14-04-2009, 11:29 AM
Hola Petra y hermanos todos:
Gracias a Dios por sus comentarios, pues nos nutren y motivan a escudriñar la escritura, la palabra de Dios y con ello somos bendecidos grandemente.
El Señor Jesucristo hizo referencia "al lugar de abajo":
Lucas 16:19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, 21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para que les estifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
30 El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.
31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.
Una gran "sima" divide el ceno de Abraham y el lugar de tormento. Ésto implica que en ese momento aunque Lázaro veía hacía arriba, había un lugar de separación entre uno y otro, pero ambos en el mismo plano.
El Señor deja claro, que hay una lugar de tormento previo al Gran Juicio del Trono Blanco en donde todos compareceremos y seremos divididos entre los que recibimos el mensaje de Dios por medio de los profetas, es decir, Su palabra y los que no le creyeron.
Implica también que ningun muerto puede venir a este plano y si alguna manifestación hay, se trata, como ya se ha dicho antes, de demonios que siguiendo el plan de Satanás, buscan engañar. La escepción de Samuel, de Elias y Moises que hace referencia el hermano Heriberto, es bíblico y claramente necesario dadas las circunstancias de cada momento.
Ahora, después de la venida del Señor, su obra en la cruz y su gloriosa resurrección, las almas de los santos escogidos pueden gozar de la presencia de Dios, mientras sus cuerpos duermen esperando su resurrección en cuerpo incorruptibles para salvación y en cuerpos corruptibles, para los incrédulos, para condenación.
Me reservo mi opinión en cuanto a la interpretación que se hace de que el Señor Jesucristo bajo a los infiernos, porque lo considero material de otro tema que en su momento podríamos analizar.
Fue Samuel quien subió de manera excepcional y habló con Saúl y Dios en su misericordia lo llevó también al ceno de Abraham con Samuel.
Gracias a Dios por sus comentarios, pues nos nutren y motivan a escudriñar la escritura, la palabra de Dios y con ello somos bendecidos grandemente.
El Señor Jesucristo hizo referencia "al lugar de abajo":
Lucas 16:19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, 21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para que les estifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
30 El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.
31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.
Una gran "sima" divide el ceno de Abraham y el lugar de tormento. Ésto implica que en ese momento aunque Lázaro veía hacía arriba, había un lugar de separación entre uno y otro, pero ambos en el mismo plano.
El Señor deja claro, que hay una lugar de tormento previo al Gran Juicio del Trono Blanco en donde todos compareceremos y seremos divididos entre los que recibimos el mensaje de Dios por medio de los profetas, es decir, Su palabra y los que no le creyeron.
Implica también que ningun muerto puede venir a este plano y si alguna manifestación hay, se trata, como ya se ha dicho antes, de demonios que siguiendo el plan de Satanás, buscan engañar. La escepción de Samuel, de Elias y Moises que hace referencia el hermano Heriberto, es bíblico y claramente necesario dadas las circunstancias de cada momento.
Ahora, después de la venida del Señor, su obra en la cruz y su gloriosa resurrección, las almas de los santos escogidos pueden gozar de la presencia de Dios, mientras sus cuerpos duermen esperando su resurrección en cuerpo incorruptibles para salvación y en cuerpos corruptibles, para los incrédulos, para condenación.
Me reservo mi opinión en cuanto a la interpretación que se hace de que el Señor Jesucristo bajo a los infiernos, porque lo considero material de otro tema que en su momento podríamos analizar.
Fue Samuel quien subió de manera excepcional y habló con Saúl y Dios en su misericordia lo llevó también al ceno de Abraham con Samuel.