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Depravación Total?
#1
Hola soy nuevo en el foro

¿Cómo puede ser la fe primero que la regeneración si el hombre esta totalmente caído?


gracias
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#2
Hola Rogardo. Bienvenido al foro!
 
Tu pregunta tiene esta respuesta bíblica: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Ef..2:8/9)  

La razón de la salvación no es la fe sino la gracia de Dios. La fe, (recibida por el pecador como don de Dios) es el medio para llegar a la salvación. 

Entonces, no es la fe lo que va primero, sino la gracia de Dios, y es lo que que hace la diferencia.

Saludos,
Heriberto
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#3
(23-08-2015, 11:23 PM)Heriberto escribió: Hola Rogardo. Bienvenido al foro!
 
Tu pregunta tiene esta respuesta bíblica: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Ef..2:8/9)  

La razón de la salvación no es la fe sino la gracia de Dios. La fe, (recibida por el pecador como don de Dios) es el medio para llegar a la salvación. 

Entonces, no es la fe lo que va primero, sino la gracia de Dios, y es lo que que hace la diferencia.

Saludos,
Heriberto

Saludos Heriberto!

Si no mal entiendo, consideras la regeneración antes que la fe, y la fe como un don de Dios.

*Sobre la fe como don de Dios en Ef.2:8:

Por mi parte, entiendo que el don de Dios en Ef.2.8 se refiere a lo que viene antes del ";" es decir el don de dios es "la salvación por gracia por medio de la fe".


*Sobre la regeneración antes que la fe:

No estoy de acuerdo, no veo consistente esa posición por distintos versículos que señalan el arrepentimiento y fe antes de la salvación, del mismo modo, varios versículos enseñan la fe antes de recibir el Espíritu Santo.


Cita:Gal. 3:2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?


Espero no mal entender ruego me confirmes tu postura.

Saludoss
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#4
El Señor Jesucristo dijo:

Juan 16:7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;
11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.

Si tomamos en cuenta este versículo y luego vemos la condición natural del hombre, la palabra de Dios también dice:

Rom 3:10 Como está escrito: 
No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.
12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
13Sepulcro abierto es su garganta;
Con su lengua engañan.
Veneno de áspides hay debajo de sus labios;
14 Su boca está llena de maldición y de amargura.
15 Sus pies se apresuran para derramar sangre;
16 Quebranto y desventura hay en sus caminos;
17 Y no conocieron camino de paz.
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.

¿Cómo puede un hombre ver su condición de pecado sino se le fuese mostrado? La ley de Dios cumple con ese objetivo, pero pudiese haber alguien que en sus parámetros de justicia se considera alguien que no ha transgredido la ley, como el joven rico, mira...

Mat 19:16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?
21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.
24 Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
25 Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
26 Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.

El joven rico, en sus parámetros, cumplía con la ley, pero el Señor le tuvo que hacer ver 3 cosas.

1.- Qué la ley no hay quien pueda cumplirla, sólo quien es bueno y bueno sólo es Dios.
2.- Qué lo bueno que había visto en Jesús, era la revelación de su deidad.
3.- Qué no cumplía con la ley, pues había puesto las riquezas por encima de Dios y que no cumplía con el más elemental y primer mandamiento por su importancia, al de amar a Dios con todos su ser y eso le impedía seguir a Cristo.

"¿Quién pues puede ser salvo?" Dijeron sus discípulos y el Señor les contestó. "Esto es imposible para los hombres, más para Dios nada es imposible"

Si le atribuimos un sólo factor al hombre en su salvación, entonces su fe es un aporte de la obra humana para salvación.

Por eso el Señor Jesucristo dijo ante un importantísimo cuestionamiento en cuanto a la obra humana en su fe salvífica:

Juan 6:28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.

¿De quién es la obra de la fe? ¿Del hombre o de Dios?


Por eso dice:

Juan 3:2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

Para ver (V.3) y entrar (V.5) en el reino de Dios, se debe nacer del Espíritu primero. De otra manera es imposible para el hombre, más para Dios, todo es posible.
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#5
Saludos:

Creo que se dió esto mismo que se esta hablando en otro tema en relación a la postura Calvinista y Arminiana, recuerdo que en esa ocasión mencionamos que de alguna manera el hombre si puede creer ó rechazar el evangelio de la salvación por ende ejercerá su libre albedrío, coincidiendo con el primer punto de Arminio, pero también recuerdo que no se estableció un punto medio convincente y satisfactorio que concilie ambas posturas.

Me refiero a lo siguiente, si bien el ser humano puede ejercer su albedrío, el Calvinista dirá que un muerto no podrá tener Fe, que Dios elegirá a aquellos que habrían de ser salvos, ya que según su visión como todo hombre esta pérdido es un acto volutivo de Dios en escoger a quién mejor le plazca, la recepción del evangelio según el Calvinista obedece a lo siguiente:
Jua 8:47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye: por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
Es decir el que oye el evangelio se debe a Dios no escogió y lo hizo suyo, ó lo capacitó para que pueda escuchar.
Saludos
Ing. Ramón Lozano Cervantes
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#6
Hola Ramon.

¿Podria lo siguiente mas o menos tener el equilibrio que buscas?

Ecl 7:20  Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque...

 
Ecl 7:27  He aquí que esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón; 
Ecl 7:28  lo que aún busca mi alma, y no lo encuentra: un hombre entre mil he hallado, pero mujer entre todas éstas nunca hallé. 
Ecl 7:29  He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones. 

Esto nos da cuenta que el Espiritu no tendra cabida en el corazon que no es sincero (esto solo lo sabe Dios) y que solo busca iniquidad. Sin embargo hay uno entre muchos que anhela en su corazon la rectitud (a pesar de que peca) Esta rectitud que ya fue impartida por Dios en cualquier hombre.

Esta "rectitud" se podria decir que es la semilla en la cual Dios trabaja para luego darle la fe necesaria y pueda entender para arrepentimiento.

¿Que dices?
Willy
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#7
Gracias, Caminito, por tu oportuno aporte.

Ahora respondo a la inquietud de Francisco, que no interpretó bien lo que escribí, quizás por lo breve de mi explicaciión.

Cuando consideramos la fe espiritual debemos hacerlo a la luz de la Palabra de Dios. La naturaleza caída es incapaz de generar fe en el Señor. Hay personas que "se tienen fe", es decir, tienen fe en sí mismos o muchas veces en los demás, para poder enfrentar los problemas cotidianos propios de su existencia en el mundo. De hecho todos ejercemos esa fe en nuestro paso por la vida, a veces con desconfianza, pero fe al fin. Por ejemplo, si viajas en cualquier medio público, taxi, bus, tren o o avión, confías en que el conductor, o pìloto, sabe lo que hace. Si compras un alimento, confías en que es apto para consumir. Si vas al médico y te receta un remedio, lo tomas porque crees que te hará bien. Si no tenemos esa clase de fe nos paralizaríamos.

Por supuesto que hay muchos que en ocasiones se burlan de esa fe: Ciertos políticos, los charlatanes de cualquier rubro que hacen negocios con la credulidad de la gente, los "comunicadores" que presentan la mentira como verdad  (pseudociencias, teoriás de todo tipo, como la de la evolución, la de los los alienígenas y otras estupideces semejantes. En este punto ni siquiera se salvan las religiones que llevan a la gente a la perdición) 

Entonces, la fe humana tanto te puede ayudar como te puede perder. Pero esa fe no tiene nada que ver con la fe espiritual que, repito, es uno de los dones recibidos de Dios. 

De ningún modo afirmé que la regeneración es antes de la fe, pues sin fe no hay regeneración. Lo que quise decir es que el proceso de salvación no se inicia con la fe sino con la gracia de Dios como razón o motivo de nuestra salvación. Luego, la fe, "que viene por el oír", resulta ser indispensable para ser salvos, pero no se trata de nuestra fe humana sino la fe espiritual que recibimos de Dios. Para ser más claro, no somos salvos por nuestra decisión personal de creer, sino por voluntad soberana de Dios que nos da la fe para creer en el Señor Jesucristo, por obra del Espíritu Santo. Obviamente que la regeneración (o nuevo nacimiento) no es anterior ni posterior a la fe, sino simultánea con ella. 
 El apóstol Pablo escribio: "Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol,  porque perseguí a la iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo"...
(1ª Co 15:9/10a)  

Maravillosa gracia de Dios!!    


Heriberto
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#8
Saludos Heriberto:
Tu explicación complementa otro tema del forista Francisc0 acerca de hebreos 12, es importante mostrar la diferencia entre la Gracia Salvífica de Dios y la Gracia (el favor de Dios para la vida cotidiana) de Dios.
Ing. Ramón Lozano Cervantes
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#9
Hola Ramón y Willy:
No quise ignorarlos, pero ocurrió que yo estaba conectado en el tema y tuve que ocuparme de otra cosa mientras tanto. Cuando al fin pude regresar a escribir, envié mi respuesta, pero ustedes, en el interin, ya habían contestado, y lo mío quedó descolgado de lo que aportaron.

Sólo les pido que sepan disimular lo que pudieran interpretar como indiferencia de mi parte hacia lo que ustedes ya habían escrito antes.

También gracias, Ramón, por tu último aporte. 

Sin duda que el tema seguirá activo, para la edificación de todos,  


Heriberto
  Responder
#10
(24-08-2015, 11:51 AM)Willy escribió: Hola Ramon.

¿Podria lo siguiente mas o menos tener el equilibrio que buscas?

Ecl 7:20  Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque...

 
Ecl 7:27  He aquí que esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón; 
Ecl 7:28  lo que aún busca mi alma, y no lo encuentra: un hombre entre mil he hallado, pero mujer entre todas éstas nunca hallé. 
Ecl 7:29  He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones. 

Esto nos da cuenta que el Espiritu no tendra cabida en el corazon que no es sincero (esto solo lo sabe Dios) y que solo busca iniquidad. Sin embargo hay uno entre muchos que anhela en su corazon la rectitud (a pesar de que peca) Esta rectitud que ya fue impartida por Dios en cualquier hombre.

Esta "rectitud" se podria decir que es la semilla en la cual Dios trabaja para luego darle la fe necesaria y pueda entender para arrepentimiento.

¿Que dices?
Willy

Hola mi amadísimo Willy:

Dios te bendiga.

El verso 20, nos habla claramente de la condición actual espiritual del hombre y el verso 27, en la condición en que Dios creó al hombre; pero éste decidió, desde la caída de Adán, pervertirse y es desde ahí donde está el problema.

El apóstol Pablo, lo dice más claramente:


Romanos 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

(Por favor, perdóname si se agrandan las letras, pero aunque busca reducirlas, por alguna razón que desconozco, no lo hace)

Por un hombre, la naturaleza de pecado nos es heredada, pues descendemos de Adán.

Todas aquellas características en la semejanza con la que Dios hizo al hombre, quedaron afectadas; así pues tenemos que en semejanza con Dios tenemos intelecto; nuestros pensamientos son de continuo sólo el mal. Nuestros; nuestras emociones, son desordenadas y la voluntad es de continuo el mal.

Dios nos hizo rectos, pero escogimos vivir en perversidad por naturaleza caída, porque tenemos en nosotros el pecado. Para colmo, nuestros conceptos de justicia no son los conceptos de justicia de Dios, pues Dios mismo así lo aclara en el señor Jesucristo cuando dice:

Mat 5:21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.
22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.

Para Dios, el enojarte con tu hermano es exactamente que haberlo matado. ¿Quién pues entonces puede calcular que nuestros pensamientos pueden llegar a ser los de Dios en temas de justicia? Porque lo más bajo de Dios nunca es lo más alto del hombre.

Nuestras obras de justicia, son para Dios trapos de inmundicia.

Porque desde la punta del pie hasta la coronilla, ante Dios somos llagas podridas.

¿Pueden seres así anhelar el bien de Dios por sí mismos?
  Responder


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