y cumplen sus mandamientos (1°Crónicas 21:15-28) (Hechos 12:11) (Apocalipsis 22:6) (Mateo 24:31).
Dios también gobierna sobre los demonios (Jueces 9:23) (1 Reyes 22:23) (1 Samuel 16:14).
Sí, el propio Satanás está absolutamente sujeto al control de Dios. Acusado en el Edén, escuchó su sentencia sin pronunciar palabra. No pudo tocar a Job hasta que Dios le diera autorización. También tuvo que esperar autorización antes de “zarandear” a Pedro.
Y como acto final sabemos que será echado al lago de fuego que ha sido preparado para él y sus demonios.
EL SEÑOR OMNIPOTENTE REINA.
(Continuará)
www.conocereislaverdad.org
A. W. Pink
Este es un resumen extractado del libro “La soberanía de Dios”de A.W.Pink.
Que el Señor lo use para que podamos comprender su grandeza y su poder.
Eduardo Costagliola
INTRODUCCIÓN
Se ha observado a menudo que uno de los requisitos fundamentales en la exposición de la Palabra de Dios es la necesidad de preservar el equilibrio de la verdad. Estamos plenamente de acuerdo con ello.
Hay dos cosas que están por encima de toda discusión: Dios es soberano, el hombre es responsable. Reconocemos sin dudar que existe un verdadero peligro tanto en enfatizar demasiado lo primero fuera de contexto, como en ignorar lo segundo.
Cierto es que en los tiempos corrompidos en que nos ha tocado vivir, cuando por todas partes se exalta al hombre, y la expresión “superhombre” ha llegado a ser común existe una auténtica necesidad de resaltar el hecho glorioso de la supremacía de Dios. Tanto más cuanto que está siendo negada de modo explícito.
Es perfectamente lícito insistir en la responsabilidad del hombre pero, ¿y Dios? ¿Acaso no tiene derechos y privilegios?
LA SOBERANÍA DE DIOS Y NUESTRA ÉPOCA
Nos preguntamos ¿Quién ordena los asuntos en la tierra hoy día, Dios o el Diablo?
Se admite generalmente que Dios reina supremo en los cielos; pero se niega casi universalmente que lo haga en este mundo. Los hombres, en sus filosofías y teorías, tratan cada vez más de relegar a Dios a segundo plano.
Pero ¿quién está dirigiendo los asuntos de la tierra en la actualidad? ¿Dios o el Diablo?
Traten de observar el mundo de manera seria y total. El pecado se comete descaradamente, abunda la ilegalidad; los malos hombres y los engañadores van de mal en peor (2 Timoteo 3:13).Los corazones de los hombres están “secándose a causa del temor y expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra (Lucas 21:26). ¿Dan a entender estas cosas que Dios lo dirija todo?
Concentremos nuestra atención en la esfera religiosa. Después de veinte siglos de predicación del Evangelio, Cristo es aún “despreciado y desechado entre los hombres”; muy pocos son los que proclaman y engrandecen a Cristo. A la luz de la Escritura nos vemos obligados a creer que los “muchos” están en el camino espacioso que lleva a la perdición, y que “pocos” son los que están en el camino angosto que lleva a la vida. Muchos afirman que el cristianismo es un fracaso.
¿Y que decir de Dios? ¿Mira y oye? ¿Es impotente e indiferente?
¿Quién gobierna entonces las cosas de la tierra actualmente? ¿Dios o el Diablo?
¿No es cierto que todo parece indicar que el Diablo tiene mucho más que ver con los negocios de la tierra que Dios? ¡Ah! Todo depende si andamos por fe o por vista.
¿Están basados tus pensamientos sobre este mundo, y la relación de Dios con el mismo, en lo que ves?
Es triste que andemos tan poco por fe. Pero ¿qué significa andar por fe? Significa que nuestros pensamientos son formados, nuestras acciones reguladas, y nuestras vidas moldeadas por las Sagradas Escrituras, pues “la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17).
Es en la palabra de Dios, y solo en ella, que podemos aprender cuál es la relación de Dios con este mundo.
¿Quién está dirigiendo los asuntos de la tierra? ¿Dios o el Diablo? ¿Qué dice la palabra de Dios?.
Si creemos en sus declaraciones claras y positivas no hay lugar para la duda. Afirman una y otra vez que Dios se sienta en el trono del universo; que el cetro está en sus manos; que Él lo dirige todo “según el consejo de su voluntad”. Es preciso que desde todos los púlpitos se predique a gran voz que Dios vive y que ve y reina. Está escrito: “el pueblo que conoce a su Dios, se esforzará y hará” (Daniel 11:32). Aunque el mundo esté absorto por el terror, la palabra para el creyente es “NO TEMAS”. Todas las cosas están sujetas a su control directo, todas las cosas se desarrollan conforme a su eterno propósito, y por lo tanto, "todas las cosas ayudan a bien a los que a Dios aman, a los que conforme a Su propósito son llamados”. Es preciso que sea así, pues “de Él y por Él y en Él son todas las cosas” (Romanos 11:36).
Es cierto que el hombre tiene voluntad pero también la tiene Dios. Es cierto que el hombre está dotado de poderes pero Dios es Todopoderoso. Es cierto que el mundo material está regido por leyes, pero detrás de esas leyes está el Legislador y Ejecutor.
Debido a que Dios es santo, su ira se enciende contra el pecado; debido a que Dios es justo, sus juicios descienden sobre los que contra Él se rebelan; debido a que Dios es fiel, se cumplen las sentencias de su palabra; debido a que Dios es omnipotente, ninguno puede resistirse a Él con éxito, y debido a que Dios es omnisciente, no hay circunstancia o problema que escape a su conocimiento, ni dificultad que confunda su sabiduría.
La soberanía absoluta de Dios en tanto que se ejercite la fe.
La fe sostiene “como viendo al Invisible” (Hebreos 11:27); soporta los desengaños, las dificultades y todos los pesares de la vida, reconociendo que todo viene de la mano de Dios. Aun admitiendo que hay muchas cosas en este mundo de pecado y sufrimiento que nos desaniman y entristecen, no es razón suficiente para que nos unamos al incrédulo que dice: “Si yo fuera Dios no permitiría esto ni toleraría aquello”.
Es mucho mejor decir como el salmista: “enmudecí,no abrí mi boca; porque Tú lo hiciste” (Salmos 39:9). Esta es la diferencia fundamental entre el hombre de fe y el incrédulo. De esta forma acepta todo como proveniente de la mano de Dios, su corazón vive tranquilo en medio de la tormenta, y se goza en la esperanza de la gloria del Altísimo.
DEFINICIÓN DE LA SOBERANÍA DE DIOS
“Tuya es, oh Jehová, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza”
(1º Crónicas 29:11)
La soberanía de Dios: ¿Qué queremos decir con esta expresión?. Queremos decir la supremacía de Dios, que Dios es Rey, que Dios es Dios.
Cuan diferente es el Dios de la Biblia del Dios de la moderna cristiandad. El Dios del siglo veinte es un ser impotente, frágil, que no inspira respeto a nadie....
Que la gran mayoría de nuestros semejantes esté muriendo en pecado y pasando a una eternidad sin esperanza, equivale a decir que Dios Padre ha sido decepcionado, que Dios Hijo ha quedado insatisfecho y que Dios Espíritu Santo está derrotado.
Argumentar diciendo que el hombre es el que determina exclusivamente su propio destino, y que por tanto tiene poder para contrarrestar a su Hacedor, es despojar a Dios del atributo de la omnipotencia.
La soberanía del Dios de la Escritura es absoluta, irresistible e infinita. Afirmamos que su derecho es el derecho del alfarero sobre el barro; él puede moldear ese barro en la forma que quiera, haciendo de la misma masa un vaso para honra y otro para vergüenza.
Dios es soberano en todos sus atributos:
a) Es soberano en el ejercicio de su poder.
Lo ejerce según quiere, cuando quiere y donde quiere.
Faraón se atrevió a poner impedimentos a que Israel saliese a adorar a Jehová en el desierto y, ¿qué ocurrió?. Dios ejerció su poder, su pueblo fue liberado y el ejército de Faraón murió.
La ciudad de Jericó impedía el avance de los suyos y, ¿qué sucedió? Israel no tensó un solo arco ni asestó un solo golpe; Jehová alzó su mano y los muros cayeron.
Dios interpuso su poder y David fue librado del gigante Goliat; las bocas de los leones fueron tapadas y Daniel escapó ileso; los tres jóvenes hebreos fueron echados en el horno de fuego y salieron sin daño ni quemadura.
Pero este poder de Dios no siempre se interpuso para liberación de su pueblo, pues leemos: “Otros experimentaron vituperios y azotes, y además de esto prisiones y cárceles, fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos a cuchillo, anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados” (Hebreos 11:36). Pero ¿por qué estos hombres de fe no fueron librados como los demás?. Por ejemplo ¿por qué permitió que Esteban fuese apedreado hasta la muerte, y luego libró a Pedro de la cárcel?... PORQUE DIOS ES SOBERANO.
b) Dios es soberano en el ejercicio de su misericordia.
El ejercicio de la misericordia de Dios, la compasión demostrada hacia los desventurados, se mostró cuando Jehová se hizo carne y habitó entre los hombres.
c) Dios es soberano en el ejercicio de su gracia. Es necesario que sea así, pues gracia es el favor mostrado hacia el que nada merece, más aún, al que merece el infierno. La gracia ha sido definida como favor inmerecido de Dios; y si es inmerecido, nadie puede reclamarlo como derecho inalienable. Por lo tanto puesto que la salvación es por gracia, Él la concede a quien quiere.
LA SOBERANÍA DE DIOS EN LA CREACIÓN
“Señor,digno eres de recibir gloria y honra y virtud: porque Tú creaste todas las cosas y por tu voluntad tienen ser y fueron creadas" (Apocalipsis 4:11)
En el gran espacio de la eternidad que se extiende más allá de Génesis 1:1, el universo no había nacido aún y la creación existía tan solo en la mente del Gran Creador. En su majestad soberana Dios vivía solo. Pero aún en aquel tiempo Dios era soberano. Podía crear o no crear conforme a su buena voluntad.
Considerad entonces la acción de la soberanía divina mucho antes de que el hombre viera la luz. Levantad los ojos al cielo y observad los misterios de la soberanía divina; bajad ahora vuestros ojos a nuestro propio planeta; contemplad el reino animal y observad la maravillosa variedad del mismo; considerad también el reino vegetal; y considerad las huestes angelicales......y todo cuanto podemos decir es: “Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho” (Salmos 115:3).
Aprended esta verdad básica: el Creador es soberano absoluto. Puesto que Dios es Dios ¿quién se atreverá a disputar su prerrogativa?. Murmurar contra Él es pura rebelión. Discutir sus caminos es impugnar su sabiduría. Criticarle es pecado. ¿Hemos olvidado quién es Él?.
LA SOBERANÍA DE DIOS EN SU PROVIDENCIA
“Jehová afirmó en los cielos su trono; y su reino domina sobre todos” (Salmos 103:19)
Dios efectivamente gobierna; su dominio se extiende a todas las cosas y a todas las criaturas.
1. Dios gobierna la materia inanimada
Como declara el salmista: “Porque Él dijo y fue hecho, Él mandó y existió”.Observemos el control absoluto de Dios sobre la materia inanimada en las plagas de Egipto. Observemos que a su mandato las aguas del Mar Rojo se dividieron para que los israelitas pasaran en seco. Una palabra suya y la tierra abrió sus fauces para tragarse a Coré y sus rebeldes. Observemos como también el mar, ante la voluntad del Creador, lo sostuvo sobre las olas. A su palabra la higuera se secó; a su contacto las enfermedades huían al instante. A su mandato el sol retrocedió diez grados en el reloj de Acaz para ayudar a la débil fe de Ezequías.
Es Dios quien retiene la lluvia y es Dios quien la da cuando quiere. Los observatorios meteorológicos se atreven a predecir el tiempo, pero cuan frecuentemente Dios anula sus cálculos.
He aquí que Dios gobierna verdaderamente la materia inanimada. Por lo tanto cuando nos quejamos del tiempo estamos en realidad murmurando contra Dios.
2. Dios gobierna a las criaturas irracionales
En el hecho histórico del diluvio, Dios mostró evidentemente su gobierno sobre los animales.
Observemos como Dios hizo que fueran a Noé todo tipo de criaturas vivientes, dócilmente y de dos en dos. Dios hace también que un mudo asno reprenda la locura del profeta.
Envía dos osas de los bosques a devorar a cuarenta y dos de los atormentadores de Eliseo.
Sella la boca de los leones de Babilonia cuando Daniel es echado en el foso.
Prepara un gran pez para que tragase al desobediente Jonás.
Dios reina sobre las criaturas irracionales.
3. Dios dirige a los hijos de los hombres
“En Él vivimos y nos movemos y somos” (Hechos 17:28).
“El corazón del hombre piensa su camino, más Jehová endereza sus pasos” (Proverbios 16:9)
Pensar e insistir en que algunos hombres ponen impedimentos efectivos a la voluntad de Dios y trastornan sus consejos es negar las Escrituras. Observen bien lo que dicen: “Pero si Él se determina en una cosa,¿quién lo apartará? Su alma deseó e hizo” (Job 23:13).”Porque Jehová de los ejércitos ha determinado,¿y quién invalidará? Y su mano extendida ¿quién la hará tornar? (Isaías 14:27).
En vano leemos la Biblia si no descubrimos que los actos de los hombres, tanto de los malos como de los buenos, están gobernados por Dios.
Observen: Nimrod y sus compañeros determinaron erigir la torre de Babel, pero antes de que su obra fuese acabada Dios frustró sus planes. Esaú juró vengarse de Jacob, pero cuando se encontraron después de la separación, en vez de pelear llenos de odio, se abrazaron con lágrimas de gozo. Los hermanos de José planearon su destrucción, pero sus malos consejos fueron frustrados. Amán erigió una horca para Mardoqueo, pero fue él quien fue colgado en ella.
4. Dios gobierna a los ángeles y a los demonios
Los ángeles son siervos de Dios y escuchan siempre su voz y cumplen sus mandamientos (1°Crónicas 21:15-28) (Hechos 12:11) (Apocalipsis 22:6) (Mateo 24:31).
Dios también gobierna sobre los demonios (Jueces 9:23) (1 Reyes 22:23) (1 Samuel 16:14).
Sí, el propio Satanás está absolutamente sujeto al control de Dios. Acusado en el Edén, escuchó su sentencia sin pronunciar palabra. No pudo tocar a Job hasta que Dios le diera autorización. También tuvo que esperar autorización antes de “zarandear” a Pedro.
Y como acto final sabemos que será echado al lago de fuego que ha sido preparado para él y sus demonios.
EL SEÑOR OMNIPOTENTE REINA.
(Continuará)
www.conocereislaverdad.org