Qué importante lo que propones.
Por supuesto que no se trata de la sabiduría del mundo sino de la sabiduría espiritual, que proviene de Dios.
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. (1ª Co 2:2/5)
Lo mismo ocurre con el amor. No se trata del amor como sentimiento humano sino del amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. (Ro.5:5)
"pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. (1ª Jn. 2:5)
Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados, recibiendo al Señor Jesucristo por fe, nos fue dado el Espíritu Santo, y el amor de Dios fue derramado en nuestros corazones. Ese amor, el de Dios. se perfecciona en nosotros por guardar Su Palabra. No se trata de lo que yo amo y quiero hacer sino de lo que Dios ama y me manda hacer.
Maravillosa gracia de Dios usándonos para Su Gloria!
.
Saludos
Heriberto
Por supuesto que no se trata de la sabiduría del mundo sino de la sabiduría espiritual, que proviene de Dios.
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. (1ª Co 2:2/5)
Lo mismo ocurre con el amor. No se trata del amor como sentimiento humano sino del amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. (Ro.5:5)
"pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. (1ª Jn. 2:5)
Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados, recibiendo al Señor Jesucristo por fe, nos fue dado el Espíritu Santo, y el amor de Dios fue derramado en nuestros corazones. Ese amor, el de Dios. se perfecciona en nosotros por guardar Su Palabra. No se trata de lo que yo amo y quiero hacer sino de lo que Dios ama y me manda hacer.
Maravillosa gracia de Dios usándonos para Su Gloria!
.
Saludos
Heriberto