Estimados hermanos:
Creo que debemos complementar lo que adecuadamente se ha compartido respecto de los pretendidos apóstoles, con una referencia a los "profetas" que caminan a la par de aquellos.
El tema no es nuevo, ya que en el tiempo de Ezequiel hubo quienes se creían "profetas", pero demostraron que en realidad eran profetas falsos, siendo reprendidos severamente por el Señor.
La historia se registra en Ezequiel Cap.13, y pongo a vuestra consideración lo que al respecto escribiera el hermano Dr. P. J. W. HAMILTON, un reconocido siervo de Dios, que ya descansa en Su presencia.
En relación con los falsos profetas:
Estos eran hombres que pretendían hablar en nombre de Dios, pero de quien Dios dice; "profetizan en su propio corazón" (vs.2) y luego: "Oid palabra de Jehová". y los describe como "insensatos" en razón de su proceder (Vs.3); como "zorras en los desiertos" (o, "en los montes") en razón de su actividad destructiva (vs.4) pues tal es el efecto de la comunicación falsa, máxime si es dada en nombre de Dios (vs.6)
Dios describe el profetizar de estos hombres como "vanidad y adivinación mentirosa" (vs.6/7) con el resultado que "engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz" (vs.10) Les acusa Dios de un servicio que se mostraría traicionero "en la batalla en el día de Jehová (vs.5). En cambio, los anuncios de juicio por boca de Ezequiel habían procedido de Dios y se manifestarían oportunamente como solemne verdad.
Dios asemeja las profecías falsas a una endeble pared, recubierta con lodo suelto para disimular la debilidad de su estructura (vs.10/12); para anunciar seguidamente que Él (Dios) desbarataría lo que ellos edificaron, dejando al descubierto al mismo tiempo su "cimiento" falso, y consumir a sus autores "en medio de ella" , es decir, en medio de la tierra. (vs.13/14)
Los Vs. 8 y 9 contienen lo dispuesto por Dios respecto de juicios especiales que habrían de recaer sobre tales "profetas insensatos" en razón de su obra, sembrando desconfianza en el verdadero anuncio de Dios mediante Ezequiel, y anunciando "adivinación mentirosa". En el vs. 8, dice Dios: "He aquí yo estoy contra vosotros". En el vs.9, "estará mi mano contra...", "no entrarán en la congregación de mi pueblo", significando que serían eliminados de en medio del pueblo de Dios; "ni serán inscriptos en el libro de la casa de Israel", significando que todo recuerdo de ellos desaparecería al ser borrados sus nombres de ese registro, como indignos de haber pertenecido al pueblo de Dios.
Finalmente añade Dios, " ni a la tierra de Israel volverán", es decir, morirían en el destierro.
Estos cinco solemnes anuncios contra tales profetas insensatos debe infundir temor de Dios en el corazón de todo aquel que pretende ser mensajero de Dios. Además debe provocar una actitud de vigilancia y discernimiento en quienes escuchan lo que se les anuncia en nombre de Dios. En 1ª Juan 4:1 leemos:"No creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" En la segunda carta de Pedro Cap.2 vs.1 leemos: "Habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aún negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina" . Estemos alertas, pues la tácticas del enemigo de nuestra fe no han cambiado. Los engañadores de los tiempos nuestros deberán ser tratados atendiendo a las instrucciones dadas por el Señor en 1ª Jn.2:21/24, 4:1/6, 2ª Tim.3:13/17 y 2ª Jn. vs. 9/11
(Seguimos con el tema)
Creo que debemos complementar lo que adecuadamente se ha compartido respecto de los pretendidos apóstoles, con una referencia a los "profetas" que caminan a la par de aquellos.
El tema no es nuevo, ya que en el tiempo de Ezequiel hubo quienes se creían "profetas", pero demostraron que en realidad eran profetas falsos, siendo reprendidos severamente por el Señor.
La historia se registra en Ezequiel Cap.13, y pongo a vuestra consideración lo que al respecto escribiera el hermano Dr. P. J. W. HAMILTON, un reconocido siervo de Dios, que ya descansa en Su presencia.
En relación con los falsos profetas:
Estos eran hombres que pretendían hablar en nombre de Dios, pero de quien Dios dice; "profetizan en su propio corazón" (vs.2) y luego: "Oid palabra de Jehová". y los describe como "insensatos" en razón de su proceder (Vs.3); como "zorras en los desiertos" (o, "en los montes") en razón de su actividad destructiva (vs.4) pues tal es el efecto de la comunicación falsa, máxime si es dada en nombre de Dios (vs.6)
Dios describe el profetizar de estos hombres como "vanidad y adivinación mentirosa" (vs.6/7) con el resultado que "engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz" (vs.10) Les acusa Dios de un servicio que se mostraría traicionero "en la batalla en el día de Jehová (vs.5). En cambio, los anuncios de juicio por boca de Ezequiel habían procedido de Dios y se manifestarían oportunamente como solemne verdad.
Dios asemeja las profecías falsas a una endeble pared, recubierta con lodo suelto para disimular la debilidad de su estructura (vs.10/12); para anunciar seguidamente que Él (Dios) desbarataría lo que ellos edificaron, dejando al descubierto al mismo tiempo su "cimiento" falso, y consumir a sus autores "en medio de ella" , es decir, en medio de la tierra. (vs.13/14)
Los Vs. 8 y 9 contienen lo dispuesto por Dios respecto de juicios especiales que habrían de recaer sobre tales "profetas insensatos" en razón de su obra, sembrando desconfianza en el verdadero anuncio de Dios mediante Ezequiel, y anunciando "adivinación mentirosa". En el vs. 8, dice Dios: "He aquí yo estoy contra vosotros". En el vs.9, "estará mi mano contra...", "no entrarán en la congregación de mi pueblo", significando que serían eliminados de en medio del pueblo de Dios; "ni serán inscriptos en el libro de la casa de Israel", significando que todo recuerdo de ellos desaparecería al ser borrados sus nombres de ese registro, como indignos de haber pertenecido al pueblo de Dios.
Finalmente añade Dios, " ni a la tierra de Israel volverán", es decir, morirían en el destierro.
Estos cinco solemnes anuncios contra tales profetas insensatos debe infundir temor de Dios en el corazón de todo aquel que pretende ser mensajero de Dios. Además debe provocar una actitud de vigilancia y discernimiento en quienes escuchan lo que se les anuncia en nombre de Dios. En 1ª Juan 4:1 leemos:"No creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" En la segunda carta de Pedro Cap.2 vs.1 leemos: "Habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aún negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina" . Estemos alertas, pues la tácticas del enemigo de nuestra fe no han cambiado. Los engañadores de los tiempos nuestros deberán ser tratados atendiendo a las instrucciones dadas por el Señor en 1ª Jn.2:21/24, 4:1/6, 2ª Tim.3:13/17 y 2ª Jn. vs. 9/11
(Seguimos con el tema)