INTRODUCCION
Toda doctrina falsa comienza con sólo desviar un poquito de la verdad.
--Reinhold Niebuhr -. Filósofo del Siglo 19
El apóstol Pablo no demoró en revelar su asombro al descrubrir que ya existían los que habían cambiado su conocimiento de la verdad por una enseñanza falsa (Gálatas 1:6). Los que estaban dispuestos de cambiar la verdad y destruir a la simplicidad de las buenas nuevas los habían corruptado. Siempre ha existido ese tipo de persona . . . dispuesto de malusar y abusar de las escrituras para su propio bién o por ignorancia e influencia de otros. Una sola palabra cambiada, una definición extendida o sin autorización, un prejuicio personal, un errorcito, puede, con tiempo y transmisión, ser una piedra de tropiezo para muchos. Nada cementa más a una enseñanza falsa que su aceptación sin preguntas de los demás. La falta de deseo de buscar y encontrar a la verdad, junto con aceptar sin preguntar a lo que es enseñado, viene siendo la ruina de muchas vidas.
El propósito principal de este libro es de examinar cuidadosamente a las escrituras contrarias a las enseñanzas de los Testigos de Jehová. Es dedicada a la exaltación de la verdad, y no es desiñado a ser un instrumento de destrucción en las manos de una persona que no quiere a los demás.
La verdad puede pararse solo. También, la doctrina falsa puede caerse solo a causa de su propia debilidad al ser comparada con la verdad absoluta. El Sr. Caskey ha preparado una tesis excelente tratando con la verdad. Su aplicación sencilla, método lógico y cuidadoso examinación de las enseñanzas de los Testigos de Jehová provee una lectura excelente para los que tienen hambre por encontrar a la verdad.
Cualquiera doctrina falsa, al ser examinada cuidadosamente, posee una semejanza a la verdad. Es cierto que la mayoría de las enseñanzas falsas usan una mezcla de escritura y pensamiento bíblico para fortalecer a sus argumentos. Es esta mezcla de la verdad con la mentira que viene siendo la trampa para el estudiante descuidado.
Cualquier persona que ha sido entrenado y es experto en torcer y mal representar al significado de las escrituras puede manipular facilmente al no sospechoso. Frecuentemente una presentación torcida puede, en la superficie, parecer lógico y bíblico. Sólo una examinación completa puede revelar lo contrario. Una Respuesta al Testigo de Jehová ha podido exponer las mal representaciones del texto bíblico con examinar cuidadosamente al lenguaje original griego en conjunto con una discusión completa del contexto.
Este libro es escrito expertamente, con un tono erudito, pero que demuestra un amor profundo e íntimo por los perdidos, y especialmente por los que desean llegar a un conocimiento de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. No debe ser usado como un sustituvo por las escrituras, pero sólo como un catalizador para encender el fuego de esperanza y luz en los corazones de los hombres justos y honestos.
Tengo confianza de que será muy bién recibida. Se lo recomiendo a usted, el lector. ¡Qué Dios le bendiga ricamente en su búsqueda!
Dr. M. Ralph Williams
Arlington, Texas
May, 1985
UNA RESPUESTA AL TESTIGO DE JEHOVA
Hace unos años cuando yo vivía en Africa del Sur y estaba trabajando para establecer a la iglesia del Señor entre los grupos etnicos de ese país, también trabajé como escritor en una revista cristiana. Una de las columnas que escribía regularmente era de contestar preguntas, y muchas de las cartas que venían a la oficina de la revista trataban con temas bíblicas controversiales. Muchas veces llegaban preguntas acerca de varias doctrinas de los Testigos de Jehová. Una pregunta vino de una mujer en Queenstown: “Un Señor Tal ha estado diciendo que no tenemos almas inmortales, que no hay un infierno, y que la doctrina de la Santa Trinidad causa confusión. El argumento principal del Señor Tal parece ser basada en la traducción de ciertas palabras griegas y hebreas. Estaremos agradecidos si Ud. nos puede dar su versión de estos temas.”
Desde ese tiempo en Africa del Sur, mucha gente interesada ha pedido, de diferentes partes del mundo, que yo escribiera Una Respuesta al Testigo de Jehová. Hemos tenido discusiones con esta gente en Africa del Sur y en las islas caribes donde vivimos y trabajamos por varios años.
Las enseñanzas de este grupo religioso son tan ilógicas, y por eso erróneas, que uno no entiende como pueden ser aceptadas por tanta gente. Después de estudiar sus enseñanzas, encontré que eran una mezcla del universalismo, adventismo, materialismo, premilenialismo,e infidelidad. Esto es lenguaje algo severa, y no muy placentera, pero al proseguir con esta discusión y examinación de su credo, seguramente ustedes tendrán la misma opinión.
Esta libreta no será un estudio completo de su religión, pero examinaremos con mucho cuidado sus creencias mayores. Inspeccionaremos y analizaremos sus dogmas, y demostraremos en la luz de las Escrituras, lo erróneo y autocontradictorio que es su doctrina. Es mi objetivo demostrar que esta doctrina es una illusión. Quiero decir que no es verdadera, sino que deceptiva, al mismo tiempo pretendiendo ser fiel a la palabra de Dios.
TESTIGO DE JEHOVA, UN NOMBRE EQUIVOCADO
El nombre escogido por este grupo religioso es una mala designación. No es solamente equivocado, sino que falso y deceptivo. Lo que estoy diciendo es: Ellos no son testigos de Jehová. La palabra testigo pertenece a una familia de palabras del Nuevo Testamento que se usan casi 200 veces. He estudiado a varios eruditos del lenguaje del Nuevo Testamento para entender el significado y uso de esta palabra (traducida “martureo”) y esto es lo que dicen: “Declarar que uno ha visto u oído o experimentado algo. De los apóstoles, los que habían sido testigos con sus ojos y oídos de los dichos, hazañas y sufrimiento extraordinario de Jesús, lo cual comprobó que era el mesías. Así también, Pablo, a quien el Señor resucitado apareció en persona.” (Thayer) Kittel, en su Diccionario Teológico del Nuevo Testamento define a la palabra en esta manera: “Establecimiento de eventos o relaciones actuales o datos de las experiencias basadas en conocimiento personal directo.” El dice que era un término legal: “Uno que puede y sí habla de experiencia personal acerca de las acciones en que tuvo parte y de lo que le había ocurrido a causa de ello. (Estaba definiendo el cognado martus-). Elabora más acerca de la palabra en su sentido original: “El hombre que puede hablar de su propio conocimiento directo.” Y repite: “Basado en conocimiento de primera mano.”
Thayer, al definir el término martus dice: “Un testigo, uno que declara, o puede declarar, lo que él mismo ha visto u oído o sabido por cualquiera otra manera. Uno que es espectador de algo.”
Por eso, yo niego que son Testigos de Jehová. En la luz de lo que dice la Biblia en el tema, debemos contradecir la afirmación que ellos hacen. Los pasajes que citan para justificar su profesión están fuera de contexto, y así pues, no aplican.
A los apóstoles Jesús dijo: “Ustedes serán mis testigos ...” (Hechos 1:8). Pedro estaba haciendo una referencia a los apóstoles cuando dijo: “Nosotros somos sus testigos...” (Hechos 5:32). Eran los apóstoles quienes fueron encarcelados en una prisión común (verso 25), y en el verso 29, Lucas relata: “Entonces Pedro y los otros apóstoles ...” No es posible que la gente de este grupo religiosa sean testigos. No fueron espectadores. No han visto ni oído lo que ocurrió originalmente y lo que enseñó Jesús. De hecho, si la gente que se dice testigos de Jehová nunca había vivido, la palabra de Dios seguiría siendo verdad. Era por los testigos originales que la palabra de Dios fue revelada (1 Coríntios 2:8-10; Hebreos 2:2-4), y era por estos mismos testigos inspirados que la palabra de Dios fue confirmada (Marcos 16:20). Ningún hombre de hoy puede revelar a la palabra de Dios. Ningún hombre de hoy la puede confirmar, establecer, o verificar. Así pues, ningún hombre de hoy puede ser testigo. Podemos relatar a otros la palabra de Dios; podemos contar el cuendo del amor de Dios y del sacrificio de Cristo; pero pueden estar seguros que el mensaje sería cierto e irrefutable si ninguno de nosotros hubieramos nacido.
Proseguimos con la examinación de las enseñanzas de este secto y analicémoslos en vista de lo que enseñan las Escrituras sobre estos temas.
¿TIENE EL ALMA DEL HOMBRE VIDA DESPUES DE LA MUERTE?
Para contestar a la doctrina de los Testigos de Jehová con respecto al alma, miré cuidadosamente y examiné punto por punto a estos pasajes en la palabra de Dios que demuestran todos los usos del término “alma”. Aquí están unas de las afirmaciones acerca del alma del hombre en las publicaciones oficiales de los Testigos de Jehová:
“No hay ningún texto en la Biblia que declara que el alma humana es inmortal.” Esta declaración viene de uno de sus libros, Permite que Dios Sea Verdadero, p. 60, el cual es publicado por su casa de publicación y lleva su imprimátur. Es decir que el libro tiene su licencia, su sanción, y su aprobación. Así pues, estos textos citados (y todos los demás que daré en esta libreta) no vienen de alguien que no es Testigo de Jehová. Representan la autoridad suprema de esta denominación. He aquí otro texto citado del mismo libro y página: “Por eso nosotros vemos que la afirmación de los religiosos que el hombre tiene un alma inmortal y es diferente de las bestias no es bíblico.”
Al discutir la naturaleza del hombre, los Testigos de Jehová afirman que el hombre es totalmente mortal. Escuche a estas citas: “¿Qué es el alma? Es una criatura viviente que respira. Cada hombre es un alma, pero ningún hombre posee un alma... ¿Por cuál autoridad viene la afirmación que la muerte es simplemente la separación del cuerpo con el alma y el alma sigue viviendo? Esta afirmación está basada enteramente en la mentira del diablo.” (J. F. Rutherford, Enemies, p. 174). Otra de sus declaraciones acerca de la mortalidad total del hombre: “Las Escrituras, sin contradicción, demuestran que los muertos son inconscientes, fuera de existencia.” (J. F. Rutherford, Religion, p. 100).
Los Testigos de Jehová han hecho un esfuerzo enérgico para apoyar a sus afirmaciones usando unos pocos pasajes de Escritura en el cual la palabra “alma” parece aplicar al hombre entero o a su vida carnal. Esto es una perversión de la palabra de Dios, y lo hemos comprobado conclusivamente en numerosas discusiones con los Testigos de Jehová (por cierto, han rehusado hablar con nosotros otra vez, y la razón es obvia). Sus afirmaciones son infundadas, totalmente sin el apoyo de la Bíblia, y el estudiante bíblico casual, que lee la palabra de Dios con una mente abierta, pronto descubre este hecho. El apóstol Juan destruye a esta falsa doctrina con un solo golpe: “Cuando el Cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que habían mantenido; (Apocalipsis 6:9). Juan vió a las almas de los que se habían hecho mártires por la causa de Cristo. No vió a sus cuerpos sino sus almas, y estaban vivas, porque “clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, oh Señor santo y verdadero, esperarás para juzgar y vengar nuestra sangre de los que moran en la tierra?” Estas eran almas que estaban vivas después de la muerte, después de pasar de esta tierra.
El Señor también destruye a esta teoría tan equivocada en el cuento que relata en Lucas capítulo 16:22, “Y sucedió que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico y fue sepultado.”
Pausamos lo suficiente para preguntar: “¿Llevaron los ángeles el cuerpo de Lázaro al seno de Abraham, o fue su alma?” El Sr. Thayer, un lexicógrafo griego eminente, dice con referencia al significado del griego en este pasaje: “Para obtener el asiento al lado de Abraham, o sea ser participante de las mismas bendiciones que recibía Abraham en el paraíso, para ser llevado al mismo lugar de gozo y felicidad que Abraham.” Esta misma autoridad dice además que los rabinos judíos entendían que el seno de Abraham era una frase usada para designar a la felicidad del paraíso. ¿Fue este gozo y felicidad compartido con Lázaro después de su muerte? Entonces esto es evidencia irrefutable que el alma vive después de que el cuerpo “vuelva al polvo de donde vino.” Pero continuamos estudiando la cita de Lucas 16:22, “y murió también el rico y fue sepultado. 23 En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio* a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno. 24 Y gritando, dijo: "Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llama." 25 Pero Abraham le dijo: "Hijo, recuerda ...” Ahora observe a algunas de las cosas que ocurrieron después de la muerte del rico: Alzó su ojos, desde el infierno, Estaba en tormentos Vió a Abraham desde lejos con Lázaro en su seno, Gritó a Abraham, Imploró a Abraham a mandar a Lázaro, y Recordó.
¿A caso una persona honesta que estaba buscando a la verdad, tendría la impresión después de leer estos pasajes de escritura que el hombre es completamente destruído al morirse y deja de existir?
Los Testigos de Jehová insisten que este cuento es una parábola, como si eso, en alguna manera afecta a la veracidad de lo que decía Jesús. Una parábola es una narrativa, breve o extendida, verdad o ficción, relatada por el propósito de enseñar una lección moral o espiritual. Tratar de diluir la fuerza y eficacia del cuento con el comentario, “Pero esto es sólo una parábola,” es usar la palabra de Dios en una manera engañadora.
El error serio de los que aceptan esta doctrina es su falta de acceptar a lo que dice la Bíblia acerca del alma con todos sus usos y aplicaciones en las Escrituras. Quieren usar solamente un significado de la palabra alma, o sea la vida carnal del hombre, porque dicen que el hombre no es diferente de las bestias. VARIOS SIGNIFICADOS DE NEPHESH
En esta sección estudiaremos a la palabra hebrea nephesh y brevemente estudiaremos los diferentes usos de la palabra en el Viejo Testamento. Es usada 453 veces y es traducida alma, nunca espíritu.
1. Aliento de vida (Génesis 1:20) “...Llénense las aguas de multitudes de seres vivientes,”
2. Alma por la cual vive el cuerpo – el principio vital. "Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas; (nephesh): porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación." (Levítico 17:11). Si el alma es lo que posee el animal (nos dicen que el hombre no es diferente del animal), o si el hombre no tiene alma pero es alma, ¿cómo podria la sangre hacer expiación por él, y de qué valor podría ser? Pero observe otro pasaje, Génesis 35:18: “Y aconteció que cuando su alma partía, pues murió, lo llamó Benoni;” ¿De dónde partió su alma? Partió de su cuerpo, claro, porque allí es donde estaba viviendo. Pero si un hombre no posee un alma, sería imposible que partiera de su cuerpo. En este pasaje, esto es precisamente lo que afirma la palabra inspirada de Dios con referencia al alma de Raquel. El escritor no dice que su alma se extinguió, o que fue destruída, sino que partió.
3. La mente es el asiento de los sentidos, las afecciones y varias emociones. “Alegra el alma (nephesh) de tu siervo, porque a ti, oh Señor, elevo mi alma.(Salmos 86:4). El alma de David hizo dos cosas, regocijó y fue elevada. Esto es más que la mera existencia carnal. Es una expresión de las emociones y facultades espirituales de la parte más profunda del hombre. David le dijo a Salomón: “sírvele (a Dios) de todo corazón y con ánimo dispuesto;” (nephesh – ánimo) (1Crónicas 28:9). Talvez su traducción de la Bíblia dice “ánimo”, pero es la misma palabra que generalmente se traduce “alma”. Había algún poder moral y espiritual y capacidad dentro de Salomón, más que la vida carnal y separado de ella, con el cual podía servir a Dios. Sería ridículo decir que el animal posee esa habilidad. (Isaías 15:4; 2 Kings 9:15).
4. El corazón – la facultad de entendimiento y pensamiento. “Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.” (Salmos 139:14) El escritor dijo que su alma sabía estas cosas. Su alma era la parte de él que podía pensar, entender, y razonar. Era abierta a la instrucción e influencia divina. “Jonatán dijo a David: --Haré por ti lo que desee tu alma (nephesh).” (1 Samuel 20:4). El alma puede desear, lo cual es una emoción del corazón. Es dificil creer en una doctrina, mucho menos en un argumento, que trata de hacer que la palabra “alma” en esta escritura tenga el significado de vida animal del hombre.
5. Un ser viviente. “ Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente (nephesh).” (Génesis 2:7)
6. Gente, personas. “Y todas las almas (nephesh) de los que salieron del muslo de Jacob, fueron setenta.” (Exodo 1:5). Aquí, “alma” se refiere al hombre entero, pero sería incorrecto, hasta absurdo, pensar que la palabra siempre tiene este significado y ninguna otra. (Génesis 48:18).
7. Vida animal, o animales. “Apartarás para Jehová el tributo de los hombres de guerra que salieron a la guerra; uno (nephesh) por cada quinientos, tanto de las personas como de los bueyes, de los asnos como de las ovejas.” (Números 31:28; Josué 10:30).
8. Mi mismo, o ti mismo, usado como pronombre. “...Su pan será, pues, para ellos mismos (nephesh): ese pan no entrará en la casa de Jehová. (Oseas 9:4; Job 9:21).
Para usar correctamente a la palabra de Dios y así llegar a la verdad acerca de este tema, debemos aceptar a todos los diferentes usos de la palabra (nephesh) en el Antiguo Testamento en sus contextos correctos. Es un mal uso deliberado de las Escrituras enfatizar a unos cuantos pasajes que demuestran a una aplicación de la palabra nephesh y no citar o ignorar, o hasta negar, todo lo demás que Dios ha dicho sobre el tema. Las doctrinas falsas son avanzadas y mucha gente es engañada cuando este método de interpretación es usado. Cualquiera creencia puede ser aducida y cualquier sistema religioso puede ser promulgado con mal usar la palabra de Dios en esta manera.
OTRAS PALABRAS HEBREAS CLARIFICAN EL SUJETO
Para disfrutar de un entendimiento mayor de este sujeto, vamos a dar más atención a otras palabras bíblicas relacionadas directamente con él.
1. “Nedibah” es usada sólo una vez en el Antiguo Testamento y es traducido “alma”. Claramente no se refiere a los animales, sino al hombre. “Hanse revuelto turbaciones sobre mí; Combatieron como viento mi alma, Y mi salud pasó como nube” (Job 30:15). La palabra “alma” aquí no puede ser interpretada como vida animal, porque los enemigos de Job no estaban tratando de matarlo; tampoco se refiere a Job como un alma. Los enemigos de Job no podían perseguirlo porque estaba enfermo y su cuerpo cubierto de lesiones. Sin embargo la escritura dice que los enemigos de Job estaban combatiendo su alma.
2. “Neshamah” es otra palabra hebrea que es traducida “alma” y nunca se refiere a los animales. “Porque no tengo de contender para siempre, ni para siempre me he de enojar: pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he criado. (Isaías 57:16). Es traducida “espíritu´en Job 26:4: “¿A quién has anunciado palabras, Y cuyo es el espíritu que de ti sale?” Aunque Job está usando el sarcasmo contra sus enemigos, esto claramente demuestra que el alma del hombre viene de Dios, y que es algo distinto del cuerpo. En otras palabras, Job está preguntando a estos hombres: “¿Son ustedes Dios para que los hombres reciban sus almas o espíritus de ustedes?” Candela de Jehová es el alma (neshamah) del hombre, Que escudriña lo secreto del vientre.” (Proverbios 20:27). Ninguna persona razonable puede concluir que esto tiene referencia a la vida animal del hombre, o al hombre como alma.
“Ruach” es traducida espíritu, nunca alma, y es usada 235 veces en el Antigo Testamento. Se refiere a Dios, a ángeles, a demonios, al hombre o a algo abstracto en todos los usos menos uno. ”¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres suba arriba, y que el espíritu del animal descienda debajo de la tierra?” (Eclesiastés 3:21). Salomón aquí está hablando de la sabiduría y experiencias del hombre. De un punto de vista humano, ¿Quién sabe que el espíritu del hombre sube arriba y el espíritu del animal desciende abajo? ¿Quién, de su experiencia y sabiduría actual, sabe que el animal no tiene el mismo espíritu que tiene el hombre? Salomón estaba haciendo una burla de la sabiduría del hombre, pero demuestra con su pregunta que el animal no posee ese principio divino que tiene el hombre cuyo espíritu sube arriba, vuelve a Dios (Génesis 6:3; Exodo 31:3; 1 Kings 10:5; Ezequiel 13:3; Joel 12:28). PALABRAS DEL NUEVO TESTAMENTO RELACIONADAS CON EL TEMA
1. “Psuche” es una palabra griega traducida “alma” 57 veces, y traducida “vida” 41 veces. Seis veces significa “persona” ...” en la cual pocas, es á saber, ocho personas (psuche) fueron salvas por agua.” (1 Pedro 3:20) Aquí la palabra psuche se refiere a las ocho personas, Noé y su familia, quienes se salvaron del diluvio. “Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas.” (Hechos 2:41) Aproximadamente tres mil personas, al oir el evangelio predicado por Pedro, y los otros apóstoles, creyeron y obedecieron al evangelio y fueron añadidos a la iglesia por el Señor.
La Biblia enseña que Dios tiene un alma. “MIRAD, MI SIERVO, A QUIEN HE ESCOGIDO; MI AMADO EN QUIEN SE AGRADA MI ALMA; SOBRE EL PONDRE MI ESPIRITU, Y A LAS NACIONES PROCLAMARA JUSTICIA.” (Mateo 12:18). En el mismo libro de los Testigos de Jehová ya mencionado (Permite que Dios Sea Verdadero, p. 61) hay una sección dedicada a la discusión del Alma Mortal. El autor dice: “El hecho que el alma humana es mortal puede ser claramente comprobada con un estudio cuidadoso de la Bíblia.” Y se supone que esta palabra, psuche, traducida alma, comprueba que el hombre es totalmente mortal, según su doctrina (ibid. page 62, párafo 12); pero esta misma palabra también se aplica a Dios en el pasaje que acabamos de leer. ¿Entonces, es mortal Dios? Y si esta palabra significa la vida animal del hombre, ¿significa también que Dios tiene vida animal, y solamente vida animal? El autor de esta obra dice que el hombre no es diferente a las bestias, y que el hombre no posee un alma pero que es un alma. Pero observemos la conclusión de tal razonamiento: El hombre es un alma (psuche) y no es diferente de las bestias. Dios también es un alma (psuche), y así pues, no es diferente de las bestias. Nada (menos una doctrina diabólica) podría causar que un hombre tuviera tal razonamiento, si lo podemos llamar razonamiento.
El alma (psuche) no puede ser destruída por medios físicos, y así pues, significa mucho más que sólo la vida animal o simple existencia. “Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma (psuche) como el cuerpo en el infierno.” (Mateo 10:28)
Este pasaje enseña que el cuerpo y el alma son distintos, y que el hombre no puede matar al alma. Pero si el alma es mortal, sólo la vida animal, algo que deja de existir al morirse, entonces un hombre sí la podría matar. Pero mientras estamos considerando este pasaje, prestemos atención a la última parte. Los Testigos de Jehová afirman que la destrucción mencionada en el pasaje, la cual Dios puede traer sobre ambos el cuerpo y el alma, es destrucción total. “La destrucción en el infierno” de este pasaje significa una muerte de la cual no hay resurección a una vida futura del alma (ibid. p. 63). En otras palabras, Dios destruirá completamente, o borrará de existencia a los malos, y no serán resucitados sino que permanecerán eternamente muertos. Pero examinemos el significado de la palabra “destruir” y como es usada en este pasaje y en muchos otros pasajes del Nuevo Testamento. La palabra es “apollumi” y esto es su significado según los eruditos griegos: “perder o ser deprivado de” (Mateo 10:42); “ ser perdido, o extraviarse” (Mateo 10:6); (del Léxico Analítico Griego, Harper). Otra vez, “dedicar o entregar a la miseria eterna: (Mateo 10:28; Santiago 4:12) “destruir, o sea, perder. Usado para describir a ovejas extraviadas de la manada” (Thayer).
Observe como la palabra se usa en estos pasajes: “Sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” (Mateo 10:6). Si la palabra significa destrucción eterna, entonces Jesús mandó a sus discípulos a gente que no existía. “Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.” (Lucas 19:10). ¿A caso Jesús vino a salvar a los que no existían, porque habían sido destruídos eternamente o extinguidos?
2. “Pneuma” es traducida “espíritu” 276 veces en el Nuevo Testamento y nunca se refiere a los animales. Según los proponentes de esta doctrina, el espíritu significa aliento o viento porque es traducida así en varios lugares, pero examinemos a unos cuantos pasajes donde se usa esta palabra y veamos si es cierto o no. “Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26:41). ¿Quería decir el Señor que el aliento de Pedro, Jacobo y Juan estaba dispuesto a velar con él en la hora de prueba? “Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:5) ¿Significa esto que uno es nacido del aliento o viento de Dios para poder entrar al reino del cielo? “Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.” (Juan 4:24) ¿Es esto el viento o aliento de Dios a lo cual se refiere Jesús? “Y se lo trajeron. Y cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y éste, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos.” (Marcos 9:20). ¿Significa esto que un espíritu no es más que un viento o aliento? “ En aquella misma hora El se regocijó mucho en el Espíritu Santo” (Lucas 10:21). ¿Fué el aliento en que regocijó Jesús? Nadie que lee la Bíblia con el corazón abierto y honesto puede llegar a tal conclusión.
EL HOMBRE POSEE UN ESPIRITU
“Pero hay un espíritu en el hombre, y el soplo del Todopoderoso le da entendimiento.” (Job 32:8). Hay veces en la Bíblia cuando el espíritu es diferente del alma, aunque las palabras, espíritu y alma se usan intercambiablemente. “Hay un espíritu en el hombre” claramente dice que el espíritu y el cuerpo son entidades separadas. El hombre es un ser triuno – cuerpo, alma y espíritu. “Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Tesalonicenses 5:23). El hombre tiene vida como la tiene un animal; tiene un cuerpo carnal y mortal, como lo tiene un animal; pero tiene un espíritu, hecho en la imagen de Dios, lo cual es capaz de pensar, razonar, entender, creer, obedecer, regocijar, etc. Esta parte del hombre es susceptible a las impresiones divinas e influencia de hacer bueno o malo, y es la parte del hombre que es el tabernáculo de Dios en un recipiente de barro y que vivirá eternamente o para disfrutar de las bendiciones de Dios o para sufrir de su venganza, según la manera que ha vivido y si ha servido a Dios fielmente guardando su palabra en esta vida.
LOS TESTIGOS DE JEHOVA ENSEÑAN QUE LA BIBLIA NO ES SUFICIENTE
Los Testigos de Jehová nos dicen que el hombre no puede tener la luz verdadera aparte de su publicación, Estudios en las Escrituras. Esta publicación no es solamente un comentario sobre las escrituras, sino que según ellos, sirve para ayudar al hombre a ver y entender lo que es la voluntad de Dios hacia los hombres.
Observe, de esta publicación, a unas de las afirmaciones presuntuosas que hacen: “Si alguien deja de leer a los Estudios de las Escrituras, aún después de familiarizarse con ellos, después de haberlos leído por diez años, y va a la Biblia solo, aunque ha entendido a su Biblia por diez años, nuestra experiencia demuestra que dentro de dos años, se pierde en la oscuridad.” (Watch-Tower, September 15, 1910, page 298).
“Si los seis volúmenes de los Estudios de las Escrituras son practicamente la Bíblia ordenada en temas, con pruebas bíblicas dadas, no sería incorrecto llamarlos La Bíblia en Forma Ordenada. Es decir, no son solamente comentarios sobre la Bíblia, sino que son practicamente la Bíblia misma.” (ibid.).
Es dificil imaginar que gente que dice tener respeto para la Bíblia pudiera hacer tal declaración. En primer lugar, tales declaraciones infieren que el Pastor Russell y sus compañeros tenían la habilidad de escribir acerca de y explicar a los temas bíblicos más claramente que Dios mismo. Eso es una reflección sobre la sabiduría de Dios. En segundo lugar, afirma que los Estudios en las Escrituras son superiores a la Bíblia misma, y tal insolencia no puede ir sin reto. El Nuevo Testamento es la revelación final y completa de Dios mismo y su voluntad hacia los hombres. Es el libro más explicable y autodefinido que jamás se ha escrito sobre el tema de la religión. Si alguien mantiene que lo que ha escrito el hombre reemplace a la Bíblia, haciendo la Bíblia inferior a los Estudios de las Escrituras, esto es despreciativo. Pablo llama a la voluntad de Dios “lo que es bueno, aceptable y perfecto.” (Romanos 12:2).
Jesús prometió a sus apóstoles que les mandaría al Espíritu Santo, y que él les enseñaría “todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.” (Juan 14:26).
Poco después, Jesús les prometió además que el Espíritu “os guiará a toda la verdad” (Juan 16:13). Un resumen de estos dos versos dice:
El les enseñará todas las cosas.
El les recordará todo lo que les he enseñado.
El los guiará a toda la verdad.
Sin embargo, el Russellismo dice que si usted sabe todas estas cosas que el Espíritu Santo le ha dado por medio de los apóstoles, y los ha sabido por diez años, que dentro de dos años se perderá en la oscuridad si sólo tiene la Bíblia sin los Estudios en las Escrituras. ¿Puede creer eso? Juan dice: “Todo el que se desvía y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza tiene tanto al Padre como al Hijo.” (2 Juan 9). ¿Es esto la enseñanza de Cristo, que los Estudios en las Escrituras es mejor que la Bíblia para producir a cristianos bien informados y fieles?
Hay una fuerte advertencia hecha por el apóstol Pablo en contra de añadir, quitar o en cualquiera otra forma alterar al evangelio de Cristo. “Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente; que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema.” (Gálatas 1:6-8).
El apóstol Pedro, inspirado por Dios, nos dió una regla por la que debemos ser gobernados en toda nuestra predicación y enseñanza: “El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios;” (1 Pedro 4:11). Aun con la enseñanza clara de la Bíblia, Russell y sus seguidores quieren que creamos que la mejor opción es aceptar a las palabras de los Estudios en las Escrituras. Ambos Pablo y Pedro afirman que la palabra de Dios provee todas nuestras necesidades y nos hace completos en Dios. “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16, 17). “Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,” (2 Pedro 1:3). Estos pasajes no necesitan nada de clarificación por el hombre. Sólo necesitamos examinar lo que dicen. Es evidente que las Escrituras nos proveen con todo lo que necesitamos en nuestras vidas espirituales y en nuestra caminada como cristianos, y nos aseguran el crecimiento hasta la madurez. No hay necesidad que tenga el hombre que no es totalmente proveído por Dios por medio de su palabra. “Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19).
De los pasajes que hemos leído sobre el tema de la revelación de Dios hacia nosotros, usted sin duda, ha observado al uso repetido de la palabra “toda”. Para resumir, esto es lo que Dios dijo: El los guiará (a los apóstoles) a toda la verdad; Los recordará a todo los que les he enseñado; Les enseñará todas las cosas. Las escrituras inspiradas los preparará para toda obra buena, por medio de su conocimiento de El, en esta revelación del Nuevo Testamento y les dará todas las cosas concernientes a la vida y justicia; y así Dios nos ha proveído todas las necesidades espirituales.
De lo que se ha dicho en estos pasajes, podemos estar seguros que Dios nos ha dado la revelación completo, total, final y perfecto de su voluntad hacia nosotros. No ha habido otra revelación de Dios desde la que dió a sus apóstoles y a los hombres inspirados en quienes los apótoles habían puesto sus manos. La afirmación que esta revelación sigue progresando es falsa. Revelaciones nuevas y añadidas son invenciones de la imaginación de los hombres. Hay muchas cosas erróneas con esta posición de una revelación adicional, pero principalmente es equivocada y engañadora. Si todavía hay más revelaciones provenientes de Dios, entonces su promesa que los apóstoles recibirían todo lo que Dios quiere darnos no es cierto. Que todos los hombres sean mentirosos, pero Dios es verdadero. Les reto a los Testigos de Jehová o a cualquier otro grupo que dicen tener otra revelación, a nombrar una sola verdad que tenemos hoy que no es revelada en la Bíblia. El anatema del cielo está sobre cualquiera que desea añadir a la revelación original de la voluntad de Dios hacia el hombre.
ENSEÑAN QUE NO HAY TRINIDAD
Una de las razones que dí al comenzar este libro de porque las enseñazas de los Testigos de Jehová tienen una mezcla de doctrinas falsas, es porque aceptan a esta dogma. “El estudiante cuidadoso de los capítulos anteriores ha encontrado testimonio abundante en las Escrituras que hay un solo Dios Todopoderoso (Estudios en las Escrituras, Vol. V, página 166). Otra declaración del mismo libro: “Verdaderamente, si no fuera por esta tontería de la Trinidad que nos han enseñado desde la infancia, y por el hecho de que es seriamente enseñado en los seminarios teológicos por profesores canosos, y en muchas otras maneras supuestamente sabias, nadie lo daría ni un momento de consideración.”
Usted puede ver de estos textos citados que los Testigos de Jehová niegan la doctrina de la Trinidad, la naturaleza de Dios en tres personas. Dicen en sus publicaciones: “Jamás ha existido una doctrina más engañadora que la de la Trinidad. Sólo hubiera podido originar en una menta, la mente del diablo.” (Reconciliación, J.F. Rutherford, página 101).
Han decidido lo que otros creen acerca de la Deidad, Dios en Tres Personas, la Trinidad, y han fabricado su propia definición. “La doctrina es, en breve, que hay tres dioses en uno; o sea, Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo, todos los tres iguales en poder, substancia, y eternidad” (ibid., página 100). En el primer lugar, es necesario entender que los cristianos no creen que hay tres dioses en uno, pero si creen que hay un sólo Dios en el cual hay tres Personas – Padre, Hijo, y Espíritu Santo. La Biblia enseña que todos los tres son de la misma substancia (-. literalmente, caracter, Hebreos 1:3). Los tres son infinitos en existencia, omnipotentes, omniscientes, y omnipresentes.
Es inconcebible que la persona que lee el Nuevo Testamento con cuidado llegue a las conclusiones expresadas en los textos citados arriba de los Testigos de Jehová. Para llegar a esta conclusión sería necesario tener la mente completamente cerrada o no tener nada de interés en las verdades inspiradas. La persona que honestamente busca a la verdad siempre quiere saber lo que dice la Bíblia sobre el tema. Y la Bíblia tiene mucho que decir sobre el tema. Examinaremos lo suficiente de lo que dice para convencer al dudador honesto, fortalecer al creyente, y refutar al maestro falso.
Primero debemos observar a las cosas que dice Jesus, “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.” (Juan 14:16). Tres personas son mencionados en este pasaje:
Yo (Jesús)
el Padre
el Consolador, quien es el Espíritu de la verdad
En el verso 26 del mismo capítulo, Jesús continua, “Mas el Consolador, El Espíritu Santo, el cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho.” Este pasaje es positivamente claro sobre la naturaleza de Dios porque se refiere a Cristo, el Padre, y el Espíritu. Observe también una verdad anteriormente mencionada, ellos eran sus testigos porque habían estado con él desde el principio.
Los primeros versos del Antiguo Testamento necesariamente introducen a una pluralidad de personas que son la naturaleza de Dios. “En el principio, crió Dios (Elohim) los cielos y la tierra.” (Génesis 1:1) La palabra hebrea Elohim es plural y eso no es sorprendente, porque ambos Dios y Cristo fueron involucrados en la creacíon. Pero también estaba involucrado el Espíritu Santo. El verso 2 del primer capítulo de Génesis dice, “Y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.” En el verso 26, Jehová habla con términos plurales otra vez: “Hagamos al hombre á nuestra imagen.” La Biblia habla positivamente de tres Personas que tienen la esencia de la Deidad, y también proclama positivamente que Dios es Uno.
A fines de su vida y ministerio, Jesús dió a sus apóstoles la comisión de ir a todo el mundo y hacer discípulos, “bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.” (Mateo 28:19) En este pasaje Jesús habla de esta relación. La gente quienes oyen y aceptan al evangelio, cambian su relación con el mundo, o sea, su afiliación y conección con el mundo, por una unión y asociación con Dios, Cristo y el Espíritu Santo.
Los Testigos de Jehová negarían todos estos pasajes, y otros que se refieren a Cristo y al Espíritu Santo como Deidad, porque alegan que Cristo fue un angel creado antes de venir a la tierra. “Como El (Cristo) es el más alto de la creación de Jehová, también fue el primero, una creación directa de Dios, el único engendrado” (Estudios en las Escrituras, Vol. V, página 84). Así pues, podemos observar de sus escrituras que la posición que toman es que Cristo es un ser creado, el primer ser creado por Dios, y él es, según ellos, un dios secundario e inferior. Les gusta usar Apocalipsis 3:14 como el texto que prueba su creencia. Juan le llamó a Cristo en ese verso, “el testigo verdadero y fiel, el principio de la creación de Dios.” Esta declaración, “el principio de la creación de Dios,” supuestamente fortalece su posición; pero examinemos el pasaje para ver si hay apoyo para su afirmación que Cristo es un ser creado. La palabra –principio (arche-) significa, “ser el jefe, el líder, el gobernador” (Marco 10:42; Romanos 15:12). Thayer aclara más la definición: “el origen de la creación, aquél por el cual todo es creado; la causa, el agente.” Esto es, sin duda, la verdad del asunto y corresponde a lo que los escritores inspirados del Nuevo Testamento dicen sobre el tema. “El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.” (Colosenses 1:15). La palabra para primogénito es prototokos y es definado por Thayer como: “del rango supremo que excela a los otros hijos.” Kittel, el erudito eminente alemán que escribió diez volúmenes del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, dice en su definición: “Primer rango.” También elabora: “Lo que significa es la supremacia única de Cristo sobre todas las criaturas como Mediador de su creación.” Amdt & Gingrich están de acuerdo con este comentario y definición del término: “de Cristo como el primogénito de la humanidad nueva . . .la nueva comunidad de los santos.”
Estos pasajes que acabamos de leer no indican que Cristo fue creado por Dios, porque el verso 16 en el capítulo 1 de Colosenses dice: “Porque en El fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de El y para El. Y El es antes de todas las cosas, y en El todas las cosas permanecen.” Esto es una declaración positiva que
El existía antes de todas las cosas
El creó todas las cosas
En El todas las cosas permanecen
Si Cristo fuera un ser creado, como lo dicen los Testigos de Jehová, ¿cómo podría:
ser antes de todas las cosas
crear todas las cosas?
El lógico de esto sería que El crió a El mismo. Esta doctrina afirma que Cristo es inferior a Dios. Pero investiguemos un poco más. Pablo, al hablar de Cristo, menciona “su poder y deidad eterna” (Romanos 1:20). En Colosenses 1:19, el escritor dice, “Porque agradó al Padre que en El habitara toda la plenitud.” Más adelante en la misma carta Pablo afirma, “Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El,” (Colosense 2:9). ¿Cómo puede uno tener más que la plenitud de la Deidad?
Pero inspeccionaremos más su negación blasfemoso en este texto citado: “El gran Jehová es El Dios. El Hijo, el Logos, es Un Dios. El nombre dios se aplica a los poderosos, hasta a los ángeles y magistrados. El nombre dios entonces se aplica correctamente al Hijo porque El es un poderoso . . . Los nombres Jehová, Dios Todopoderoso, y Más Alto nunca se aplican a Jesús en las Escrituras, el Hijo de Dios . . . En realidad, cuando Jesús estaba en la tierra, El era un hombre perfecto, nada más y nada menos . . . Jesús no era Dios el Hijo” (ibid. páginas 106, 111, 113).
Los Testigos de Jehová declaran que Jesús fue un dios creado. La Biblia dice que El siempre ha sido Dios porque se refiere a su “deidad eterna.” Los Testigos de Jehová afirman que las Escrituras nunca usan los nombres Dios Todopoderoso, o Dios Más Alto para referir a Jesús. Isaías dijo, “y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” (9:6). Más temprano, Isaías dijo concerniente a Jesús, “. . . y le pondrá por nombre Emmanuel” (7:14). Mateo nos dice siglos después que esto significa “Dios con nosotros” (1:23).
Observemos otros pasajes que declaran que Jesús es Dios – que El es Deidad en el sentido más completo de la palabra. “a los que han recibido una fe como la nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo:” (2 Pedro 1:1). Este pasaje dice que Dios y nuestro Salvador Jesucristo son uno y la misma persona, o sea que Jesucristo es Dios. Leamos otro pasaje: “. . . aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús,” (Tito 2:13). Pablo aquí afirma que Jesucristo es nuestro Salvador y gran Dios. Estos dos pasajes ilustran el uso de la regla griega de la gramática. En el libro “Manual Gramática del Nuevo Testamento Griego” por Dana y Mantey, tenemos esta regla bajo el título “Usos Especiales del Artículo con Sustantivos Conectados por la palabra Kai: “La siguiente regla explicada por Grandville Sharp del siglo pasado todavía sigue siendo cierta: Cuando el copulativo kai (y) conecta a dos sustantivos del mismo caso, el artículo (el o la) y cualquiera de sus casos precede el primero de dichos sustantivos o participios, y no es repetida ante el segundo sustantivo o participio, sino que siempre se refiere a la misma persona expresada o descrita por el primer sustantivo o participio; es decir, denota una descripción adicional del sustantivo nombrado primero.” Esta es la construcción de los pasajes que acabamos de leer, y significa que los sustantivos Dios y Salvador Jesucristo, y el Gran Dios y nuestro Salvador Jesucristo se refieren a la misma persona. Y según Dana y Mantey esto siempre es el caso.
La Bíblia habla de Jesús en paridad con Dios. “El cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse,” (Filipenses 2:6). Jesús mismo lo expresó en estos términos, “Yo y el Padre somos uno.” Muchos años después, el escritor de la carta a los Hebreos testificó concerniente a Jesús: “ . . . El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza,” (Hebreos 1:3). Les llamó la atención a esta fraseología importante. El término “expresión exacta de su naturaleza” viene de la palabra griega “charakter” el cual significa “una grabación o impresa, una expresión exacta; la cualidad, naturaleza, o tipo esencial.” El es la misma esencia que Dios. Pero al vaciarse, y hacer el trabajo y el servicio que vino a cumplir, el Padre era mayor. “ . . . el Padre es mayor que yo.” (Juan 14:28). Así pues, se puede decir que oficialmente el Padre Dios es mayor. Eso es comprobado en otras declaraciones: “Nosotros debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día;” (Juan 9:4). “Jesús les dijo*: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra.” (Juan 4:34). “pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras.” (Mateo 26:39).
SU DEIDAD ESTABLECIDA
Al igual que los musulmanes y algunos otros, los Testigos de Jehová niegan la deidad de Jesús. Investiguemos el testimonio bíblico para poder evaluar y determinar la verdad de Dios en el tema.
1. Los profetas. Por inspiración, los profetas supieron que Jesucristo era Dios. Hemos leído pasajes de Isaías, los cuales nos dicen que Jesús es Emmanuel, o Dios con nosotros. Isaías también le llamó a Jesús, Maravilloso, Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Más adelante en el capítulo 54, verso 5, hace esta declaración: “Porque tu esposo es tu Hacedor, el SEÑOR de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor es el Santo de Israel, que se llama Dios de toda la tierra.”
2. Juan el Bautista. El anunciador de Cristo proclamó su deidad en muchas ocasiones. Observe esta declaración suya: “He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. . . . Y yo le he visto y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.” (Juan 1:29-34)
3. Jesús. El Señor Jesucristo proclamó su deidad en mucha ocasiones. “Si me hubierais conocido, también hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto.” (Juan 14:7). En el verso 30 del capítulo 10, declara: “Yo y el Padre somos uno.” Toma una posición muy firme cuando habla del tema de su deidad en este pasaje: “Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados.” Hay varios implicaciones en esta declaración de Jesús: Nació de la virgen María Hizo milagros Vivió una vida sin pecado Enseñó y vivió en el nivel más alto y más noble que haya existido en el mundo Murió por los pecados del mundo entero Fue resucitado de la muerte Está sentado en la diestra de Dios como Rey de reyes y Señor de señores Tiene el poder para salvar a todos los que vienen a Dios por El. “A menos que crean en mí,” nos dice, “morirán en sus pecados , y donde estoy yo no podrán venir.” Otra declaracion de su deidad se encuentra en una declaración muy repetida que empleaba las primeras y últimas letras del alfabeto griego, “Yo soy el Alpha y Omega” (Apocalipsis 1:8). Esto se refiere a su infinidad. El es el primero y el último. Para ponerlo en nuestro lenguaje y para nuestro entendimiento, está diciendo que es interminable y sin límites; no tiene comienzo ni fin. No hay manera de medirlo, porque es Dios.
4. Los apóstoles. Los apóstoles, y muchos más escritores del Nuevo Testamento, afirman su deidad. Pablo declaró que Dios fue manifestado en la carne (1 Timoteo 3:16). Tomás le contestó, “Mi Señor y mi Dios” (Juan 20:28). En los primeros versículos de su versión del evangelio, Juan expresó la infinidad y deidad de Jesús con estas palabras: “En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.” (Juan 1:1). Los Testigos de Jehová dicen que este pasaje apoya su teoría que Jesús es un dios y no el Dios. Su prueba supuesta es la última clausula del verso 1, “ y el Verbo era Dios.” En el griego, Dios no es adelantado por un artículo (el), y por eso, dicen que debe ser traducido, “ . . . y el Verbo era un Dios (dios).” Dana y Mantey discutan la regla de la gramática griega bajo el título La Ausencia del Artículo. “ Esto (sustantivo sin el artículo) pone énfasis sobre el aspecto cualitativo del sustantivo en vez de ponerlo en su identitad. Un pensamiento puede ser concebido de dos puntos de vista: como identificar o como cualificar. Para comunicar el primer punto de vista, el griego usa el artículo; para el segundo punto de vista, usa el sustantivo sin el artículo.” Por toda su discusión de esta regla, Dana y Mantey continuan a enfatizar el hecho de que el artículo con el sustantivo se usa para identificación. El sustantivo sin el artículo se usa para cualificación, naturaleza, y esencia. A. T. Robertson en su Gramática del Nuevo Testamento también dice que la fuerza cualitativa “es mejor expresado en sustantivos sin los artículos.” Los eruditos griegos nos dicen que, el sustantivo sin el artículo está expresando el caracter o esencia, como en Hebreos 1:1-3. Juan afirma en Juan 1:1 que la esencia del Verbo es Deidad. El sustantivo con el artículo es usado para identificación. “En el principio existía el verbo.” Esto lo identifica, nos dice no solamente quien es, sino que también estaba ahí desde el principio.
En el verso 14, continua su afirmación, “Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” En 1 Juan 1:2, el apóstol le llama, “la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó;” Era la divinidad de Jesús a que Pablo se refirió cuando le dijo a Tito, “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús, quien se dio a sí mismo por nosotros, para REDIMIRNOS DE TODA INIQUIDAD y PURIFICAR PARA SI UN PUEBLO PARA POSESION SUYA, celoso de buenas obras.” (Tito 2:13, 14). Lo llama el gran Dios y además lo identificó como: Salvador El que se dio a sí mismo por nosotros El que nos redimió y purificó El que es nuestra esperanza bienaventurada y el que se manifestará Talvez Ud. pregunta, ¿Quién es el Gran Dios? Las cuatro cosas dichas de El en estos versos nos dicen quién es sin equivoco. Pedro le dice “nuestro Dios y Salvador Jesucristo,” y luego al proceder, habla de su poder divino y su naturaleza divina (2 Pedro 1:2, 4). Dios mismo declara la deidad de Cristo. “Pero del Hijo dice: TU TRONO, OH DIOS, ES POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, Y CETRO DE EQUIDAD ES EL CETRO DE TU REINO.” (Hebreos 1:8). La oración en Juan 17:5 se refiere a la gloria que Cristo tuvo con su Padre antes del principio del mundo. Entre las cosas atribuidas a Jesús en Hebreos 1, hay estas cosas encontradas en los versos 10-12: “También dice: Tú, Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permaneces. Todos ellos se envejecerán como una vestidura; como un vestido los envolverás,y serán mudados. Pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán.”
Esto es sólo una fracción de lo que afirma la Biblia acerca de la deidad de Cristo. Además de avanzar su deidad, lo comprueba. Ninguna enseñanza en la Bíblia es más fortificada y reenforzada como la divinidad de Jesús. Pedro dice al concilio del sanedrín, “ Nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que lo obedecen.” (Hechos 5:32). Lo que sostiene a su deidad es su resurrección de la muerte. “que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos.” (Romanos 1:4; 1 Pedro 1:3; 3:21) Pedro, verificando su deidad, les dijo a su audiencia en el día de Pentecostés: “Pero siendo profeta, (David) y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia en cuanto a la carne levantaría al Cristo para que se sentara en su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades ni su carne vio corrupción.” (Hechos 2:30, 31). Hay tres verdades en este pasaje: El alma de Jesús estaba en el Hades por tres días, separado de su cuerpo. Hades es el estado de inconsciencia entre la muerte y la resurrección. Los Testigos de Jehová niegan que el hombre tiene un alma y afirman que cuando se muere deja de existir. Si esto es cierto, ¿Por qué no se quedó el alma de Jesús en Hades? Está sentado en su trono como Señor y Rey; Su carne no vio corrupción. ¿Qué prueba más fuerte hay por la deidad de Cristo?
NEGACION DE SU ASCENSION
La religión falsa niega su resurrección además de su deidad: “El cuerpo humano de nuestro Señor fue levantado supernaturalmente de la tumba; porque si se hubiera quedado allí, hubiera sido un obstáculo enorme para la fe de los apóstoles. No sabemos que se hizo el cuerpo, sólo sabemos que no vio corrupción. Si se disolvió en gases o si todavía está conservado en alguna parte como una gran conmemorativo del amor de Dios, o de la obediencia de Cristo, y de nuestra redención, nadie sabe; tampoco es necesario saber.” (Estudios en las Escrituras, Vol. 11, páginas 125-130).
Estas ideas no tienen fundación o apoyo bíblico. Escuchen a uno de los escritores inspirados del Nuevo Testamento: “ Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a los discípulos junto al mar de Tiberias” (Juan 21:1).
Temprano en su ministerio, Jesús les dijo a sus apóstoles: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.” Ellos no entendieron. El templo judío había durado cuarenta y seis años en construir, y los apóstoles se preguntaron como lo reconstruiría Jesús en tres días. “El hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron de que había dicho esto; y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había hablado.” (Juan 2:19-22). El problema con los Testigos de Jehová es que ellos “no creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había hablado.” Aquí hay otra cosa que dicen sobre el tema: “Fue necesario, no solamente que se muriera el hombre Jesús, pero también necesario que el hombre Cristo Jesús nunca volviera a vivir, que se quedara muerto, nuestra redención por toda la eternidad.” (Estudios en las Escrituras, Vol. V, página 443). Sin la resurrección, no habría un evangelio (buenas nuevas). “sino también por nosotros, a quienes será contada: como los que creen en aquel que levantó de los muertos a Jesús nuestro Señor, el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado por causa de nuestra justificación.” (Romanos 4:24, 25).
Cuando Pablo escribió a la iglesia en Corinto, la muerte y resurrección era céntrico a todo lo que predicaba. “Cuando fui a vosotros, hermanos, proclamándoos el testimonio de Dios, no fui con superioridad de palabra o de sabiduría, pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a Jesucristo, y éste crucificado.” (1 Coríntios 2:1,2). “Ahora os hago saber, hermanos, el evangelio que os prediqué, el cual también recibisteis, en el cual también estáis firmes, por el cual también sois salvos, si retenéis la palabra que os prediqué, a no ser que hayáis creído en vano. Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; que se apareció a Cefas y después a los doce; luego se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen; después se apareció a Jacobo, luego a todos los apóstoles, y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí.” (1 Coríntios 15:1-8).
Además de aparecerse a todos estos testigos, también hay los milagros hechos por los apóstoles por medio del Espíritu Santo que aun más apoyan y confirman lo que habían visto (Marco 16:20; Hebreos 2:24). En conjunto con los otros apóstoles, Tomás pudo documentar a la resurrección: “Luego dijo a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.” (Juan 20:27). Es sorprendente que gente que se dice cristiana pudiera negar esto y en vez de esto declarar que “no sabemos que se hizo el cuerpo, si se disolvió en gases o si está conservado en alguna parte.” ¿Cómo puede gente que dice que cree en la Bíblia decir que Jesús murió y que está muerto para siempre? Pedro dijo, “y disteis muerte al Autor de la vida, al que Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.” (Hechos 3:15).
NEGACION DE LA NATURALEZA DUAL DE JESUS
En la misma publicación, que según los Testigos de Jehová es mejor que la Bíblia, niegan que Jesús era ambos humano y divino. “Tampoco era Jesús una combinación de dos naturalezas, humana y espiritual . . . Cuando Jesús estaba en la carne, era un ser humano perfecto y desde su resurrección es un ser perfecto espiritual de la orden más alta y divina” (Estudios en las Escrituras, Vol. 1, página 179).
Aunque ya he ofrecido pruebas bíblicas que refutan a esta posición, es bueno repasarlo de nuevo con otros pasajes adicionales que confirman la divinidad y humanidad de Cristo. Al leer el Nuevo Testamento, me quedo impresionado con las muchas veces que se usan las frases el Hijo de Hombre y el Hijo de Dios. El Hijo de Hombre expresa la naturaleza humana de Jesús, y el Hijo de Dios expresa su naturaleza divina. Nadie debe sorprenderse con esto, ni deben de encontrarlo dificil de aceptar. Jesús les dijo a sus discípulos repetidamente que vino de Dios y que volvería a Dios (Juan 8:14, 42 y 14:12). Juan declaró que Jesús era Dios, siempre ha sido Dios, y que vino en la carne y habitó entre nosotros (Juan 1:1-14). Pablo alega que Cristo Jesús tenía igualdad con Dios, pero que se vació y tomó la forma de un sirviente e imagen de un hombre (Filipenses 2:6-7). Pablo le dijo a Timoteo que Dios se había manifestado en la carne y que más tarde fue recibido en gloria (1 Timoteo 3:16). El escritor de la carta a los hebreos nos dice que Jesús fue tentado en la misma manera que nosotros pero sin pecar (Hebreos 4:15). Eso es algo muy humano. Cuando Jesús había ayunado por un largo periodo de tiempo, la escritura inspirada dice, “después sintió hambre.” ¿Verdad que eso indica que era humano? (Mateo 4:2). Después de viajar unos cuarenta y seis millas a pie, llegó al pueblo samaritano y se sentó en la posa. La Bíblia dice que se sintió cansado después de su jornada (Juan 4:4-6). La palabra que usa Juan para describir a Jesús significa exhausto o fatigado. Esto suena muy humano. Pero, por el otro lado, Cristo perdonó a los pecados (Mateo 9:2). “¿Quién puede perdonar a los pecados sino Dios solamente?” (Marco 2:7).
Los profetas del Antiguo Testamento predijeron que Jesús sería el tabernáculo en la carne (Isaías 7:14 y Mateo 1:23). Fue engendrado por el Espíritu Santo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso lo santo que nacerá será llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1:35). Mateo lo pone en estas palabras, “se halló que había concebido por obra del Espíritu Santo.” (Mateo 1:18). En las cartas más cortas del apóstol Juan, hizo estas declaraciones muy claras sobre el tema: “y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; “ (1 Juan 4:3). Y otra vez, “Pues muchos engañadores han salido al mundo que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Ese es el engañador y el anticristo.” (2 Juan 1:7). El vivió como vivimos nosotros, con todos los sentimientos humanos, los deseos, y las tentaciones comunes a todos los hombres, pero sin pecar. Pero también era divino. El vino para que todos los hombres pudieran vivir y tener la vida más abundante (Juan 10:10). “Por lo cual El también es poderoso para salvar para siempre. . .” (Hebreos 7:25). Nadie sino Dios puede hacer esto.
Para ser consistente con sus problemas con la Bíblia y lo que dice acerca de la naturaleza dual de Jesús, los Testigos de Jehová deben contradecir su expiación por los pecados de la raza humana.
“Veremos más adelante cuando consideramos particularmente al aspecto de redención de Su trabajo, que era absolutamente necesario que fuera un hombre, nada más ni nada menos que un hombre perfecto” (Estudios en las Escrituras, Vol. V, página 95). Los Testigos de Jehová otra vez tienen dudas acerca de la deidad de Cristo. Es como si nunca habían leído el Nuevo Testamento. Pablo habla del poder y divinidad eterno de Jesús (Romanos 1:20): “Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa.”
La palabra divina de Dios atribuye la creación a Cristo, la Palabra (Colosenses 1:16-18). El pasaje en Romanos dice que estas cosas se pueden ver claramente por medio de lo creado. Juan declara, “Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:3). Les llamo la atención al hecho de que Pablo en Romanos 1 habla de la deidad eterno de Jesús. Esta religión falsa que estamos estudiando argumenta que Jesús fue un ser creado, un dios secundario, y que cuando vino a la tierra, no era nada más que un hombre. También insiste que después de su resurrección ya no era un hombre sino un ser divino. Así pues, abandona a su divinidad, y más tarde la vuelve a tomar. ¿Cómo puede ser eterna su divinidad entonces?
Continuando con este pensamiento, el apóstol insiste que Jesús es completamente Dios: “Porque agradó al Padre que en El habitara toda la plenitud,” (Colosenses 1:19). En su contradicción de lo que Pablo dice sin equivocación, los Testigos de Jehová dicen que era un hombre, nada más, nada menos. Pero examinemos más lo que dice Pablo: “Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El,” (Colosenses 2:9). Hay dos palabras aquí que debemos examinar con cuidado. Una es plenitud, (pleroma) la cual significa “lleno de, abundante, totalmente ocupado, completo, perfecto” (Harper’s Analytical Greek Lexicon). Pablo está diciendo que Jesús es perfectamente, completamente y totalmente Dios. Los Testigos de Jehová dicen que es un hombre, nada más. La otra palabra es deidad (theotetos) la cual significa “el verdadero Dios, divinidad, deidad, majestad divina” (ibid.). Hay tantos eventos en la vida de Jesús que iluminan su majestad divina. Uno, al final de su vida terrestre, fue cuando vino el multitud de soldados y oficiales al jardín para arrestarlo, y él les preguntó: “¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y El pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles?” (Mateo 26:53).
Toda doctrina falsa comienza con sólo desviar un poquito de la verdad.
--Reinhold Niebuhr -. Filósofo del Siglo 19
El apóstol Pablo no demoró en revelar su asombro al descrubrir que ya existían los que habían cambiado su conocimiento de la verdad por una enseñanza falsa (Gálatas 1:6). Los que estaban dispuestos de cambiar la verdad y destruir a la simplicidad de las buenas nuevas los habían corruptado. Siempre ha existido ese tipo de persona . . . dispuesto de malusar y abusar de las escrituras para su propio bién o por ignorancia e influencia de otros. Una sola palabra cambiada, una definición extendida o sin autorización, un prejuicio personal, un errorcito, puede, con tiempo y transmisión, ser una piedra de tropiezo para muchos. Nada cementa más a una enseñanza falsa que su aceptación sin preguntas de los demás. La falta de deseo de buscar y encontrar a la verdad, junto con aceptar sin preguntar a lo que es enseñado, viene siendo la ruina de muchas vidas.
El propósito principal de este libro es de examinar cuidadosamente a las escrituras contrarias a las enseñanzas de los Testigos de Jehová. Es dedicada a la exaltación de la verdad, y no es desiñado a ser un instrumento de destrucción en las manos de una persona que no quiere a los demás.
La verdad puede pararse solo. También, la doctrina falsa puede caerse solo a causa de su propia debilidad al ser comparada con la verdad absoluta. El Sr. Caskey ha preparado una tesis excelente tratando con la verdad. Su aplicación sencilla, método lógico y cuidadoso examinación de las enseñanzas de los Testigos de Jehová provee una lectura excelente para los que tienen hambre por encontrar a la verdad.
Cualquiera doctrina falsa, al ser examinada cuidadosamente, posee una semejanza a la verdad. Es cierto que la mayoría de las enseñanzas falsas usan una mezcla de escritura y pensamiento bíblico para fortalecer a sus argumentos. Es esta mezcla de la verdad con la mentira que viene siendo la trampa para el estudiante descuidado.
Cualquier persona que ha sido entrenado y es experto en torcer y mal representar al significado de las escrituras puede manipular facilmente al no sospechoso. Frecuentemente una presentación torcida puede, en la superficie, parecer lógico y bíblico. Sólo una examinación completa puede revelar lo contrario. Una Respuesta al Testigo de Jehová ha podido exponer las mal representaciones del texto bíblico con examinar cuidadosamente al lenguaje original griego en conjunto con una discusión completa del contexto.
Este libro es escrito expertamente, con un tono erudito, pero que demuestra un amor profundo e íntimo por los perdidos, y especialmente por los que desean llegar a un conocimiento de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. No debe ser usado como un sustituvo por las escrituras, pero sólo como un catalizador para encender el fuego de esperanza y luz en los corazones de los hombres justos y honestos.
Tengo confianza de que será muy bién recibida. Se lo recomiendo a usted, el lector. ¡Qué Dios le bendiga ricamente en su búsqueda!
Dr. M. Ralph Williams
Arlington, Texas
May, 1985
UNA RESPUESTA AL TESTIGO DE JEHOVA
Hace unos años cuando yo vivía en Africa del Sur y estaba trabajando para establecer a la iglesia del Señor entre los grupos etnicos de ese país, también trabajé como escritor en una revista cristiana. Una de las columnas que escribía regularmente era de contestar preguntas, y muchas de las cartas que venían a la oficina de la revista trataban con temas bíblicas controversiales. Muchas veces llegaban preguntas acerca de varias doctrinas de los Testigos de Jehová. Una pregunta vino de una mujer en Queenstown: “Un Señor Tal ha estado diciendo que no tenemos almas inmortales, que no hay un infierno, y que la doctrina de la Santa Trinidad causa confusión. El argumento principal del Señor Tal parece ser basada en la traducción de ciertas palabras griegas y hebreas. Estaremos agradecidos si Ud. nos puede dar su versión de estos temas.”
Desde ese tiempo en Africa del Sur, mucha gente interesada ha pedido, de diferentes partes del mundo, que yo escribiera Una Respuesta al Testigo de Jehová. Hemos tenido discusiones con esta gente en Africa del Sur y en las islas caribes donde vivimos y trabajamos por varios años.
Las enseñanzas de este grupo religioso son tan ilógicas, y por eso erróneas, que uno no entiende como pueden ser aceptadas por tanta gente. Después de estudiar sus enseñanzas, encontré que eran una mezcla del universalismo, adventismo, materialismo, premilenialismo,e infidelidad. Esto es lenguaje algo severa, y no muy placentera, pero al proseguir con esta discusión y examinación de su credo, seguramente ustedes tendrán la misma opinión.
Esta libreta no será un estudio completo de su religión, pero examinaremos con mucho cuidado sus creencias mayores. Inspeccionaremos y analizaremos sus dogmas, y demostraremos en la luz de las Escrituras, lo erróneo y autocontradictorio que es su doctrina. Es mi objetivo demostrar que esta doctrina es una illusión. Quiero decir que no es verdadera, sino que deceptiva, al mismo tiempo pretendiendo ser fiel a la palabra de Dios.
TESTIGO DE JEHOVA, UN NOMBRE EQUIVOCADO
El nombre escogido por este grupo religioso es una mala designación. No es solamente equivocado, sino que falso y deceptivo. Lo que estoy diciendo es: Ellos no son testigos de Jehová. La palabra testigo pertenece a una familia de palabras del Nuevo Testamento que se usan casi 200 veces. He estudiado a varios eruditos del lenguaje del Nuevo Testamento para entender el significado y uso de esta palabra (traducida “martureo”) y esto es lo que dicen: “Declarar que uno ha visto u oído o experimentado algo. De los apóstoles, los que habían sido testigos con sus ojos y oídos de los dichos, hazañas y sufrimiento extraordinario de Jesús, lo cual comprobó que era el mesías. Así también, Pablo, a quien el Señor resucitado apareció en persona.” (Thayer) Kittel, en su Diccionario Teológico del Nuevo Testamento define a la palabra en esta manera: “Establecimiento de eventos o relaciones actuales o datos de las experiencias basadas en conocimiento personal directo.” El dice que era un término legal: “Uno que puede y sí habla de experiencia personal acerca de las acciones en que tuvo parte y de lo que le había ocurrido a causa de ello. (Estaba definiendo el cognado martus-). Elabora más acerca de la palabra en su sentido original: “El hombre que puede hablar de su propio conocimiento directo.” Y repite: “Basado en conocimiento de primera mano.”
Thayer, al definir el término martus dice: “Un testigo, uno que declara, o puede declarar, lo que él mismo ha visto u oído o sabido por cualquiera otra manera. Uno que es espectador de algo.”
Por eso, yo niego que son Testigos de Jehová. En la luz de lo que dice la Biblia en el tema, debemos contradecir la afirmación que ellos hacen. Los pasajes que citan para justificar su profesión están fuera de contexto, y así pues, no aplican.
A los apóstoles Jesús dijo: “Ustedes serán mis testigos ...” (Hechos 1:8). Pedro estaba haciendo una referencia a los apóstoles cuando dijo: “Nosotros somos sus testigos...” (Hechos 5:32). Eran los apóstoles quienes fueron encarcelados en una prisión común (verso 25), y en el verso 29, Lucas relata: “Entonces Pedro y los otros apóstoles ...” No es posible que la gente de este grupo religiosa sean testigos. No fueron espectadores. No han visto ni oído lo que ocurrió originalmente y lo que enseñó Jesús. De hecho, si la gente que se dice testigos de Jehová nunca había vivido, la palabra de Dios seguiría siendo verdad. Era por los testigos originales que la palabra de Dios fue revelada (1 Coríntios 2:8-10; Hebreos 2:2-4), y era por estos mismos testigos inspirados que la palabra de Dios fue confirmada (Marcos 16:20). Ningún hombre de hoy puede revelar a la palabra de Dios. Ningún hombre de hoy la puede confirmar, establecer, o verificar. Así pues, ningún hombre de hoy puede ser testigo. Podemos relatar a otros la palabra de Dios; podemos contar el cuendo del amor de Dios y del sacrificio de Cristo; pero pueden estar seguros que el mensaje sería cierto e irrefutable si ninguno de nosotros hubieramos nacido.
Proseguimos con la examinación de las enseñanzas de este secto y analicémoslos en vista de lo que enseñan las Escrituras sobre estos temas.
¿TIENE EL ALMA DEL HOMBRE VIDA DESPUES DE LA MUERTE?
Para contestar a la doctrina de los Testigos de Jehová con respecto al alma, miré cuidadosamente y examiné punto por punto a estos pasajes en la palabra de Dios que demuestran todos los usos del término “alma”. Aquí están unas de las afirmaciones acerca del alma del hombre en las publicaciones oficiales de los Testigos de Jehová:
“No hay ningún texto en la Biblia que declara que el alma humana es inmortal.” Esta declaración viene de uno de sus libros, Permite que Dios Sea Verdadero, p. 60, el cual es publicado por su casa de publicación y lleva su imprimátur. Es decir que el libro tiene su licencia, su sanción, y su aprobación. Así pues, estos textos citados (y todos los demás que daré en esta libreta) no vienen de alguien que no es Testigo de Jehová. Representan la autoridad suprema de esta denominación. He aquí otro texto citado del mismo libro y página: “Por eso nosotros vemos que la afirmación de los religiosos que el hombre tiene un alma inmortal y es diferente de las bestias no es bíblico.”
Al discutir la naturaleza del hombre, los Testigos de Jehová afirman que el hombre es totalmente mortal. Escuche a estas citas: “¿Qué es el alma? Es una criatura viviente que respira. Cada hombre es un alma, pero ningún hombre posee un alma... ¿Por cuál autoridad viene la afirmación que la muerte es simplemente la separación del cuerpo con el alma y el alma sigue viviendo? Esta afirmación está basada enteramente en la mentira del diablo.” (J. F. Rutherford, Enemies, p. 174). Otra de sus declaraciones acerca de la mortalidad total del hombre: “Las Escrituras, sin contradicción, demuestran que los muertos son inconscientes, fuera de existencia.” (J. F. Rutherford, Religion, p. 100).
Los Testigos de Jehová han hecho un esfuerzo enérgico para apoyar a sus afirmaciones usando unos pocos pasajes de Escritura en el cual la palabra “alma” parece aplicar al hombre entero o a su vida carnal. Esto es una perversión de la palabra de Dios, y lo hemos comprobado conclusivamente en numerosas discusiones con los Testigos de Jehová (por cierto, han rehusado hablar con nosotros otra vez, y la razón es obvia). Sus afirmaciones son infundadas, totalmente sin el apoyo de la Bíblia, y el estudiante bíblico casual, que lee la palabra de Dios con una mente abierta, pronto descubre este hecho. El apóstol Juan destruye a esta falsa doctrina con un solo golpe: “Cuando el Cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que habían mantenido; (Apocalipsis 6:9). Juan vió a las almas de los que se habían hecho mártires por la causa de Cristo. No vió a sus cuerpos sino sus almas, y estaban vivas, porque “clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, oh Señor santo y verdadero, esperarás para juzgar y vengar nuestra sangre de los que moran en la tierra?” Estas eran almas que estaban vivas después de la muerte, después de pasar de esta tierra.
El Señor también destruye a esta teoría tan equivocada en el cuento que relata en Lucas capítulo 16:22, “Y sucedió que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico y fue sepultado.”
Pausamos lo suficiente para preguntar: “¿Llevaron los ángeles el cuerpo de Lázaro al seno de Abraham, o fue su alma?” El Sr. Thayer, un lexicógrafo griego eminente, dice con referencia al significado del griego en este pasaje: “Para obtener el asiento al lado de Abraham, o sea ser participante de las mismas bendiciones que recibía Abraham en el paraíso, para ser llevado al mismo lugar de gozo y felicidad que Abraham.” Esta misma autoridad dice además que los rabinos judíos entendían que el seno de Abraham era una frase usada para designar a la felicidad del paraíso. ¿Fue este gozo y felicidad compartido con Lázaro después de su muerte? Entonces esto es evidencia irrefutable que el alma vive después de que el cuerpo “vuelva al polvo de donde vino.” Pero continuamos estudiando la cita de Lucas 16:22, “y murió también el rico y fue sepultado. 23 En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio* a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno. 24 Y gritando, dijo: "Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llama." 25 Pero Abraham le dijo: "Hijo, recuerda ...” Ahora observe a algunas de las cosas que ocurrieron después de la muerte del rico: Alzó su ojos, desde el infierno, Estaba en tormentos Vió a Abraham desde lejos con Lázaro en su seno, Gritó a Abraham, Imploró a Abraham a mandar a Lázaro, y Recordó.
¿A caso una persona honesta que estaba buscando a la verdad, tendría la impresión después de leer estos pasajes de escritura que el hombre es completamente destruído al morirse y deja de existir?
Los Testigos de Jehová insisten que este cuento es una parábola, como si eso, en alguna manera afecta a la veracidad de lo que decía Jesús. Una parábola es una narrativa, breve o extendida, verdad o ficción, relatada por el propósito de enseñar una lección moral o espiritual. Tratar de diluir la fuerza y eficacia del cuento con el comentario, “Pero esto es sólo una parábola,” es usar la palabra de Dios en una manera engañadora.
El error serio de los que aceptan esta doctrina es su falta de acceptar a lo que dice la Bíblia acerca del alma con todos sus usos y aplicaciones en las Escrituras. Quieren usar solamente un significado de la palabra alma, o sea la vida carnal del hombre, porque dicen que el hombre no es diferente de las bestias. VARIOS SIGNIFICADOS DE NEPHESH
En esta sección estudiaremos a la palabra hebrea nephesh y brevemente estudiaremos los diferentes usos de la palabra en el Viejo Testamento. Es usada 453 veces y es traducida alma, nunca espíritu.
1. Aliento de vida (Génesis 1:20) “...Llénense las aguas de multitudes de seres vivientes,”
2. Alma por la cual vive el cuerpo – el principio vital. "Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas; (nephesh): porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación." (Levítico 17:11). Si el alma es lo que posee el animal (nos dicen que el hombre no es diferente del animal), o si el hombre no tiene alma pero es alma, ¿cómo podria la sangre hacer expiación por él, y de qué valor podría ser? Pero observe otro pasaje, Génesis 35:18: “Y aconteció que cuando su alma partía, pues murió, lo llamó Benoni;” ¿De dónde partió su alma? Partió de su cuerpo, claro, porque allí es donde estaba viviendo. Pero si un hombre no posee un alma, sería imposible que partiera de su cuerpo. En este pasaje, esto es precisamente lo que afirma la palabra inspirada de Dios con referencia al alma de Raquel. El escritor no dice que su alma se extinguió, o que fue destruída, sino que partió.
3. La mente es el asiento de los sentidos, las afecciones y varias emociones. “Alegra el alma (nephesh) de tu siervo, porque a ti, oh Señor, elevo mi alma.(Salmos 86:4). El alma de David hizo dos cosas, regocijó y fue elevada. Esto es más que la mera existencia carnal. Es una expresión de las emociones y facultades espirituales de la parte más profunda del hombre. David le dijo a Salomón: “sírvele (a Dios) de todo corazón y con ánimo dispuesto;” (nephesh – ánimo) (1Crónicas 28:9). Talvez su traducción de la Bíblia dice “ánimo”, pero es la misma palabra que generalmente se traduce “alma”. Había algún poder moral y espiritual y capacidad dentro de Salomón, más que la vida carnal y separado de ella, con el cual podía servir a Dios. Sería ridículo decir que el animal posee esa habilidad. (Isaías 15:4; 2 Kings 9:15).
4. El corazón – la facultad de entendimiento y pensamiento. “Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.” (Salmos 139:14) El escritor dijo que su alma sabía estas cosas. Su alma era la parte de él que podía pensar, entender, y razonar. Era abierta a la instrucción e influencia divina. “Jonatán dijo a David: --Haré por ti lo que desee tu alma (nephesh).” (1 Samuel 20:4). El alma puede desear, lo cual es una emoción del corazón. Es dificil creer en una doctrina, mucho menos en un argumento, que trata de hacer que la palabra “alma” en esta escritura tenga el significado de vida animal del hombre.
5. Un ser viviente. “ Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente (nephesh).” (Génesis 2:7)
6. Gente, personas. “Y todas las almas (nephesh) de los que salieron del muslo de Jacob, fueron setenta.” (Exodo 1:5). Aquí, “alma” se refiere al hombre entero, pero sería incorrecto, hasta absurdo, pensar que la palabra siempre tiene este significado y ninguna otra. (Génesis 48:18).
7. Vida animal, o animales. “Apartarás para Jehová el tributo de los hombres de guerra que salieron a la guerra; uno (nephesh) por cada quinientos, tanto de las personas como de los bueyes, de los asnos como de las ovejas.” (Números 31:28; Josué 10:30).
8. Mi mismo, o ti mismo, usado como pronombre. “...Su pan será, pues, para ellos mismos (nephesh): ese pan no entrará en la casa de Jehová. (Oseas 9:4; Job 9:21).
Para usar correctamente a la palabra de Dios y así llegar a la verdad acerca de este tema, debemos aceptar a todos los diferentes usos de la palabra (nephesh) en el Antiguo Testamento en sus contextos correctos. Es un mal uso deliberado de las Escrituras enfatizar a unos cuantos pasajes que demuestran a una aplicación de la palabra nephesh y no citar o ignorar, o hasta negar, todo lo demás que Dios ha dicho sobre el tema. Las doctrinas falsas son avanzadas y mucha gente es engañada cuando este método de interpretación es usado. Cualquiera creencia puede ser aducida y cualquier sistema religioso puede ser promulgado con mal usar la palabra de Dios en esta manera.
OTRAS PALABRAS HEBREAS CLARIFICAN EL SUJETO
Para disfrutar de un entendimiento mayor de este sujeto, vamos a dar más atención a otras palabras bíblicas relacionadas directamente con él.
1. “Nedibah” es usada sólo una vez en el Antiguo Testamento y es traducido “alma”. Claramente no se refiere a los animales, sino al hombre. “Hanse revuelto turbaciones sobre mí; Combatieron como viento mi alma, Y mi salud pasó como nube” (Job 30:15). La palabra “alma” aquí no puede ser interpretada como vida animal, porque los enemigos de Job no estaban tratando de matarlo; tampoco se refiere a Job como un alma. Los enemigos de Job no podían perseguirlo porque estaba enfermo y su cuerpo cubierto de lesiones. Sin embargo la escritura dice que los enemigos de Job estaban combatiendo su alma.
2. “Neshamah” es otra palabra hebrea que es traducida “alma” y nunca se refiere a los animales. “Porque no tengo de contender para siempre, ni para siempre me he de enojar: pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he criado. (Isaías 57:16). Es traducida “espíritu´en Job 26:4: “¿A quién has anunciado palabras, Y cuyo es el espíritu que de ti sale?” Aunque Job está usando el sarcasmo contra sus enemigos, esto claramente demuestra que el alma del hombre viene de Dios, y que es algo distinto del cuerpo. En otras palabras, Job está preguntando a estos hombres: “¿Son ustedes Dios para que los hombres reciban sus almas o espíritus de ustedes?” Candela de Jehová es el alma (neshamah) del hombre, Que escudriña lo secreto del vientre.” (Proverbios 20:27). Ninguna persona razonable puede concluir que esto tiene referencia a la vida animal del hombre, o al hombre como alma.
“Ruach” es traducida espíritu, nunca alma, y es usada 235 veces en el Antigo Testamento. Se refiere a Dios, a ángeles, a demonios, al hombre o a algo abstracto en todos los usos menos uno. ”¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres suba arriba, y que el espíritu del animal descienda debajo de la tierra?” (Eclesiastés 3:21). Salomón aquí está hablando de la sabiduría y experiencias del hombre. De un punto de vista humano, ¿Quién sabe que el espíritu del hombre sube arriba y el espíritu del animal desciende abajo? ¿Quién, de su experiencia y sabiduría actual, sabe que el animal no tiene el mismo espíritu que tiene el hombre? Salomón estaba haciendo una burla de la sabiduría del hombre, pero demuestra con su pregunta que el animal no posee ese principio divino que tiene el hombre cuyo espíritu sube arriba, vuelve a Dios (Génesis 6:3; Exodo 31:3; 1 Kings 10:5; Ezequiel 13:3; Joel 12:28). PALABRAS DEL NUEVO TESTAMENTO RELACIONADAS CON EL TEMA
1. “Psuche” es una palabra griega traducida “alma” 57 veces, y traducida “vida” 41 veces. Seis veces significa “persona” ...” en la cual pocas, es á saber, ocho personas (psuche) fueron salvas por agua.” (1 Pedro 3:20) Aquí la palabra psuche se refiere a las ocho personas, Noé y su familia, quienes se salvaron del diluvio. “Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas.” (Hechos 2:41) Aproximadamente tres mil personas, al oir el evangelio predicado por Pedro, y los otros apóstoles, creyeron y obedecieron al evangelio y fueron añadidos a la iglesia por el Señor.
La Biblia enseña que Dios tiene un alma. “MIRAD, MI SIERVO, A QUIEN HE ESCOGIDO; MI AMADO EN QUIEN SE AGRADA MI ALMA; SOBRE EL PONDRE MI ESPIRITU, Y A LAS NACIONES PROCLAMARA JUSTICIA.” (Mateo 12:18). En el mismo libro de los Testigos de Jehová ya mencionado (Permite que Dios Sea Verdadero, p. 61) hay una sección dedicada a la discusión del Alma Mortal. El autor dice: “El hecho que el alma humana es mortal puede ser claramente comprobada con un estudio cuidadoso de la Bíblia.” Y se supone que esta palabra, psuche, traducida alma, comprueba que el hombre es totalmente mortal, según su doctrina (ibid. page 62, párafo 12); pero esta misma palabra también se aplica a Dios en el pasaje que acabamos de leer. ¿Entonces, es mortal Dios? Y si esta palabra significa la vida animal del hombre, ¿significa también que Dios tiene vida animal, y solamente vida animal? El autor de esta obra dice que el hombre no es diferente a las bestias, y que el hombre no posee un alma pero que es un alma. Pero observemos la conclusión de tal razonamiento: El hombre es un alma (psuche) y no es diferente de las bestias. Dios también es un alma (psuche), y así pues, no es diferente de las bestias. Nada (menos una doctrina diabólica) podría causar que un hombre tuviera tal razonamiento, si lo podemos llamar razonamiento.
El alma (psuche) no puede ser destruída por medios físicos, y así pues, significa mucho más que sólo la vida animal o simple existencia. “Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma (psuche) como el cuerpo en el infierno.” (Mateo 10:28)
Este pasaje enseña que el cuerpo y el alma son distintos, y que el hombre no puede matar al alma. Pero si el alma es mortal, sólo la vida animal, algo que deja de existir al morirse, entonces un hombre sí la podría matar. Pero mientras estamos considerando este pasaje, prestemos atención a la última parte. Los Testigos de Jehová afirman que la destrucción mencionada en el pasaje, la cual Dios puede traer sobre ambos el cuerpo y el alma, es destrucción total. “La destrucción en el infierno” de este pasaje significa una muerte de la cual no hay resurección a una vida futura del alma (ibid. p. 63). En otras palabras, Dios destruirá completamente, o borrará de existencia a los malos, y no serán resucitados sino que permanecerán eternamente muertos. Pero examinemos el significado de la palabra “destruir” y como es usada en este pasaje y en muchos otros pasajes del Nuevo Testamento. La palabra es “apollumi” y esto es su significado según los eruditos griegos: “perder o ser deprivado de” (Mateo 10:42); “ ser perdido, o extraviarse” (Mateo 10:6); (del Léxico Analítico Griego, Harper). Otra vez, “dedicar o entregar a la miseria eterna: (Mateo 10:28; Santiago 4:12) “destruir, o sea, perder. Usado para describir a ovejas extraviadas de la manada” (Thayer).
Observe como la palabra se usa en estos pasajes: “Sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” (Mateo 10:6). Si la palabra significa destrucción eterna, entonces Jesús mandó a sus discípulos a gente que no existía. “Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.” (Lucas 19:10). ¿A caso Jesús vino a salvar a los que no existían, porque habían sido destruídos eternamente o extinguidos?
2. “Pneuma” es traducida “espíritu” 276 veces en el Nuevo Testamento y nunca se refiere a los animales. Según los proponentes de esta doctrina, el espíritu significa aliento o viento porque es traducida así en varios lugares, pero examinemos a unos cuantos pasajes donde se usa esta palabra y veamos si es cierto o no. “Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26:41). ¿Quería decir el Señor que el aliento de Pedro, Jacobo y Juan estaba dispuesto a velar con él en la hora de prueba? “Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:5) ¿Significa esto que uno es nacido del aliento o viento de Dios para poder entrar al reino del cielo? “Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.” (Juan 4:24) ¿Es esto el viento o aliento de Dios a lo cual se refiere Jesús? “Y se lo trajeron. Y cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y éste, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos.” (Marcos 9:20). ¿Significa esto que un espíritu no es más que un viento o aliento? “ En aquella misma hora El se regocijó mucho en el Espíritu Santo” (Lucas 10:21). ¿Fué el aliento en que regocijó Jesús? Nadie que lee la Bíblia con el corazón abierto y honesto puede llegar a tal conclusión.
EL HOMBRE POSEE UN ESPIRITU
“Pero hay un espíritu en el hombre, y el soplo del Todopoderoso le da entendimiento.” (Job 32:8). Hay veces en la Bíblia cuando el espíritu es diferente del alma, aunque las palabras, espíritu y alma se usan intercambiablemente. “Hay un espíritu en el hombre” claramente dice que el espíritu y el cuerpo son entidades separadas. El hombre es un ser triuno – cuerpo, alma y espíritu. “Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Tesalonicenses 5:23). El hombre tiene vida como la tiene un animal; tiene un cuerpo carnal y mortal, como lo tiene un animal; pero tiene un espíritu, hecho en la imagen de Dios, lo cual es capaz de pensar, razonar, entender, creer, obedecer, regocijar, etc. Esta parte del hombre es susceptible a las impresiones divinas e influencia de hacer bueno o malo, y es la parte del hombre que es el tabernáculo de Dios en un recipiente de barro y que vivirá eternamente o para disfrutar de las bendiciones de Dios o para sufrir de su venganza, según la manera que ha vivido y si ha servido a Dios fielmente guardando su palabra en esta vida.
LOS TESTIGOS DE JEHOVA ENSEÑAN QUE LA BIBLIA NO ES SUFICIENTE
Los Testigos de Jehová nos dicen que el hombre no puede tener la luz verdadera aparte de su publicación, Estudios en las Escrituras. Esta publicación no es solamente un comentario sobre las escrituras, sino que según ellos, sirve para ayudar al hombre a ver y entender lo que es la voluntad de Dios hacia los hombres.
Observe, de esta publicación, a unas de las afirmaciones presuntuosas que hacen: “Si alguien deja de leer a los Estudios de las Escrituras, aún después de familiarizarse con ellos, después de haberlos leído por diez años, y va a la Biblia solo, aunque ha entendido a su Biblia por diez años, nuestra experiencia demuestra que dentro de dos años, se pierde en la oscuridad.” (Watch-Tower, September 15, 1910, page 298).
“Si los seis volúmenes de los Estudios de las Escrituras son practicamente la Bíblia ordenada en temas, con pruebas bíblicas dadas, no sería incorrecto llamarlos La Bíblia en Forma Ordenada. Es decir, no son solamente comentarios sobre la Bíblia, sino que son practicamente la Bíblia misma.” (ibid.).
Es dificil imaginar que gente que dice tener respeto para la Bíblia pudiera hacer tal declaración. En primer lugar, tales declaraciones infieren que el Pastor Russell y sus compañeros tenían la habilidad de escribir acerca de y explicar a los temas bíblicos más claramente que Dios mismo. Eso es una reflección sobre la sabiduría de Dios. En segundo lugar, afirma que los Estudios en las Escrituras son superiores a la Bíblia misma, y tal insolencia no puede ir sin reto. El Nuevo Testamento es la revelación final y completa de Dios mismo y su voluntad hacia los hombres. Es el libro más explicable y autodefinido que jamás se ha escrito sobre el tema de la religión. Si alguien mantiene que lo que ha escrito el hombre reemplace a la Bíblia, haciendo la Bíblia inferior a los Estudios de las Escrituras, esto es despreciativo. Pablo llama a la voluntad de Dios “lo que es bueno, aceptable y perfecto.” (Romanos 12:2).
Jesús prometió a sus apóstoles que les mandaría al Espíritu Santo, y que él les enseñaría “todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.” (Juan 14:26).
Poco después, Jesús les prometió además que el Espíritu “os guiará a toda la verdad” (Juan 16:13). Un resumen de estos dos versos dice:
El les enseñará todas las cosas.
El les recordará todo lo que les he enseñado.
El los guiará a toda la verdad.
Sin embargo, el Russellismo dice que si usted sabe todas estas cosas que el Espíritu Santo le ha dado por medio de los apóstoles, y los ha sabido por diez años, que dentro de dos años se perderá en la oscuridad si sólo tiene la Bíblia sin los Estudios en las Escrituras. ¿Puede creer eso? Juan dice: “Todo el que se desvía y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza tiene tanto al Padre como al Hijo.” (2 Juan 9). ¿Es esto la enseñanza de Cristo, que los Estudios en las Escrituras es mejor que la Bíblia para producir a cristianos bien informados y fieles?
Hay una fuerte advertencia hecha por el apóstol Pablo en contra de añadir, quitar o en cualquiera otra forma alterar al evangelio de Cristo. “Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente; que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema.” (Gálatas 1:6-8).
El apóstol Pedro, inspirado por Dios, nos dió una regla por la que debemos ser gobernados en toda nuestra predicación y enseñanza: “El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios;” (1 Pedro 4:11). Aun con la enseñanza clara de la Bíblia, Russell y sus seguidores quieren que creamos que la mejor opción es aceptar a las palabras de los Estudios en las Escrituras. Ambos Pablo y Pedro afirman que la palabra de Dios provee todas nuestras necesidades y nos hace completos en Dios. “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16, 17). “Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,” (2 Pedro 1:3). Estos pasajes no necesitan nada de clarificación por el hombre. Sólo necesitamos examinar lo que dicen. Es evidente que las Escrituras nos proveen con todo lo que necesitamos en nuestras vidas espirituales y en nuestra caminada como cristianos, y nos aseguran el crecimiento hasta la madurez. No hay necesidad que tenga el hombre que no es totalmente proveído por Dios por medio de su palabra. “Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19).
De los pasajes que hemos leído sobre el tema de la revelación de Dios hacia nosotros, usted sin duda, ha observado al uso repetido de la palabra “toda”. Para resumir, esto es lo que Dios dijo: El los guiará (a los apóstoles) a toda la verdad; Los recordará a todo los que les he enseñado; Les enseñará todas las cosas. Las escrituras inspiradas los preparará para toda obra buena, por medio de su conocimiento de El, en esta revelación del Nuevo Testamento y les dará todas las cosas concernientes a la vida y justicia; y así Dios nos ha proveído todas las necesidades espirituales.
De lo que se ha dicho en estos pasajes, podemos estar seguros que Dios nos ha dado la revelación completo, total, final y perfecto de su voluntad hacia nosotros. No ha habido otra revelación de Dios desde la que dió a sus apóstoles y a los hombres inspirados en quienes los apótoles habían puesto sus manos. La afirmación que esta revelación sigue progresando es falsa. Revelaciones nuevas y añadidas son invenciones de la imaginación de los hombres. Hay muchas cosas erróneas con esta posición de una revelación adicional, pero principalmente es equivocada y engañadora. Si todavía hay más revelaciones provenientes de Dios, entonces su promesa que los apóstoles recibirían todo lo que Dios quiere darnos no es cierto. Que todos los hombres sean mentirosos, pero Dios es verdadero. Les reto a los Testigos de Jehová o a cualquier otro grupo que dicen tener otra revelación, a nombrar una sola verdad que tenemos hoy que no es revelada en la Bíblia. El anatema del cielo está sobre cualquiera que desea añadir a la revelación original de la voluntad de Dios hacia el hombre.
ENSEÑAN QUE NO HAY TRINIDAD
Una de las razones que dí al comenzar este libro de porque las enseñazas de los Testigos de Jehová tienen una mezcla de doctrinas falsas, es porque aceptan a esta dogma. “El estudiante cuidadoso de los capítulos anteriores ha encontrado testimonio abundante en las Escrituras que hay un solo Dios Todopoderoso (Estudios en las Escrituras, Vol. V, página 166). Otra declaración del mismo libro: “Verdaderamente, si no fuera por esta tontería de la Trinidad que nos han enseñado desde la infancia, y por el hecho de que es seriamente enseñado en los seminarios teológicos por profesores canosos, y en muchas otras maneras supuestamente sabias, nadie lo daría ni un momento de consideración.”
Usted puede ver de estos textos citados que los Testigos de Jehová niegan la doctrina de la Trinidad, la naturaleza de Dios en tres personas. Dicen en sus publicaciones: “Jamás ha existido una doctrina más engañadora que la de la Trinidad. Sólo hubiera podido originar en una menta, la mente del diablo.” (Reconciliación, J.F. Rutherford, página 101).
Han decidido lo que otros creen acerca de la Deidad, Dios en Tres Personas, la Trinidad, y han fabricado su propia definición. “La doctrina es, en breve, que hay tres dioses en uno; o sea, Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo, todos los tres iguales en poder, substancia, y eternidad” (ibid., página 100). En el primer lugar, es necesario entender que los cristianos no creen que hay tres dioses en uno, pero si creen que hay un sólo Dios en el cual hay tres Personas – Padre, Hijo, y Espíritu Santo. La Biblia enseña que todos los tres son de la misma substancia (-. literalmente, caracter, Hebreos 1:3). Los tres son infinitos en existencia, omnipotentes, omniscientes, y omnipresentes.
Es inconcebible que la persona que lee el Nuevo Testamento con cuidado llegue a las conclusiones expresadas en los textos citados arriba de los Testigos de Jehová. Para llegar a esta conclusión sería necesario tener la mente completamente cerrada o no tener nada de interés en las verdades inspiradas. La persona que honestamente busca a la verdad siempre quiere saber lo que dice la Bíblia sobre el tema. Y la Bíblia tiene mucho que decir sobre el tema. Examinaremos lo suficiente de lo que dice para convencer al dudador honesto, fortalecer al creyente, y refutar al maestro falso.
Primero debemos observar a las cosas que dice Jesus, “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.” (Juan 14:16). Tres personas son mencionados en este pasaje:
Yo (Jesús)
el Padre
el Consolador, quien es el Espíritu de la verdad
En el verso 26 del mismo capítulo, Jesús continua, “Mas el Consolador, El Espíritu Santo, el cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho.” Este pasaje es positivamente claro sobre la naturaleza de Dios porque se refiere a Cristo, el Padre, y el Espíritu. Observe también una verdad anteriormente mencionada, ellos eran sus testigos porque habían estado con él desde el principio.
Los primeros versos del Antiguo Testamento necesariamente introducen a una pluralidad de personas que son la naturaleza de Dios. “En el principio, crió Dios (Elohim) los cielos y la tierra.” (Génesis 1:1) La palabra hebrea Elohim es plural y eso no es sorprendente, porque ambos Dios y Cristo fueron involucrados en la creacíon. Pero también estaba involucrado el Espíritu Santo. El verso 2 del primer capítulo de Génesis dice, “Y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.” En el verso 26, Jehová habla con términos plurales otra vez: “Hagamos al hombre á nuestra imagen.” La Biblia habla positivamente de tres Personas que tienen la esencia de la Deidad, y también proclama positivamente que Dios es Uno.
A fines de su vida y ministerio, Jesús dió a sus apóstoles la comisión de ir a todo el mundo y hacer discípulos, “bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.” (Mateo 28:19) En este pasaje Jesús habla de esta relación. La gente quienes oyen y aceptan al evangelio, cambian su relación con el mundo, o sea, su afiliación y conección con el mundo, por una unión y asociación con Dios, Cristo y el Espíritu Santo.
Los Testigos de Jehová negarían todos estos pasajes, y otros que se refieren a Cristo y al Espíritu Santo como Deidad, porque alegan que Cristo fue un angel creado antes de venir a la tierra. “Como El (Cristo) es el más alto de la creación de Jehová, también fue el primero, una creación directa de Dios, el único engendrado” (Estudios en las Escrituras, Vol. V, página 84). Así pues, podemos observar de sus escrituras que la posición que toman es que Cristo es un ser creado, el primer ser creado por Dios, y él es, según ellos, un dios secundario e inferior. Les gusta usar Apocalipsis 3:14 como el texto que prueba su creencia. Juan le llamó a Cristo en ese verso, “el testigo verdadero y fiel, el principio de la creación de Dios.” Esta declaración, “el principio de la creación de Dios,” supuestamente fortalece su posición; pero examinemos el pasaje para ver si hay apoyo para su afirmación que Cristo es un ser creado. La palabra –principio (arche-) significa, “ser el jefe, el líder, el gobernador” (Marco 10:42; Romanos 15:12). Thayer aclara más la definición: “el origen de la creación, aquél por el cual todo es creado; la causa, el agente.” Esto es, sin duda, la verdad del asunto y corresponde a lo que los escritores inspirados del Nuevo Testamento dicen sobre el tema. “El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.” (Colosenses 1:15). La palabra para primogénito es prototokos y es definado por Thayer como: “del rango supremo que excela a los otros hijos.” Kittel, el erudito eminente alemán que escribió diez volúmenes del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, dice en su definición: “Primer rango.” También elabora: “Lo que significa es la supremacia única de Cristo sobre todas las criaturas como Mediador de su creación.” Amdt & Gingrich están de acuerdo con este comentario y definición del término: “de Cristo como el primogénito de la humanidad nueva . . .la nueva comunidad de los santos.”
Estos pasajes que acabamos de leer no indican que Cristo fue creado por Dios, porque el verso 16 en el capítulo 1 de Colosenses dice: “Porque en El fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de El y para El. Y El es antes de todas las cosas, y en El todas las cosas permanecen.” Esto es una declaración positiva que
El existía antes de todas las cosas
El creó todas las cosas
En El todas las cosas permanecen
Si Cristo fuera un ser creado, como lo dicen los Testigos de Jehová, ¿cómo podría:
ser antes de todas las cosas
crear todas las cosas?
El lógico de esto sería que El crió a El mismo. Esta doctrina afirma que Cristo es inferior a Dios. Pero investiguemos un poco más. Pablo, al hablar de Cristo, menciona “su poder y deidad eterna” (Romanos 1:20). En Colosenses 1:19, el escritor dice, “Porque agradó al Padre que en El habitara toda la plenitud.” Más adelante en la misma carta Pablo afirma, “Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El,” (Colosense 2:9). ¿Cómo puede uno tener más que la plenitud de la Deidad?
Pero inspeccionaremos más su negación blasfemoso en este texto citado: “El gran Jehová es El Dios. El Hijo, el Logos, es Un Dios. El nombre dios se aplica a los poderosos, hasta a los ángeles y magistrados. El nombre dios entonces se aplica correctamente al Hijo porque El es un poderoso . . . Los nombres Jehová, Dios Todopoderoso, y Más Alto nunca se aplican a Jesús en las Escrituras, el Hijo de Dios . . . En realidad, cuando Jesús estaba en la tierra, El era un hombre perfecto, nada más y nada menos . . . Jesús no era Dios el Hijo” (ibid. páginas 106, 111, 113).
Los Testigos de Jehová declaran que Jesús fue un dios creado. La Biblia dice que El siempre ha sido Dios porque se refiere a su “deidad eterna.” Los Testigos de Jehová afirman que las Escrituras nunca usan los nombres Dios Todopoderoso, o Dios Más Alto para referir a Jesús. Isaías dijo, “y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” (9:6). Más temprano, Isaías dijo concerniente a Jesús, “. . . y le pondrá por nombre Emmanuel” (7:14). Mateo nos dice siglos después que esto significa “Dios con nosotros” (1:23).
Observemos otros pasajes que declaran que Jesús es Dios – que El es Deidad en el sentido más completo de la palabra. “a los que han recibido una fe como la nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo:” (2 Pedro 1:1). Este pasaje dice que Dios y nuestro Salvador Jesucristo son uno y la misma persona, o sea que Jesucristo es Dios. Leamos otro pasaje: “. . . aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús,” (Tito 2:13). Pablo aquí afirma que Jesucristo es nuestro Salvador y gran Dios. Estos dos pasajes ilustran el uso de la regla griega de la gramática. En el libro “Manual Gramática del Nuevo Testamento Griego” por Dana y Mantey, tenemos esta regla bajo el título “Usos Especiales del Artículo con Sustantivos Conectados por la palabra Kai: “La siguiente regla explicada por Grandville Sharp del siglo pasado todavía sigue siendo cierta: Cuando el copulativo kai (y) conecta a dos sustantivos del mismo caso, el artículo (el o la) y cualquiera de sus casos precede el primero de dichos sustantivos o participios, y no es repetida ante el segundo sustantivo o participio, sino que siempre se refiere a la misma persona expresada o descrita por el primer sustantivo o participio; es decir, denota una descripción adicional del sustantivo nombrado primero.” Esta es la construcción de los pasajes que acabamos de leer, y significa que los sustantivos Dios y Salvador Jesucristo, y el Gran Dios y nuestro Salvador Jesucristo se refieren a la misma persona. Y según Dana y Mantey esto siempre es el caso.
La Bíblia habla de Jesús en paridad con Dios. “El cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse,” (Filipenses 2:6). Jesús mismo lo expresó en estos términos, “Yo y el Padre somos uno.” Muchos años después, el escritor de la carta a los Hebreos testificó concerniente a Jesús: “ . . . El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza,” (Hebreos 1:3). Les llamó la atención a esta fraseología importante. El término “expresión exacta de su naturaleza” viene de la palabra griega “charakter” el cual significa “una grabación o impresa, una expresión exacta; la cualidad, naturaleza, o tipo esencial.” El es la misma esencia que Dios. Pero al vaciarse, y hacer el trabajo y el servicio que vino a cumplir, el Padre era mayor. “ . . . el Padre es mayor que yo.” (Juan 14:28). Así pues, se puede decir que oficialmente el Padre Dios es mayor. Eso es comprobado en otras declaraciones: “Nosotros debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día;” (Juan 9:4). “Jesús les dijo*: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra.” (Juan 4:34). “pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras.” (Mateo 26:39).
SU DEIDAD ESTABLECIDA
Al igual que los musulmanes y algunos otros, los Testigos de Jehová niegan la deidad de Jesús. Investiguemos el testimonio bíblico para poder evaluar y determinar la verdad de Dios en el tema.
1. Los profetas. Por inspiración, los profetas supieron que Jesucristo era Dios. Hemos leído pasajes de Isaías, los cuales nos dicen que Jesús es Emmanuel, o Dios con nosotros. Isaías también le llamó a Jesús, Maravilloso, Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Más adelante en el capítulo 54, verso 5, hace esta declaración: “Porque tu esposo es tu Hacedor, el SEÑOR de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor es el Santo de Israel, que se llama Dios de toda la tierra.”
2. Juan el Bautista. El anunciador de Cristo proclamó su deidad en muchas ocasiones. Observe esta declaración suya: “He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. . . . Y yo le he visto y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.” (Juan 1:29-34)
3. Jesús. El Señor Jesucristo proclamó su deidad en mucha ocasiones. “Si me hubierais conocido, también hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto.” (Juan 14:7). En el verso 30 del capítulo 10, declara: “Yo y el Padre somos uno.” Toma una posición muy firme cuando habla del tema de su deidad en este pasaje: “Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados.” Hay varios implicaciones en esta declaración de Jesús: Nació de la virgen María Hizo milagros Vivió una vida sin pecado Enseñó y vivió en el nivel más alto y más noble que haya existido en el mundo Murió por los pecados del mundo entero Fue resucitado de la muerte Está sentado en la diestra de Dios como Rey de reyes y Señor de señores Tiene el poder para salvar a todos los que vienen a Dios por El. “A menos que crean en mí,” nos dice, “morirán en sus pecados , y donde estoy yo no podrán venir.” Otra declaracion de su deidad se encuentra en una declaración muy repetida que empleaba las primeras y últimas letras del alfabeto griego, “Yo soy el Alpha y Omega” (Apocalipsis 1:8). Esto se refiere a su infinidad. El es el primero y el último. Para ponerlo en nuestro lenguaje y para nuestro entendimiento, está diciendo que es interminable y sin límites; no tiene comienzo ni fin. No hay manera de medirlo, porque es Dios.
4. Los apóstoles. Los apóstoles, y muchos más escritores del Nuevo Testamento, afirman su deidad. Pablo declaró que Dios fue manifestado en la carne (1 Timoteo 3:16). Tomás le contestó, “Mi Señor y mi Dios” (Juan 20:28). En los primeros versículos de su versión del evangelio, Juan expresó la infinidad y deidad de Jesús con estas palabras: “En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.” (Juan 1:1). Los Testigos de Jehová dicen que este pasaje apoya su teoría que Jesús es un dios y no el Dios. Su prueba supuesta es la última clausula del verso 1, “ y el Verbo era Dios.” En el griego, Dios no es adelantado por un artículo (el), y por eso, dicen que debe ser traducido, “ . . . y el Verbo era un Dios (dios).” Dana y Mantey discutan la regla de la gramática griega bajo el título La Ausencia del Artículo. “ Esto (sustantivo sin el artículo) pone énfasis sobre el aspecto cualitativo del sustantivo en vez de ponerlo en su identitad. Un pensamiento puede ser concebido de dos puntos de vista: como identificar o como cualificar. Para comunicar el primer punto de vista, el griego usa el artículo; para el segundo punto de vista, usa el sustantivo sin el artículo.” Por toda su discusión de esta regla, Dana y Mantey continuan a enfatizar el hecho de que el artículo con el sustantivo se usa para identificación. El sustantivo sin el artículo se usa para cualificación, naturaleza, y esencia. A. T. Robertson en su Gramática del Nuevo Testamento también dice que la fuerza cualitativa “es mejor expresado en sustantivos sin los artículos.” Los eruditos griegos nos dicen que, el sustantivo sin el artículo está expresando el caracter o esencia, como en Hebreos 1:1-3. Juan afirma en Juan 1:1 que la esencia del Verbo es Deidad. El sustantivo con el artículo es usado para identificación. “En el principio existía el verbo.” Esto lo identifica, nos dice no solamente quien es, sino que también estaba ahí desde el principio.
En el verso 14, continua su afirmación, “Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” En 1 Juan 1:2, el apóstol le llama, “la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó;” Era la divinidad de Jesús a que Pablo se refirió cuando le dijo a Tito, “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús, quien se dio a sí mismo por nosotros, para REDIMIRNOS DE TODA INIQUIDAD y PURIFICAR PARA SI UN PUEBLO PARA POSESION SUYA, celoso de buenas obras.” (Tito 2:13, 14). Lo llama el gran Dios y además lo identificó como: Salvador El que se dio a sí mismo por nosotros El que nos redimió y purificó El que es nuestra esperanza bienaventurada y el que se manifestará Talvez Ud. pregunta, ¿Quién es el Gran Dios? Las cuatro cosas dichas de El en estos versos nos dicen quién es sin equivoco. Pedro le dice “nuestro Dios y Salvador Jesucristo,” y luego al proceder, habla de su poder divino y su naturaleza divina (2 Pedro 1:2, 4). Dios mismo declara la deidad de Cristo. “Pero del Hijo dice: TU TRONO, OH DIOS, ES POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, Y CETRO DE EQUIDAD ES EL CETRO DE TU REINO.” (Hebreos 1:8). La oración en Juan 17:5 se refiere a la gloria que Cristo tuvo con su Padre antes del principio del mundo. Entre las cosas atribuidas a Jesús en Hebreos 1, hay estas cosas encontradas en los versos 10-12: “También dice: Tú, Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permaneces. Todos ellos se envejecerán como una vestidura; como un vestido los envolverás,y serán mudados. Pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán.”
Esto es sólo una fracción de lo que afirma la Biblia acerca de la deidad de Cristo. Además de avanzar su deidad, lo comprueba. Ninguna enseñanza en la Bíblia es más fortificada y reenforzada como la divinidad de Jesús. Pedro dice al concilio del sanedrín, “ Nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que lo obedecen.” (Hechos 5:32). Lo que sostiene a su deidad es su resurrección de la muerte. “que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos.” (Romanos 1:4; 1 Pedro 1:3; 3:21) Pedro, verificando su deidad, les dijo a su audiencia en el día de Pentecostés: “Pero siendo profeta, (David) y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia en cuanto a la carne levantaría al Cristo para que se sentara en su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades ni su carne vio corrupción.” (Hechos 2:30, 31). Hay tres verdades en este pasaje: El alma de Jesús estaba en el Hades por tres días, separado de su cuerpo. Hades es el estado de inconsciencia entre la muerte y la resurrección. Los Testigos de Jehová niegan que el hombre tiene un alma y afirman que cuando se muere deja de existir. Si esto es cierto, ¿Por qué no se quedó el alma de Jesús en Hades? Está sentado en su trono como Señor y Rey; Su carne no vio corrupción. ¿Qué prueba más fuerte hay por la deidad de Cristo?
NEGACION DE SU ASCENSION
La religión falsa niega su resurrección además de su deidad: “El cuerpo humano de nuestro Señor fue levantado supernaturalmente de la tumba; porque si se hubiera quedado allí, hubiera sido un obstáculo enorme para la fe de los apóstoles. No sabemos que se hizo el cuerpo, sólo sabemos que no vio corrupción. Si se disolvió en gases o si todavía está conservado en alguna parte como una gran conmemorativo del amor de Dios, o de la obediencia de Cristo, y de nuestra redención, nadie sabe; tampoco es necesario saber.” (Estudios en las Escrituras, Vol. 11, páginas 125-130).
Estas ideas no tienen fundación o apoyo bíblico. Escuchen a uno de los escritores inspirados del Nuevo Testamento: “ Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a los discípulos junto al mar de Tiberias” (Juan 21:1).
Temprano en su ministerio, Jesús les dijo a sus apóstoles: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.” Ellos no entendieron. El templo judío había durado cuarenta y seis años en construir, y los apóstoles se preguntaron como lo reconstruiría Jesús en tres días. “El hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron de que había dicho esto; y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había hablado.” (Juan 2:19-22). El problema con los Testigos de Jehová es que ellos “no creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había hablado.” Aquí hay otra cosa que dicen sobre el tema: “Fue necesario, no solamente que se muriera el hombre Jesús, pero también necesario que el hombre Cristo Jesús nunca volviera a vivir, que se quedara muerto, nuestra redención por toda la eternidad.” (Estudios en las Escrituras, Vol. V, página 443). Sin la resurrección, no habría un evangelio (buenas nuevas). “sino también por nosotros, a quienes será contada: como los que creen en aquel que levantó de los muertos a Jesús nuestro Señor, el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado por causa de nuestra justificación.” (Romanos 4:24, 25).
Cuando Pablo escribió a la iglesia en Corinto, la muerte y resurrección era céntrico a todo lo que predicaba. “Cuando fui a vosotros, hermanos, proclamándoos el testimonio de Dios, no fui con superioridad de palabra o de sabiduría, pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a Jesucristo, y éste crucificado.” (1 Coríntios 2:1,2). “Ahora os hago saber, hermanos, el evangelio que os prediqué, el cual también recibisteis, en el cual también estáis firmes, por el cual también sois salvos, si retenéis la palabra que os prediqué, a no ser que hayáis creído en vano. Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; que se apareció a Cefas y después a los doce; luego se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen; después se apareció a Jacobo, luego a todos los apóstoles, y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí.” (1 Coríntios 15:1-8).
Además de aparecerse a todos estos testigos, también hay los milagros hechos por los apóstoles por medio del Espíritu Santo que aun más apoyan y confirman lo que habían visto (Marco 16:20; Hebreos 2:24). En conjunto con los otros apóstoles, Tomás pudo documentar a la resurrección: “Luego dijo a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.” (Juan 20:27). Es sorprendente que gente que se dice cristiana pudiera negar esto y en vez de esto declarar que “no sabemos que se hizo el cuerpo, si se disolvió en gases o si está conservado en alguna parte.” ¿Cómo puede gente que dice que cree en la Bíblia decir que Jesús murió y que está muerto para siempre? Pedro dijo, “y disteis muerte al Autor de la vida, al que Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.” (Hechos 3:15).
NEGACION DE LA NATURALEZA DUAL DE JESUS
En la misma publicación, que según los Testigos de Jehová es mejor que la Bíblia, niegan que Jesús era ambos humano y divino. “Tampoco era Jesús una combinación de dos naturalezas, humana y espiritual . . . Cuando Jesús estaba en la carne, era un ser humano perfecto y desde su resurrección es un ser perfecto espiritual de la orden más alta y divina” (Estudios en las Escrituras, Vol. 1, página 179).
Aunque ya he ofrecido pruebas bíblicas que refutan a esta posición, es bueno repasarlo de nuevo con otros pasajes adicionales que confirman la divinidad y humanidad de Cristo. Al leer el Nuevo Testamento, me quedo impresionado con las muchas veces que se usan las frases el Hijo de Hombre y el Hijo de Dios. El Hijo de Hombre expresa la naturaleza humana de Jesús, y el Hijo de Dios expresa su naturaleza divina. Nadie debe sorprenderse con esto, ni deben de encontrarlo dificil de aceptar. Jesús les dijo a sus discípulos repetidamente que vino de Dios y que volvería a Dios (Juan 8:14, 42 y 14:12). Juan declaró que Jesús era Dios, siempre ha sido Dios, y que vino en la carne y habitó entre nosotros (Juan 1:1-14). Pablo alega que Cristo Jesús tenía igualdad con Dios, pero que se vació y tomó la forma de un sirviente e imagen de un hombre (Filipenses 2:6-7). Pablo le dijo a Timoteo que Dios se había manifestado en la carne y que más tarde fue recibido en gloria (1 Timoteo 3:16). El escritor de la carta a los hebreos nos dice que Jesús fue tentado en la misma manera que nosotros pero sin pecar (Hebreos 4:15). Eso es algo muy humano. Cuando Jesús había ayunado por un largo periodo de tiempo, la escritura inspirada dice, “después sintió hambre.” ¿Verdad que eso indica que era humano? (Mateo 4:2). Después de viajar unos cuarenta y seis millas a pie, llegó al pueblo samaritano y se sentó en la posa. La Bíblia dice que se sintió cansado después de su jornada (Juan 4:4-6). La palabra que usa Juan para describir a Jesús significa exhausto o fatigado. Esto suena muy humano. Pero, por el otro lado, Cristo perdonó a los pecados (Mateo 9:2). “¿Quién puede perdonar a los pecados sino Dios solamente?” (Marco 2:7).
Los profetas del Antiguo Testamento predijeron que Jesús sería el tabernáculo en la carne (Isaías 7:14 y Mateo 1:23). Fue engendrado por el Espíritu Santo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso lo santo que nacerá será llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1:35). Mateo lo pone en estas palabras, “se halló que había concebido por obra del Espíritu Santo.” (Mateo 1:18). En las cartas más cortas del apóstol Juan, hizo estas declaraciones muy claras sobre el tema: “y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; “ (1 Juan 4:3). Y otra vez, “Pues muchos engañadores han salido al mundo que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Ese es el engañador y el anticristo.” (2 Juan 1:7). El vivió como vivimos nosotros, con todos los sentimientos humanos, los deseos, y las tentaciones comunes a todos los hombres, pero sin pecar. Pero también era divino. El vino para que todos los hombres pudieran vivir y tener la vida más abundante (Juan 10:10). “Por lo cual El también es poderoso para salvar para siempre. . .” (Hebreos 7:25). Nadie sino Dios puede hacer esto.
Para ser consistente con sus problemas con la Bíblia y lo que dice acerca de la naturaleza dual de Jesús, los Testigos de Jehová deben contradecir su expiación por los pecados de la raza humana.
“Veremos más adelante cuando consideramos particularmente al aspecto de redención de Su trabajo, que era absolutamente necesario que fuera un hombre, nada más ni nada menos que un hombre perfecto” (Estudios en las Escrituras, Vol. V, página 95). Los Testigos de Jehová otra vez tienen dudas acerca de la deidad de Cristo. Es como si nunca habían leído el Nuevo Testamento. Pablo habla del poder y divinidad eterno de Jesús (Romanos 1:20): “Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa.”
La palabra divina de Dios atribuye la creación a Cristo, la Palabra (Colosenses 1:16-18). El pasaje en Romanos dice que estas cosas se pueden ver claramente por medio de lo creado. Juan declara, “Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:3). Les llamo la atención al hecho de que Pablo en Romanos 1 habla de la deidad eterno de Jesús. Esta religión falsa que estamos estudiando argumenta que Jesús fue un ser creado, un dios secundario, y que cuando vino a la tierra, no era nada más que un hombre. También insiste que después de su resurrección ya no era un hombre sino un ser divino. Así pues, abandona a su divinidad, y más tarde la vuelve a tomar. ¿Cómo puede ser eterna su divinidad entonces?
Continuando con este pensamiento, el apóstol insiste que Jesús es completamente Dios: “Porque agradó al Padre que en El habitara toda la plenitud,” (Colosenses 1:19). En su contradicción de lo que Pablo dice sin equivocación, los Testigos de Jehová dicen que era un hombre, nada más, nada menos. Pero examinemos más lo que dice Pablo: “Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El,” (Colosenses 2:9). Hay dos palabras aquí que debemos examinar con cuidado. Una es plenitud, (pleroma) la cual significa “lleno de, abundante, totalmente ocupado, completo, perfecto” (Harper’s Analytical Greek Lexicon). Pablo está diciendo que Jesús es perfectamente, completamente y totalmente Dios. Los Testigos de Jehová dicen que es un hombre, nada más. La otra palabra es deidad (theotetos) la cual significa “el verdadero Dios, divinidad, deidad, majestad divina” (ibid.). Hay tantos eventos en la vida de Jesús que iluminan su majestad divina. Uno, al final de su vida terrestre, fue cuando vino el multitud de soldados y oficiales al jardín para arrestarlo, y él les preguntó: “¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y El pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles?” (Mateo 26:53).