09-05-2015, 03:37 PM
Queridos hermanos:
Considerando las profecías respecto del Señor Jesucristo y su puntual cumplimiento, tema de por sí apasionante para los hijos de Dios, al leer las Escrituras de base van surgiendo otros aspectos que sería muy útil examinar por separado. Por ejemplo, hoy citamos la profecía sobre Juan el bautista como mensajero precursor del Señor Jesús. En los pasajes que avalan el cumplimiento de tales profecías se menciona el ministerio de Juan el bautista, que precisamente era llamado así porque predicaba el bautismo de arrepentimiento y lo administraba a quienes se arrepentían para perdón de los pecados.
Bien, a propósito, he conversado con personas, que confiesan ser creyentes, las que aúin creen que el bautismo cristiano conserva hoy el mismo significado que el de Juan y no saben establecer ninguna diferencia. No hablo de sectarios que le dan al bautismo la virtud de "lavar" los pecados, lo cual es una herejía, sino de hermanos sencillos confundidos por falta de enseñanza, y me parece que sería una buena oportunidad para tratar el asunto.
Hermanos, no podemos ser indiferentes a las necesidades de los demás."Ninguno busque su propio bien, sino el del otro." (1ª Co 10:24) de modo que tratemos de ayudar en los temas que sean útiles para la edificación de todos.
Les cuento que hace ya un tiempo, a través de una lista cristiana concurrida, una señorita africana creyente, que sabía español, pidió ayuda (bíblica y cristiana) por un asunto personal y puntual sobre las costumbres tradicionales del matrimonio en su medio. Sincertamente me sorprendió la indiferencia de los demás, que, si no sabían, al menos podrían haberle escrito una palabra de aliento. ¿Vivimos para nosostros mismos? Pienso que si no estamos dispuestos a ayudar, quizás eso signifique que nosotros mismos necesitamos ayuda, Sé que algunos tienen problemas, y otros no los expresan, y oramos por ellos, pero, en cuanto podamos, no dejemos que la apatía nos prive de ir "hasta lo último de la tierra", al menos de modo virtual, con la certeza de que apoyamos a gente real.
"La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén." (Efe 6:24)
¡Un abrazo!
Heriberto
Considerando las profecías respecto del Señor Jesucristo y su puntual cumplimiento, tema de por sí apasionante para los hijos de Dios, al leer las Escrituras de base van surgiendo otros aspectos que sería muy útil examinar por separado. Por ejemplo, hoy citamos la profecía sobre Juan el bautista como mensajero precursor del Señor Jesús. En los pasajes que avalan el cumplimiento de tales profecías se menciona el ministerio de Juan el bautista, que precisamente era llamado así porque predicaba el bautismo de arrepentimiento y lo administraba a quienes se arrepentían para perdón de los pecados.
Bien, a propósito, he conversado con personas, que confiesan ser creyentes, las que aúin creen que el bautismo cristiano conserva hoy el mismo significado que el de Juan y no saben establecer ninguna diferencia. No hablo de sectarios que le dan al bautismo la virtud de "lavar" los pecados, lo cual es una herejía, sino de hermanos sencillos confundidos por falta de enseñanza, y me parece que sería una buena oportunidad para tratar el asunto.
Hermanos, no podemos ser indiferentes a las necesidades de los demás."Ninguno busque su propio bien, sino el del otro." (1ª Co 10:24) de modo que tratemos de ayudar en los temas que sean útiles para la edificación de todos.
Les cuento que hace ya un tiempo, a través de una lista cristiana concurrida, una señorita africana creyente, que sabía español, pidió ayuda (bíblica y cristiana) por un asunto personal y puntual sobre las costumbres tradicionales del matrimonio en su medio. Sincertamente me sorprendió la indiferencia de los demás, que, si no sabían, al menos podrían haberle escrito una palabra de aliento. ¿Vivimos para nosostros mismos? Pienso que si no estamos dispuestos a ayudar, quizás eso signifique que nosotros mismos necesitamos ayuda, Sé que algunos tienen problemas, y otros no los expresan, y oramos por ellos, pero, en cuanto podamos, no dejemos que la apatía nos prive de ir "hasta lo último de la tierra", al menos de modo virtual, con la certeza de que apoyamos a gente real.
"La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén." (Efe 6:24)
¡Un abrazo!
Heriberto